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La visita de canes facilita
La visita de canes facilita la recuperación de los pacientes, permitiendo desconectarse del dolor y afrontar el proceso de sanación con mayor fortaleza emocional. (TikTok: @fuerzasmilitarescol)

La presencia de la “Fuerza Peluda” en el Hospital Militar Central de Bogotá ha generado un cambio significativo en los procesos de recuperación de los soldados heridos en combate al ofrecerles un apoyo emocional que va más allá de los tratamientos médicos convencionales.

Integrado por Kratos, Rafa y Lupa, este equipo canino recorre los pasillos del nosocomio con la misión de brindar consuelo, reducir el estrés y acompañar a quienes enfrentan las secuelas físicas y psicológicas de la violencia ejercida por los grupos armados ilegales en Colombia.

Según la agencia de noticias Associated Press (AP), la iniciativa, que comenzó en abril de 2024, surgió tras la visita de una organización dedicada al cuidado animal cuyo objetivo era facilitar la mejoría integral de los afectados por el conflicto armado.

Los soldados que reciben la visita de la “fuerza peluda” suelen haber sufrido lesiones graves, como amputaciones provocadas por minas terrestres o heridas causadas por drones que lanzan explosivos.

La subdirectora médica del hospital, Eliana Patricia Ramírez, explicó a AP: “(los perros) muestran un beneficio en la recuperación del paciente, apoyado en los cambios fisiológicos que se producen durante las interacciones, que podríamos ver como recreativas, pero en este caso son terapéuticas”.

El Sargento Segundo Jeisson Sánchez Duque, quien resultó herido por un disparo en el noroeste de Antioquia, relató a la fuente citada cómo la visita de los lomitos le permitió desconectarse momentáneamente de la aflicción: “Es algo diferente… te olvidas del dolor y te concentras en los perros”.

Durante una de las sesiones, Kratos, el perro de mayor edad, lo saludó con la pata tras recibir golosinas, mientras que Lupa se acomodó en el suelo para que Sánchez pudiera cepillarla, una actividad que le proporcionó consuelo mientras permanecía sentado debido a su lesión de espalda.

Una terapia que transforma la recuperación

Kratos, Rafa y Lupa son algunos integrantes del programa de apoyo. (TikTok: @fuerzasmilitarescol)

El contexto en el que se desarrolla este programa es el de un país que aún enfrenta las secuelas de un conflicto armado prolongado. Según datos proporcionados por AP, la guerra en Colombia dejó un saldo de 450 mil decesos y obligó a siete millones de personas a abandonar sus hogares.

Aunque el acuerdo de paz firmado en 2016 entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) puso fin a la confrontación con el principal grupo guerrillero, la violencia persiste debido a la actividad de organizaciones armadas que se disputan los territorios y las economías ilícitas, como el narcotráfico, que quedaron tras la desmovilización de las FARC.

La magnitud de las heridas que atiende el hospital se ha visto agravada por el aumento de los incidentes con artefactos explosivos. De acuerdo con la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), citada por la agencia de noticias, entre enero y julio de 2024, estos incidentes crecieron un 94% respecto al mismo periodo del año anterior.

Sumado a ello, el hospital ha registrado un incremento de pacientes afectados por explosivos lanzados desde drones, una táctica que se ha vuelto más frecuente en los enfrentamientos recientes.

El origen de los caninos que integran la “fuerza peluda” es diverso, Kratos, por ejemplo, fue donado por la Fuerza Aérea, Rafa por el Ejército, y otros dos lomitos llegaron gracias a la iniciativa de los médicos del hospital. Con el tiempo, el programa se ha ampliado para permitir que los pacientes reciban la visita de sus propios perros y para ofrecer pausas de bienestar al personal sanitario.

El impacto emocional de este acompañamiento es evidente en testimonios como el del soldado Luis Miguel López, quien perdió parte de su pierna por una mina en Puerto Valdivia, Antioquia. López compartió con AP que las visitas de los perros le ayudaron a superar la depresión que experimentó durante su hospitalización.

Además, la presencia de los animales le evocó el recuerdo de Goma, un perro antiexplosivos que salvó a su unidad en varias ocasiones antes de morir en una explosión. López describió su estado anímico previo a la llegada de los perros: “Estaba muy deprimido en mi habitación, porque estaba encerrado allí. Mi esposa me apoyó, pero no era lo mismo”. Al referirse al efecto de la “fuerza peluda”, concluyó: “Cuando esos perros entran te cambian porque traen felicidad”.

Los caninos como animales de apoyo emocional

La visita de canes facilita
La visita de canes facilita la recuperación de los militares, permitiendo desconectarse del dolor y afrontar el proceso de sanación con mayor fortaleza emocional. (TikTok: @fuerzasmilitarescol)

La función de los animales de apoyo emocional es diferente a la de los perros de servicio, según información de la Gaceta UNAM, estos lomitos proporcionan compañía y consuelo a personas que atraviesan trastornos emocionales o psicológicos, como ansiedad, depresión, estrés postraumático o trastornos de pánico.

A diferencia de los cánidos de servicio, que requieren entrenamiento especializado para asistir a individuos con discapacidades físicas, los perros de apoyo emocional no necesitan formación específica para realizar tareas, pero su presencia tiene un efecto terapéutico al ayudar a reducir los síntomas de los trastornos mentales de sus dueños.

Fausto Reyes Delgado, director médico del Hospital Veterinario UNAM Banfield, explicó a la Gaceta que los animales de apoyo deben ser dóciles y no dominantes, ya que estas características son esenciales para su desempeño.

Al respecto, puntualizó que se realizan pruebas a los cachorros para identificar si son cobardes, tímidos, valientes o amigables, y “tiene que ser un ejemplar balanceado para soltar el dominio al humano y que no sufran de miedo al realizar la tarea”, detalló Reyes Delgado.

En algunos casos, la elección del animal depende de la raza y sus características; por ejemplo, para personas invidentes, los perros cobrador o cobrador dorado, ambos Labradores, resultan especialmente adecuados.