
Daniela Castro vuelve a las telenovelas por la puerta grande. Su regreso no es discreto ni tibio: en Cautiva por amor, ahora en TV Azteca, interpreta a Isabel, una villana con carácter, ambición y muchas capas por descubrir. El cambio de televisora y el nuevo proyecto marcan una etapa distinta en su carrera, en la que se muestra más firme que nunca.
“Es una perversa, es una matriarca”, dice Daniela sin rodeos. Isabel no es un personaje fácil. Es una mujer que defiende su terreno con uñas y dientes, y no duda en poner límites cuando alguien se mete en su mundo.
Castro señaló a Infobae México que su personaje no se trata solo de maldad, sino de una figura con una visión muy clara del poder, el dinero y las apariencias. Para ella, la posición de su esposo y el estatus social lo son todo.
El papel le ha exigido mucho, pero también lo disfruta. “No es fácil hacer una villana, y luego otra, y hacerlas distintas. Es un trabajo muy pesado”, admite. Cada detalle importa: cómo habla, cómo se mueve, cómo mira. Construir un personaje así requiere precisión. “La gente cree que es solo actuar, pero hay que leerlo, entenderlo, vestirlo, delinearlo”.
Después de años como parte clave de Televisa, su llegada a Azteca no pasó desapercibida. No solo es un cambio de canal, es una nueva etapa. Castro vuelve a los melodramas con un personaje fuerte, bien escrito y lleno de matices. “Apenas estoy empezando”, advierte, dejando claro que tiene mucho por ofrecer.
Daniela Castro comparte créditos con su hija Danka
Otro aspecto que le dio un toque especial a esta historia fue compartir escena con su hija Danka. En la ficción, sus personajes chocan, y eso se refleja en el ritmo de las escenas. Pero detrás de cámaras, el vínculo fue otro. “Nos compenetramos con la mirada”, dice Daniela, destacando lo natural que resultó trabajar juntas.
Aunque muchos esperarían que le diera consejos todo el tiempo, ella prefirió mantenerse al margen. “Jamás me metí al set. Grabábamos en diferentes lados de la hacienda”, cuenta. Respetó el proceso de su hija y solo intervino cuando Danka se lo pedía. “Ella debe descubrirse, tropezar, aprender y crecer”, explica con una mezcla de orgullo y cuidado.
El elenco juvenil también ha llamado la atención, algo que Daniela no deja de reconocer. “Todos los actores son de primer nivel”, señala. La historia joven tiene su propio peso, y junto con la trama principal, logra un equilibrio interesante que mantiene enganchado al público.
Cautiva por amor representa un nuevo comienzo para Daniela Castro, quien demuestra que sigue siendo una actriz sólida, con presencia y oficio. Con Isabel, se apropia de la pantalla y deja claro que no está de vuelta… está en su mejor momento.