El gobierno de Estados Unidos revocó la autorización especial que permitía a Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) exportar equipos estadounidenses de fabricación de chips a su planta en Nanjing, sin requerir una licencia previa, según informaron portavoces de la compañía el martes. La medida, efectiva a partir del 31 de diciembre de 2025, elimina el estatus de “usuario final validado” (Validated End User, VEU), y exigirá que las futuras entregas de maquinaria estadounidense al complejo chino sean aprobadas individualmente por el Departamento de Comercio.
La decisión sigue pasos recientes del gobierno estadounidense de revocar beneficios semejantes a las filiales chinas de Samsung y SK Hynix, dos grandes fabricantes surcoreanos de chips de memoria. En esos casos, las revocaciones serán efectivas 120 días después de su anuncio, hecho público el viernes.
Las restricciones afectan fábricas que producen chips para productos electrónicos de consumo y aplicaciones industriales. El centro de TSMC en Nanjing utiliza tecnología de última generación suministrada por empresas como KLA, Applied Materials y Lam Research, cuyos valores en bolsa descendieron alrededor de 2% tras publicarse las novedades, en línea con una baja general de las acciones tecnológicas. TSMC también explota una planta en Shanghái, donde opera con tecnologías menos avanzadas.
La revocación no prohíbe a TSMC exportar equipos estadounidenses a China, pero modifica el régimen al obligar a la empresa a solicitar permisos para cada envío futuro sujeto a revisión por parte de Washington. Un portavoz de la empresa declaró: “TSMC ha recibido notificación del gobierno de EEUU de que nuestra autorización de usuario final validado para TSMC Nanjing será revocada con efecto el 31 de diciembre de 2025. Aunque estamos evaluando la situación y tomando medidas adecuadas, incluyendo conversaciones con el gobierno estadounidense, seguimos plenamente comprometidos con garantizar la operación continua de TSMC Nanjing”.
La medida se produce mientras continúan las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China. La administración Trump, según ambos cables, había evitado imponer controles de exportación más estrictos en un intento de no tensar las conversaciones antes de posibles reuniones entre Donald Trump y Xi Jinping.
El Departamento de Comercio estadounidense ha señalado que planea conceder licencias para permitir que estas empresas extranjeras mantengan la operación de sus actuales fábricas en China, pero no autorizará exportaciones destinadas a “expandir la capacidad o actualizar la tecnología” de las plantas chinas. Fuentes de prensa señalan que hay una acumulación de solicitudes de licencias de exportación pendientes de resolución, lo que podría ralentizar las entregas a las plantas asiáticas.
TSMC había recibido previamente exenciones para operar en China después de que Washington impusiese amplias limitaciones a la exportación de equipos de fabricación de chips a ese país en 2022. La fabricación de microprocesadores más avanzados, como los aceleradores de inteligencia artificial de Nvidia, se concentra fuera de China bajo los actuales controles estadounidenses.
En paralelo, China busca multiplicar por tres su producción de procesadores de inteligencia artificial en el próximo año, como publicó reciente la prensa internacional, en un contexto de competencia internacional por el liderazgo tecnológico.
(Con información de Reuters y Financial Times)