Menos obesidad en EEUU: la cifra baja por primera vez en 10 años gracias al auge de los inyectables para perder peso

El descenso coincide con el crecimiento del uso de fármacos GLP-1, como Ozempic y Wegovy, según un amplio sondeo nacional realizado entre más de 17.000 adultos

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La obesidad en adultos de
La obesidad en adultos de Estados Unidos bajó a 37% en 2025 tras años de crecimiento sostenido, según encuestas nacionales. (Imagen Ilustrativa Infobae)

La proporción de personas adultas con obesidad en Estados Unidos descendió en 2025 después de varios años de crecimiento, fenómeno que afecta a millones de ciudadanos de todas las regiones y plantea posibles cambios en el abordaje de la salud pública. El nuevo escenario surge tras la rápida expansión del uso de fármacos inyectables diseñados para bajar de peso, según los resultados de encuestas nacionales recientes.

El estudio nacional utilizó entrevistas virtuales a casi 17.000 adultos estadounidenses entre enero y septiembre de 2025, y confirmó que la prevalencia de obesidad disminuyó a 37%. Tres años antes, el mismo indicador había registrado su cifra más elevada, con un 39,9%. Esta reducción equivale a alrededor de 7,6 millones de adultos que ya no forman parte de la categoría de obesos, según señaló el informe publicado.

La investigación se basa en el índice de masa corporal (IMC) como criterio oficial, definiendo la obesidad desde una medición igual o mayor a 30. Este patrón, recomendado por entidades federales, permite hacer seguimientos y comparaciones internacionales precisas con la situación sanitaria del país.

¿Por qué disminuye la obesidad en EE.UU. y cómo se vincula con nuevos fármacos?

Por primera vez desde hace una década, los datos reflejan una baja generalizada de la obesidad en la población adulta. Entre los factores identificados, el uso creciente de medicamentos GLP-1 como la semaglutida (conocida comercialmente como Ozempic y Wegovy) se posiciona como elemento clave. Estos tratamientos, originalmente indicados para combatir la diabetes tipo 2, han sido autorizados en años recientes para el manejo del sobrepeso, lo que amplió su uso entre adultos estadounidenses.

En el informe, el uso de medicamentos inyectables para adelgazar pasó de 5,8% en febrero de 2024 a 12,4% en el promedio de los primeros tres trimestres de 2025. Esta duplicación en el porcentaje de usuarios ocurre de manera simultánea a la reducción de los índices de obesidad. El texto señala: “Con el aumento en el uso de inyectables GLP-1, la obesidad muestra caídas consistentes en la mayor parte de la población adulta desde 2022”.

El uso de medicamentos inyectables
El uso de medicamentos inyectables GLP-1 como semaglutida y liraglutida se duplicó y se asocia con la reducción de la obesidad. (Imagen Ilustrativa Infobae)

¿En qué grupos de edad se observa la mayor disminución de obesidad?

El descenso en los niveles de obesidad se distribuye de forma desigual en la población. Según los datos oficiales, las franjas de 40 a 49 años y 50 a 64 años protagonizan los mayores descensos. Estos segmentos etarios también concentran el uso más alto de medicamentos para la reducción de peso, lo que sugiere una correlación relevante y apunta a cambios en los hábitos de atención médica en personas de mediana edad.

Estas cifras se consideran el primer indicio de una posible evolución estructural en la lucha contra el exceso de peso, que podría alterar la tendencia mantenida por más de una década en el país.

¿Qué impacto tienen los medicamentos GLP-1 en la salud pública?

Los fármacos GLP-1, que incluyen moléculas como la semaglutida y la liraglutida, cumplen doble función clínica: sirven tanto para controlar los niveles de glucosa en sangre en la diabetes tipo 2 como para facilitar la pérdida de peso en personas con obesidad o sobrepeso. La Agencia de Medicamentos y Alimentos (FDA) autorizó su uso para la reducción de peso a partir de 2021. A partir de entonces, su consumo aumentó de manera estable entre quienes buscan alternativas médicas a las dietas convencionales.

El seguimiento epidemiológico reveló que, aunque la diabetes tipo 2 persiste en niveles elevados, con 13,8% de los adultos encuestados diagnosticados con esta enfermedad, la disponibilidad de opciones inyectables abre una nueva etapa en el manejo de enfermedades metabólicas. El informe oficial afirma: “Gallup no midió el uso de GLP-1 para adelgazar en 2022 o 2023, pero la información disponible a través del Well-Being Index es congruente con reportes sobre un crecimiento sostenido en el consumo desde la aprobación inicial de la FDA en 2021”.

¿Cómo se comparan las tasas de obesidad actual y pasada en Estados Unidos?

Hasta el reporte de 2025, la tendencia mostraba incrementos sostenidos en la obesidad adulta. Las estadísticas oficiales ubicaban el indicador en torno al 40% en años recientes, una cifra que contrastaba con los promedios globales y que colocaba a Estados Unidos en los primeros lugares entre países occidentales.

Las nuevas cifras confirman una baja estadísticamente significativa, que se traduce en millones de personas menos documentadas con obesidad en todo el territorio nacional. A pesar de esto, los expertos del informe advierten que el país sigue superando ampliamente el registro de condiciones similares en Europa y Asia, donde los controles poblacionales, patrones alimenticios y opciones de tratamiento presentan características diferentes.

Las franjas etarias de 40
Las franjas etarias de 40 a 64 años lideran el descenso de obesidad y concentran el mayor consumo de fármacos para bajar de peso. (Imagen Ilustrativa Infobae)

¿Cuál es la metodología utilizada para medir la obesidad y sus límites?

La medición consistió en la autodeclaración de peso y estatura por parte de los participantes, herramienta habitual en las encuestas nacionales de salud pública. Si bien reconocen la posibilidad de sesgo individual, los autores del trabajo justifican que el uso continuado del mismo método garantiza la capacidad para comparar los datos de forma longitudinal.

El documento aclara que el estándar para definir la obesidad se mantuvo igual durante las sucesivas rondas de entrevistas, lo que asegura consistencia en los resultados reportados. El informe señala: “Dado que el método para recolectar reportes autodeclarados de peso y talla se ha mantenido sin modificación, la tendencia aporta información de valor sobre los cambios en el tiempo”.

¿Estados Unidos sigue superando a otros países en obesidad?

Pese a la reducción documentada, Estados Unidos mantiene tasas por encima de la media mundial. Los datos oficiales indican que, alcanzando un 37% de personas adultas obesas, la nación aún está lejos de los niveles registrados en países europeos y asiáticos. El texto resalta que, si bien este descenso representa el primer avance en más de diez años, todavía se requieren medidas de monitoreo y prevención sostenidas para consolidar el cambio.

¿Qué significan estas cifras para la política sanitaria y el sistema de salud?

El descenso en la prevalencia de obesidad acarrea posibles beneficios para los sistemas de salud, dada la vinculación de esta enfermedad con múltiples padecimientos crónicos, como enfermedades cardíacas, diabetes y ciertos tipos de cáncer. Las autoridades y grupos sanitarios consideran clave continuar evaluando el impacto de los nuevos tratamientos y el acceso a ellos, ya que la demanda sostenida podría influir en el gasto sanitario público y en la política de aseguradoras.

El panorama 2025 introduce desafíos y oportunidades para los responsables de definir estrategias de promoción de la salud y controlar la expansión de la obesidad en el futuro cercano. El seguimiento oficial contempla el análisis permanente de los datos y la actualización de protocolos clínicos acorde con la evidencia disponible.

Estados Unidos sigue superando a
Estados Unidos sigue superando a Europa y Asia en tasas de obesidad, pese a registrar su primer descenso en más de una década. (Imagen Ilustrativa Infobae)

¿Cómo afecta la tendencia a los distintos sectores de la población?

La bajada en los niveles de obesidad no es uniforme. El estudio subraya que los mayores beneficiados corresponden a los tramos de mediana edad, especialmente entre 40 y 64 años, donde el acceso y uso de medicamentos es más frecuente. No obstante, existen diferencias en la adopción de tratamientos entre regiones, razas y estratos sociales, lo que motivará próximas investigaciones.

Los expertos recomiendan observar la evolución en adolescentes y jóvenes adultos, segmentos que, si bien no lideran el consumo de nuevos fármacos, podrían verse impactados en los siguientes ciclos si la tendencia en adultos mayores se mantiene estable.

¿Existen limitaciones o advertencias sobre los datos publicados?

El informe reconoce que la autopercepción y reporte individual de peso puede estar sujeta a distorsiones involuntarias, aunque señala que este es un desafío extendido entre los estudios de salud autodeclarativos. La consistencia metodológica, sin embargo, facilita la identificación de tendencias y diferencias significativas a largo plazo.

En materia de acceso, la investigación recalca que aún no se han medido de manera exhaustiva los posibles efectos adversos o el costo real de las nuevas terapias para bajar de peso, que en algunos sectores presentan restricciones de cobertura o distribución.

¿Cuáles son las perspectivas a futuro según la información recabada?

El descenso en la obesidad adulta estadounidense, confirmado en 2025, plantea interrogantes sobre la posibilidad de consolidar la tendencia y expandir el acceso a tratamientos efectivos. El monitoreo permanente de la situación, junto a la actualización en protocolos de atención, se proyecta como una prioridad tanto para instituciones federales como para los sistemas estatales y privados de salud.

El siguiente paso, según se desprende del reporte nacional, consiste en reforzar la vigilancia, ampliar la cobertura de intervenciones validadas y acentuar las campañas de prevención, con especial foco en las regiones y grupos sociales con mayor vulnerabilidad.