Estados Unidos entró cierre gubernamental luego de que los demócratas del Senado rechazaran por segunda vez la resolución de continuidad impulsada por los republicanos para extender la financiación hasta el 21 de noviembre. La votación se produjo horas antes de la medianoche.
Con la falta de acuerdo, las agencias federales comenzaron a quedarse sin fondos a las 12:01 am de este miércoles, provocando la paralización de algunas operaciones esenciales y no esenciales. Entre los efectos inmediatos se incluyen el cierre de agencias, parques nacionales y museos, así como la congelación de salarios de empleados federales, incluidos los que deben permanecer en sus puestos, como fuerzas armadas y controladores aéreos.
El último cierre del Gobierno ocurrió en 2018-2019 y se prolongó durante 35 días.
A continuación, la cobertura minuto a minuto del “shutdown” en EEUU:
La Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental informó en su cuenta de X que, “debido a la falta de asignaciones, la cuenta no se actualizará periódicamente hasta que se reanuden todas las operaciones, con excepción de información urgente de seguridad y protección nacional”.
Los cierres gubernamentales en EEUU han tenido duraciones muy variadas a lo largo de la historia reciente. Durante el primer mandato de Donald Trump, se produjeron tres cierres, incluido el más largo de la historia estadounidense, que duró 35 días.
Antes de Trump, el récord anterior correspondía a Bill Clinton, cuyo cierre se extendió 21 días en 1995, hacia el final de su primer mandato. En ese momento, los republicanos controlaban la Cámara de Representantes y el Senado y buscaban aprobar un presupuesto que limitara, entre otras cosas, el gasto en Medicare.
De manera similar, Barack Obama enfrentó un cierre de 16 días en 2013, relacionado con la legislación sobre atención médica propuesta por su administración.
Durante la presidencia de Ronald Reagan, se registraron ocho cierres a lo largo de sus dos mandatos en la década de 1980, aunque todos fueron relativamente cortos. La brecha de financiación más larga durante su gobierno duró apenas tres días, mucho menos que los cierres prolongados de los presidentes posteriores.
La ex vicepresidenta Kamala Harris responsabilizó a los republicanos por el cierre del Gobierno federal en una publicación realizada en X. “El presidente Trump y los republicanos del Congreso acaban de cerrar el gobierno porque se negaron a detener el aumento de los costos de atención médica”, indicó.
“Seamos claros: los republicanos están a cargo de la Casa Blanca, la Cámara de Representantes y el Senado. Este es su cierre”, afirmó.
El cierre del Gobierno de Estados Unidos se mantiene debido a un profundo impasse entre el presidente Donald Trump y los demócratas del Congreso, que impidió alcanzar un acuerdo de financiación. Para poner fin, los republicanos y demócratas necesitan encontrar un consenso sobre los niveles de gasto y los programas incluidos en cualquier resolución de continuidad.
Los republicanos controlan tanto la Cámara de Representantes como el Senado, y ya lograron importantes victorias presupuestarias este año. El proyecto de ley “One Big Beautiful Bill”, aprobado en julio, impulsó el gasto en defensa y control migratorio, redujo el gasto en energía verde y otras prioridades demócratas, e implementó recortes en Medicaid para financiar reducciones de impuestos centradas principalmente en los ricos.
Los republicanos apoyan extender la financiación a los niveles actuales hasta el 21 de noviembre para ganar más tiempo en las negociaciones anuales.
Los demócratas, como partido minoritario, necesitan al menos siete votos para avanzar cualquier proyecto de gasto en el Senado, donde se requieren 60 votos para aprobar la mayoría de las leyes.
Están usando esa influencia para impulsar la renovación de los subsidios ampliados de la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA) y para impedir que la Casa Blanca ignore unilateralmente sus disposiciones.
También buscan revertir restricciones incluidas en el “One Big Beautiful Bill”, lo que proporcionaría cobertura médica a siete millones de estadounidenses para 2035 y aumentaría el gasto público en salud en 662.000 millones de dólares en 10 años.
Los republicanos se muestran abiertos a considerar las exenciones fiscales que expiran, pero sostienen que este asunto debe resolverse por separado.
Estados Unidos entró en un cierre del gobierno federal luego de que demócratas y republicanos no lograran ponerse de acuerdo sobre la financiación. El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, había advertido que el cierre era “inevitable” y responsabilizó al líder de la minoría en el Senado, Chuck Schumer, por no lograr que los demócratas respaldaran la propuesta de financiación presentada por los republicanos
Los líderes demócratas Hakeem Jeffries y Chuck Schumer responsabilizaron directamente al presidente Donald Trump y al Partido Republicano del “shutdown”.
En una declaración conjunta, indicaron: “Después de meses de hacer la vida más difícil y más cara, Donald Trump y los republicanos ahora han cerrado el gobierno federal porque no quieren proteger la atención médica del pueblo estadounidense”.
Jeffries y Schumer reiteraron que los demócratas “siguen dispuestos a encontrar un camino bipartidista para avanzar” y agregaron: “Necesitamos un socio creíble”.
La Secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, informó a través de X que los “agentes del orden público seguirán trabajando durante el cierre gubernamental demócrata para garantizar la seguridad” de EEUU.
“Más de 200,000 de estos patriotas se quedarán sin paga. Los demócratas obligarán a más de 150.000 oficiales y casi 50.000 miembros de las fuerzas armadas (nuestra primera línea de defensa) a seguir protegiendo a nuestra nación sin cobrar”, aseguró.
Por primera vez desde 2018, el gobierno federal de Estados Unidos entró en cierre tras el rechazo del Partido Demócrata en el Senado a la última propuesta republicana para financiar la administración federal.
El cierre temporal del gobierno federal de Estados Unidos afecta a millones de viajeros. Según informó ABC News, entidades clave del sector de transporte continuarán operando, aunque con limitaciones y bajo un clima de incertidumbre para empleados y usuarios.