Fuzzy, el “oso heladero” que irrumpió en una tienda para probar su sabor favorito

Atraído por los aromas dulces, degustó diferentes helados antes de ser descubierto por un guardia de seguridad

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Un oso apodado Fuzzy sorprendió
Un oso apodado Fuzzy sorprendió a empleados y autoridades al ingresar a una heladería en South Lake Tahoe. (FB: El Dorado County Sheriff's Office)

En las primeras horas del pasado domingo 17 de agosto, un curioso y peludo visitante causó revuelo en una heladería ubicada en Camp Richardson, un complejo turístico de 52 hectáreas en South Lake Tahoe, California. El enorme oso pardo, apodado Fuzzy por las autoridades locales, irrumpió en la tienda y fue sorprendido por un guardia de seguridad mientras exploraba detrás del mostrador, justo junto a la caja registradora, como si fuera un empleado más listo para comenzar su jornada.

Según informó en Facebook la Oficina del Sheriff del Condado de El Dorado, Fuzzy ingresó al establecimiento alrededor de las 4 a.m., presuntamente atraído por los olores dulces de la tienda. La escena fue tan insólita que los agentes que acudieron al llamado “apenas podían creer lo que veían”, un mamífero saboreando el área de degustación, con especial interés por el helado de fresa.

El New York Times relató que el guardia de seguridad escuchó inicialmente ruidos provenientes de lo que pensó era un contenedor de basura, pero al inspeccionar el área con una linterna, descubrió con sorpresa que el contenedor estaba vacío. Fue al rodear el edificio cuando encontró a Fuzzy dentro de la heladería, degustando el menú como un cliente exigente.

Durante su incursión, el oso no se limitó al helado de fresa, sino que también probó varios otros sabores, dejando tras de sí una escena de recipientes volcados, huellas de patas en el suelo y, afortunadamente, muy pocos daños materiales. “Estamos bastante seguros de que no lavó sus garras antes de entrar”, bromeó para el medio citado William Boas, vicepresidente de operaciones de ExplorUS, empresa que opera Camp Richardson, asegurando que toda la reserva de helado tuvo que ser desechada por motivos sanitarios.

¿A los osos les gustan las fresas?

El animal fue sorprendido por
El animal fue sorprendido por un guardia de seguridad y causó pocos daños materiales. (FB: El Dorado County Sheriff's Office)

La preferencia de Fuzzy por el sabor de fresa no es tan extraña como parece, según el santuario Lions Tigers & Bears, con sede en San Diego, los osos negros y pardos son omnívoros, esto significa que consumen tanto carne como vegetales, aunque su dieta suele estar dominada por los segundos elementos dependiendo de la temporada.

Entre sus alimentos favoritos están las bayas, incluidas moras, arándanos, frambuesas y, por supuesto, fresas; además de frutas, su alimentación también puede incluir manzanas, nueces, raíces y hojas. De acuerdo con el Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW), los osos desempeñan un rol ecológico crucial al ser grandes consumidores de frutas, ya que ayudan a dispersar semillas por los ecosistemas que habitan, promoviendo la regeneración vegetal.

Sin embargo, el helado no forma parte de su dieta natural, y podría ser perjudicial para su salud. El alto contenido de azúcar, los productos lácteos y los aditivos artificiales tienen el potencial de causar problemas digestivos en los osos, además de reforzar comportamientos que los acercan peligrosamente a las zonas urbanas.

¿Por qué los osos se acercan a los asentamientos humanos?

El aumento de la presencia
El aumento de la presencia humana en hábitats naturales obliga a los osos a buscar comida en zonas urbanas. (Pixabay)

La escena protagonizada por Fuzzy no es un hecho aislado, a medida que el desarrollo humano invade hábitats naturales, los osos se ven forzados a adaptarse a nuevas fuentes de alimento, muchas veces encontradas en los basureros, campamentos o negocios de comida, lo que los lleva a frecuentar asentamientos humanos con cada vez mayor regularidad.

Los osos pardos, aunque generalmente solitarios, no dudan en modificar sus comportamientos si eso les garantiza comida fácil, el problema radica en que, al acostumbrarse a la comida humana, pierden el miedo natural a las personas, lo que incrementa el riesgo de encuentros peligrosos para ambos, detalla el IFAW.

Además, el aumento de la presencia humana en zonas rurales y recreativas contribuye a que estos animales sean víctimas de accidentes, como atropellamiento, o incluso cazados por ser considerados una amenaza.

Según organizaciones conservacionistas, alimentar a los osos, intencionalmente o por descuido al no asegurar adecuadamente la basura, es una de las causas principales de estos comportamientos, por ello, se hace un llamado constante a los turistas y residentes para no alimentar a los animales silvestres y mantener los espacios naturales libres de residuos.