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El presidente de Estados Unidos,
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mostró una imagen de una representación del nuevo salón de baile de la Casa Blanca que se construirá. Lo hizo durante una reunión con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, en el Despacho Oval de la Casa Blanca este 22 de octubre de 2025 (REUTERS/Kevin Lamarque)

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este miércoles que la histórica Ala Este de la Casa Blanca está siendo demolida completamente para dar paso a un salón de baile de USD 300 millones, una intervención mucho más amplia de lo anunciado previamente.

Trump detalló a la prensa, en un evento en el Despacho Oval junto al secretario general de la OTAN, Mark Rutte, que, tras consultar con arquitectos, optó por “demolerla por completo” en lugar de realizar solo una demolición parcial. Al fondo del evento, las máquinas excavadoras trabajaban sobre la fachada, dejando a la vista escombros, vigas y cables.

El Ala Este, construida en 1902 y renovada en 1942, concentra tradicionales oficinas de primeras damas, además de otras dependencias. El mandatario, cuyo despacho permanece en el Ala Oeste, aseguró que la nueva estructura de 8.360 m2, con capacidad para mil personas, responde a la necesidad de celebrar cenas de Estado y eventos que hasta ahora se organizaban en carpas.

De acuerdo con Trump, la demolición representa una mejora al facilitar un diseño más sólido y barato frente a una simple ampliación. La decisión incrementó el coste previsto, pasando de USD 250 millones —citados por la Casa Blanca días atrás— a los USD 300 millones actuales y se financia, aseguró el presidente, sin coste para los contribuyentes. “El salón de baile de la Casa Blanca está siendo financiado de forma privada por patriotas generosos, grandes empresas estadounidenses y, por supuesto, por mí”, sostuvo en una publicación en sus redes sociales.

Trump habló con la prensa
Trump habló con la prensa junto a una maqueta del nuevo salón de baile de la Casa Blanca que se construirá en Washington DC (REUTERS/Kevin Lamarque)
Una maqueta del nuevo salón
Una maqueta del nuevo salón de baile de la Casa Blanca se exhibió en el Despacho Oval durante la reunión de Trump con Mark Rutte (REUTERS/Kevin Lamarque)

Según la Casa Blanca, la demolición arrancó este lunes, aunque aún no cuenta con la aprobación formal de la National Capital Planning Commission (NCPC), organismo federal encargado de este tipo de proyectos públicos en Washington. Durante la última reunión de la comisión, su presidente y secretario general de la Presidencia, Will Scharf, afirmó que el organismo no tiene jurisdicción sobre tareas de demolición ni obras preparatorias en edificios federales, sino únicamente sobre construcciones verticales. No quedó claro si los planes finales del salón fueron presentados para su revisión.

La demolición ha generado reacciones encontradas. La National Trust for Historic Preservation expresó en una carta pública que la escala de la futura construcción, que duplicará, por sí sola, los 5.110 m2 de la residencia principal, supondrá un impacto irreversible en el equilibrio arquitectónico original. Varios sectores políticos cuestionaron además la ausencia de consulta pública y transparencia en la toma de decisiones.

Obreros con maquinaria pesada iniciaron
Obreros con maquinaria pesada iniciaron la demolición del Ala Este de la Casa Blanca el lunes 20 de octubre de 2025 (AP Foto/Evan Vucci)
Un equipo de demolición desmontó
Un equipo de demolición desmontó la fachada del ala este de la Casa Blanca el 21 de octubre de 2025 (REUTERS/Jonathan Ernst)

Las críticas se elevaron por parte de la oposición demócrata, incluida la ex primera dama Hillary Clinton, quien afirmó: “No es su casa. Es nuestra casa. Y él la está destruyendo”. La senadora de Hawaii, Mazie Hirono, consideró que la demolición simboliza “lo que Trump está haciendo a nuestra democracia”. Por su parte, la senadora Elizabeth Warren criticó que mientras la población enfrenta un elevado costo de vida, el gobierno priorice construcciones suntuosas.

Desde la Casa Blanca replicaron en un comunicado que se trata de una “visión audaz y necesaria”, en línea con renovaciones previas promovidas por otros presidentes, citando como ejemplo la transformación por parte de Barack Obama de la cancha de tenis en un campo de baloncesto. Además, puntualizaron que las oficinas del Ala Este se trasladarán temporalmente mientras duren las obras y que la zona será modernizada para aumentar la seguridad.

El avance de la demolición ha sido documentado por reporteros desde las inmediaciones del Departamento del Tesoro. La planificación indica que el nuevo salón quedará listo antes del término presidencial, en enero de 2029. Se espera también que la Casa Blanca divulgue próximamente la lista de donantes, no dado a conocer hasta el momento.

El Ala Este, construido en 1902
El Ala Este, construido en 1902 y renovado en 1942, concentra tradicionales oficinas de primeras damas, además de otras dependencias (REUTERS/Jonathan Ernst)
Un equipo de demolición desmonta
Un equipo de demolición desmonta el Ala Este de la Casa Blanca, espacio donde se construirá el salón de baile propuesto por Trump (REUTERS/Jonathan Ernst)

Entre los aportes destacados figura el de Carrier Global Corp., fabricante líder de sistemas HVAC, que donará el sistema de aire acondicionado, según confirmó la empresa a Associated Press. Hasta el momento no trascendió la cuantía de ese aporte ni de otros donantes empresariales, aunque medios estadounidenses reportaron una cena para recaudadores de fondos en la que estuvo presente la cúpula de grandes firmas tecnológicas.

Trump argumentó que la Casa Blanca “requiere desde hace 150 años un salón de baile adecuado” para albergar dignatarios internacionales, porque la East Room apenas permite acomodar a 200 personas frente a la capacidad de 1.000 del nuevo espacio. El jefe de Estado también se mostró satisfecho con el avance de las obras, afirmando que el sonido de la maquinaria “es música” para sus oídos, en palabras recogidas por AFP durante un almuerzo con senadores republicanos. El White House Ballroom, con muros acristalados y más grande que la residencia presidencial, supondrá la mayor transformación estructural de la Casa Blanca desde la ampliación del Truman Balcony en 1948.

(Con información de AFP, AP y EFE)