Guardar
Un grupo de mujeres desafió
Un grupo de mujeres desafió al sistema al votar por primera vez en el siglo XVIII (foto: Freepik)

En la historia de los derechos civiles estadounidenses, se da por hecho que el sufragio femenino tuvo su aparición en la década del 1920, junto a la Enmienda 19 de la Constitución. Sin embargo, un episodio singular y sorpresivo se dio mucho antes en Nueva Jersey.

Un vacío legal y una serie de transformaciones en las leyes estatales permitieron que, a finales del siglo XVIII, las mujeres pudieran ejercer el derecho al voto durante un breve pero significativo periodo. Este episodio, poco conocido, marca un capítulo excepcional en la historia de la lucha por la igualdad.

Una brecha legal que abrió urnas

Tras la independencia, el sistema electoral de Estados Unidos era un mosaico de reglas cambiantes que variaban según cada estado y respondían a intereses sociales y políticos locales. Si bien el concepto dominante era que el voto correspondía casi exclusivamente al ciudadano varón, blanco y propietario, las constituciones de algunos estados, incluyendo Nueva Jersey, no especificaban el sexo de los votantes.

La Constitución de Nueva Jersey, redactada en 1776, adoptó una terminología innovadora: “No se le concederá derecho a votar en otra jurisdicción que no sea aquella en la que él o ella resida”.

Con el simple pero radical cambio de pronombres, Nueva Jersey se convirtió en el primer estado en reconocer explícitamente a las mujeres como votantes legítimos. “El estado reconoció intencionada y explícitamente a las mujeres como votantes”, señala National Geographic.

Aunque la legislación aún imponía la condición de ser propietarias o contribuyentes, un segmento de mujeres, especialmente viudas y algunas esposas con propiedades a su nombre, quedaron habilitadas para participar en las elecciones.

Retrato de 1877 que muestra
Retrato de 1877 que muestra "El sufragio femenino en Nueva Jersey", según el Popular Monthly de Frank Leslie (foto: Wikipedia)

La “brigada de las enaguas” y su repercusión política

El fenómeno alcanzó notoriedad en 1797, cuando periódicos reportaron la participación activa de mujeres en los comicios legislativos. El diario New London Bee describió el suceso de la siguiente forma: “En el condado de Essex, tres candidatos a la legislatura estatal lograron la victoria pese a una fuerte oposición de ambos sexos. En Elizabethtown, las damas federales, solteras y casadas, beligerantes de la Vindicación de los Derechos de la Mujer de [Mary] Wollstonecraft, salieron a apoyar a sus candidatos favoritos y emitieron su voto sumando 75 cabezas”.

Este acto electoral femenino desconcertó al sector político. Los periódicos satirizaban abiertamente la situación, y surgió el apodo de “brigada de las enaguas” para referirse a este nuevo grupo de votantes.

En ese sentido, en versos burlescos, se leía: “Aunque reforzada por la banda de las enaguas, el verdadero valor republicano no pudieron superar. De sus desastres, con triunfo cantaremos, porque la facción de las enaguas es algo peligroso”.

Sin embargo, el cambio social implicó más que un simple gesto de apertura. La intervención femenina en la política molestó a líderes y partidos, que no dudaron en movilizarse para revertir la situación. “Su impacto provocó una carrera entre los legisladores por excluirlas”, recalca National Geographic.

Un grupo de mujeres reclama
Un grupo de mujeres reclama su derecho al voto en Nueva Jersey en 1914 (foto: Wikipedia)

Restricciones legales y retroceso al status quo

El breve periodo de derechos electorales para mujeres en Nueva Jersey tuvo su propio talón de Aquiles. Si bien la redacción legal era incluyente, el sistema seguía exigiendo la propiedad de bienes raíces o el pago de impuestos para ejercer el voto.

Casi todas las mujeres casadas carecían de propiedad legal, ya que bajo las leyes de la época, los bienes matrimoniales pasaban a ser administrados únicamente por los esposos.

Recién en 1797, otra reforma flexibilizó estos requisitos y permitió que una franja más amplia de mujeres, incluidas viudas y algunas esposas, pudieran votar al eliminar el requisito de “posesión indiscutible” de propiedad.

La lucha de las sufragistas
La lucha de las sufragistas está marcada por ser una historia de lucha, sacrificio y éxito (foto: Wikipedia)

Ese mismo año, muchas mujeres acudieron nuevamente a las urnas, incluso en elecciones para la asamblea legislativa, aunque la cifra exacta se desconoce. La presión política y la polarización electoral continuaron creciendo, y en 1807, la respuesta fue contundente: Nueva Jersey enmendó su constitución para restringir el derecho al voto a “hombres blancos contribuyentes”.

Y aunque ese día todas las mujeres, junto a otros grupos excluidos, vieron truncados sus derechos civiles, sin saberlo habían dado el puntapié inicial a un período de luchas y sacrificios que culminaría recién en el siglo XX.