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Wesley Silva ya no puede
Wesley Silva ya no puede llevar a Jinseioshi, su caimán de apoyo emocional, al supermercado de West Brownsville, que suspendió esta práctica para priorizar la seguridad de clientes y empleados. (WCNC/Canal de Youtube)

Un hombre en Pensilvania, llamado Wesley Silva, ya no podrá llevar a su caimán de apoyo emocional para hacer sus compras en un supermercado de West Brownsville, Estados Unidos, luego de que la tienda le prohibiera la entrada al animal.

Durante años, solía llevar a su reptil de 1,5 metros y 14 kilos, llamado Jinseioshi, y lo colocaba en el carrito de compras, pero recientemente esta práctica fue suspendida por motivos de seguridad.

Silva había acostumbrado a muchos clientes a ver al caimán, que incluso parecía portar un arnés, en sus visitas semanales. Sin embargo, las políticas del supermercado cambiaron para priorizar la seguridad de sus clientes y empleados, poniendo fin a esta singular compañía de compras.

El hombre confesó para WPXI, cadena de televisión afiliada a NBC News en Pittsburgh, sentirse sorprendido por esa determinación, ya que cotidianamente acudían a hacer las compras desde hace tres años y medio y normalmente los visitantes del lugar reaccionaban de forma positiva con comentarios como: “¡Qué lindo!” o “¡Qué bueno que tengas un caimán de mascota!”.

Ante lo ocurrido, un portavoz del supermercado se pronunció sobre el tema y declaró en entrevista para la cadena estadounidense que valoran profundamente el vínculo que las personas comparten con sus animales, ya que brindan consuelo, alegría y compañía de muchas maneras, pero para garantizar la seguridad y comodidad de todos, solo se permite la presencia de animales de servicio reconocidos por la Ley sobre Estadounidenses con Discapacidades (ADA).”.

La extensa colección de reptiles de Wesley Silva

Wesley Silva comparte su vida
Wesley Silva comparte su vida con una amplia familia de reptiles, incluyendo dos caimanes, y explica que su afición comenzó tras una conexión especial con una serpiente que le regaló su hija. (WCNC/Canal de Youtube)

Wesley Silva explicó para NBC que adquirió al caimán de un vecino que ya no podía hacerse cargo de ella. Actualmente, pasa la mayor parte del día nadando en una piscina al aire libre y por las noches se mantiene cómodo en una bañera con agua.

Antes de la llegada de este animal, Silva ya contaba con una extensa familia de reptiles, semejante a un pequeño zoológico: seis serpientes, un geco leopardo, un dragón de Komodo, un eslizón ocelado y otro caimán, además de un perro.

El hombre es pastor de una iglesia bautista y mencionó que no considera su adoración a los reptiles como un acto sagrado:

“En la Biblia, Dios habla de que tenemos dominio sobre los animales, y yo desarrollé una afinidad por los reptiles. Los encuentro muy reconfortantes”.

Esta colección comenzó hace tres años cuando una de sus hijas pidió tener una serpiente: “La sostuve una noche y empecé a conectar con ella y a abrazarla. Sin embargo, mi hija me dio un ultimátum y me dijo que debía conseguirme mi propia serpiente”, comentó el hombre.

La controversia legal y los motivos de la prohibición de entrada

Jinseioshi, el caimán que acompaña
Jinseioshi, el caimán que acompaña a Silva, no cumple con las regulaciones para mascotas de apoyo oficial, lo que genera preocupación sobre su comportamiento en lugares concurridos, según expertos en rescate animal.(WCNC/Canal de Youtube)

A pesar de su condición de animal de servicio para Silva, Jinseioshi no cumple con los criterios para calificar legalmente como mascota de apoyo oficial.

Cienna Chefren, representante del Rescate Humanitario de Animales (Humane Animal Rescue) en Pittsburgh, señaló que es imposible predecir el comportamiento del caimán en presencia de extraños o en lugares estresantes como una tienda: “No hay forma de saber cómo actuará ese animal cuando está cerca de personas extrañas y entornos estresantes, como es el caso del supermercado, por lo que no se toman precauciones y eso podría ser bastante peligroso”, advirtió.

Este llamado a la precaución se sustenta en el riesgo inherente que representa tener un animal salvaje y de gran tamaño en un espacio cerrado y concurrido.

La falta de regulaciones claras y la dificultad para controlar estas mascotas inusuales es la razón principal de limitar la presencia de animales a aquellos que cumplen con las normas legales vigentes para garantizar la protección de todas las personas involucradas.