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Tras ser abandonados por su
Tras ser abandonados por su progenitor, Muffin y Socks, dos jóvenes emúes, reciben cuidados y aprendizaje de gallinas seleccionadas como madres sustitutas. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Dos polluelos de emú nacidos en el Parque de Vida Silvestre Symbio, ubicado en Helensburgh, al sur de Sídney, en Nueva Gales del Sur, son criados actualmente por gallinas tras ser abandonados por su padre, situación que obligó a los cuidadores del recinto a implementar una medida poco convencional para asegurar el bienestar de las crías.

De acuerdo con información proporcionada por la American Broadcasting Company (ABC), las aves, nacidas de una nidada de siete huevos, fueron nombradas Muffin y Socks, en referencia a los personajes del programa infantil ‘Bluey’. Sin embargo, a pesar de que el nacimiento transcurrió con normalidad, desde los primeros días de vida, el equipo del parque observó que el padre no cumplía con el tradicional rol de incubación y cuidado de los polluelos, una conducta esperada en la especie.

El cuidador del zoológico, Dan Rumsey, explicó que en los emúes es el macho quien asume por completo la responsabilidad del nido y de las crías. “Si bien las hembras ponen huevos durante días consecutivos, una vez que terminan, se alejan y él se hace cargo de la puesta de todos los huevos para que comiencen a incubar al mismo tiempo”, detalló.

“Papá no se mueve durante unos 60 días, ni siquiera come: está defendiendo los huevos y, obviamente, manteniendo la temperatura óptima para ellos”, agregó Rumsey, citado por ABC.

Durante este período, de acuerdo con lo señalado por la página oficial del Zoológico Nacional de Estados Unidos, la mayoría de las hembras abandona el territorio e incluso vuelven a aparearse con otros machos para poner nuevas nidadas. Algunas pocas se quedan temporalmente para proteger al macho mediante su fuerte y resonante llamado.

Cuando los huevos eclosionan, el ejemplar masculino se convierte en el único cuidador de los polluelos, su comportamiento se torna agresivo para proteger a las crías y ahuyenta a las hembras, atacando también a cualquier animal o intruso que se acerque al nido.

“Papá hace todo el trabajo de enseñarles a los jóvenes el comportamiento de pastoreo y cómo encontrar agua y evitar a los depredadores”, señala el sitio oficial del zoológico. Incluso, dado que los polluelos recién nacidos pesan entre 440 y 500 gramos, si uno se aleja de su familia biológica, puede ser aceptado por otro macho si es más pequeño que sus propias crías.

Sin embargo, el comportamiento del padre en este caso se desvió de lo habitual. Según indicó Rumsey, el emú se hizo cargo de más crías en el pasado, pero el proceso no se repitió de la misma forma.

“No mostraba mucho interés en ellos. Quizás tenía otras cosas en mente. Había criado polluelos con éxito antes, pero, para ser sincero, no mostraba interés y los abandonaba.”

Gallinas como madres adoptivas

Lucy y Ethel fueron las
Lucy y Ethel fueron las gallinas elegidas para ofrecen calor y compañía a Muffin y Socks. (Imagen ilustrativa Infobae)

Tras confirmar el abandono por parte del padre emú, los cuidadores encomendaron la crianza de los polluelos a dos gallinas. Las elegidas, llamadas Lucy y Ethel, fueron seleccionadas por su edad, tamaño y grado de independencia, con el fin de ofrecer un entorno seguro y estable a las crías huérfanas.

Según explicó Nicole McLean, cuidadora del zoológico, buscaron aves que ya tuvieran experiencia básica con su entorno, conocieran el acceso a alimento, agua y fuentes de calor, y que, además, fueran lo suficientemente grandes para evitar accidentes. Muffin y Socks, al ser considerablemente más pesadas que un polluelo de gallina recién nacido, podían representar un riesgo si se intentaba acurrucarlos con aves más pequeñas.

Durante las semanas de convivencia, Lucy y Ethel no solo ofrecieron calor y compañía a los emúes, también desempeñaron un rol fundamental en su aprendizaje, pues los polluelos comenzaron a imitar el comportamiento de sus nuevas compañeras, adaptándose a su entorno de forma natural.

“Las gallinas corren por ahí y los emús, naturalmente, las copian”, relató McLean. “Ellas simplemente creen que tienen unos hermanos rayados y geniales que andan pastando con ellos”, menciona para ABC en referencia a la apariencia de las crías de dicha especie.

El futuro de Muffin y Socks

El rápido crecimiento de Muffin
El rápido crecimiento de Muffin y Socks evidencia su buen estado de salud. (WikiCommons/Rufus46)

El crecimiento de amabas crías ha sido rápido y constante, lo que indica un excelente estado de salud. En pocas semanas, “Muffin y Socks están empequeñeciendo a los pollos día a día”, señaló Rumsey, quien también destacó que, en sus primeras etapas de desarrollo, los emúes pueden ganar hasta un kilogramo cada siete días.

Pero además del aumento de peso, los cuidadores resaltaron el fortalecimiento de las patas, un aspecto esencial en esta fase de crecimiento, ya que de ello depende su movilidad, resistencia y seguridad frente a posibles amenazas en su entorno.

Con el paso del tiempo, y a medida que sigan creciendo, ambos serán reubicados dentro del parque en un espacio más amplio y adaptado a sus necesidades. Según McLean, cuando alcancen un tamaño cinco veces mayor al actual, serán trasladados a un área delimitada donde podrán continuar su desarrollo en condiciones óptimas.

Si bien no se descarta que puedan ser trasladados en el futuro a otro parque o zoológico, el plan actual del equipo es conservarlos dentro del propio recinto, concluyó la cuidadora.