
Las y los estudiantes de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) se mantienen en paro, algunas de sus exigencias son la mejora de la calidad educativa y el aumento de plazas de prácticas profesionales y servicio social; sin embargo, llamó la atención la supuesta expulsión de Carolino, el perro adoptado por la comunidad estudiantil.
Aunque hubo rumores sobre afectaciones al perro, el canino de talla mediana no fue maltratado o abandonado, simplemente se canalizó su cuidado al personal de Dirección de Atención y Seguridad Universitaria (DASU), quienes lo habían adoptado y el animal reconoce como principales cuidadores.

Según el comunicado, Carolino había mordido ya a cuatro estudiantes, ya que si bien el animal no es descrito como agresivo o huraño, suele ser “brusco” en sus juegos.
Esto fue lo que se pudo leer en el comunicado:
“A toda la comunidad estudiantil del paro FFyL Centro:

El día 10 de marzo a las 18 horas y 44 minutos, la presencia de DASU ha vulnerado las condiciones de seguridad del estudiantado perteneciente al paro, así como los acuerdos a los que se llegaron desde el día 27 de febrero. Gracias a esto se determinó ya no permitir el acceso a las instalaciones del Colegio de Historia al personal de DASU. Esta decisión se le comunicó al jefe de seguridad DASU a través de una llamada previa antes de que se realizara el cambio de turno habitual.
Por este mismo medio se le hizo de conocimiento que en la última semana, por lo menos 4 compañeros han sido mordidos por el perro de acompañamiento universitario, Carolino. Tomando en cuenta el bienestar del perro, así como la seguridad del alumnado, se llegó a la decisión de que, al no haber un miembro DASU presente, quienes son responsables de su cuidado, no podemos garantizar el apropiado seguimiento a sus necesidades"

Antes de la expulsión del perro durante el paro de la BUAP, las y los estudiantes que mantienen en resguardo las instalaciones habían intentado cuidar su alimentación, darle sólo croquetas, jugar con él y darle un espacio para dormir; sin embargo, Carolino no permanecerá fuera de la universidad.
Mientras las y los estudiantes organizados buscan llegar a negociaciones con las autoridades de la BUAP, Carolino estará en el edificio Don Bosco, frente al edificio de la Facultad de Filosofía y Letras. Se trata de un lugar que el perro también reconoce como su casa:

“La decisión se tomó en comunidad y se le comunicó al Jefe de Seguridad de Dirección de Apoyo y Seguridad Universitaria (DASU) del área Centro para su conocimiento. Por lo tanto, se le pidió recibir, poner a resguardo y hacerse cargo de Carolino, quien está bajo su responsabilidad y a quienes él mismo atiende como figuras de autoridad. Aceptaron recibirlo, junto con sus pertenencias (comida, cama, juguetes, correas), y lo llevaron al Edificio “Don Bosco”, ubicado enfrente de nuestra Facultad, por lo que no nos responsabilizamos de las situaciones posteriores ocurridas con él", se pudo leer.


