
Ed Lovely y su compañero contemplaron incrédulos el enorme tiburón que acababan de capturar. La pesca, ocurrida frente a la costa de Stonington, Connecticut, podría convertirse en un hito, pues el ejemplar de aproximadamente 317 kilogramos (700 libras) ronda el récord del mayor tiburón jamás capturado en aguas del estado, generado expectativas sobre la confirmación oficial de la hazaña.
Lovely, de 46 años, reconoció ante el medio: “Todavía no puedo creer que hayamos hecho esto”. El pescador, quien dirige una empresa de paneles de yeso en Hampton, Connecticut, explicó que la jornada comenzó como cualquiera de sus excursiones habituales. Colocando globos “que actúan como flotadores para mantener el cebo a la profundidad necesaria”, relató sobre el ritmo pausado inicial.
Pero, como describió, basta un instante para que todo cambie: “De repente, ¡bang!, un tiburón ataca y se desata el caos”.
Casi cinco metros de largo y más de 300 kilos

La tarde del 30 de julio, después de varias horas a la deriva, la decisión de internarse un kilómetro y medio más en el mar resultó determinante. Lovely lanzó nuevamente el sedal y, casi de inmediato, sintió la potente mordida del tiburón. “¡Pum! ¡Siento algo!” exclamó mientras comenzaba una batalla que duró varias horas. El tamaño del animal solo quedó claro tras mucho esfuerzo: “Es el tiburón más grande que he visto en mi vida”, admitió asombrado.
Tanto él como su amigo, estuvieron luchando más de seis horas para capturar al gigantesco animal marino. Tan pronto como lo atraparon, la camaradería llenó el ambiente. Ambos se tumbaron en la cubierta y “empezaron a reír como niños, simplemente tumbados llí en la oscuridad con los faros encendidos”, recordó Lovely durante su diálogo con ABC News.
Los desafíos continuaron tras la captura. El tiburón zorro, de 4.9 metros, superaba la longitud del propio bote, de 4.8 metros (15.9 pies). Sin otra opción, ambos pescadores lo amarraron al costado y regresaron al muelle en plena madrugada, ayudados luego por el hijo de Lovely y un remolque.
Según detalló el propio protagonista, solo la “fuerza mental” permitió que completaran la faena, recordando ese instante en que sopesaron abandonar: “Le dije a mi amigo: ‘Está anocheciendo, no tengo luces, quizá deberíamos cortar la línea’. Se dio la vuelta, me miró y dijo: ‘No vamos a cortar la línea, estamos todos a por todas’”.
A la espera de la confirmación de las autoridades

Ahora, todo queda a la espera de la decisión de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) y del Departamento de Energía y Protección Ambiental de Connecticut, cuyos voceros adelantaron a ABC News que la hazaña se encuentra bajo evaluación para el Premio al Trofeo de Pescado Marino.
Mientras esperan a la decisión de la administración oceánica, la carne del gigantesco tiburón ya ha sido procesada, como explicó la esposa de Lovely: “La carne del tiburón ha sido cortada, fileteada y colocada en hieleras para compartirla con amigos y familiares”. Preguntado si volvería a intentar una captura semejante, Lovely fue contundente: “Absolutamente no”. Y sentenció con ironía: “Si hay uno tan grande en juego, me corto la fila”. Para quienes sueñan con semejante proeza, resumió su consejo en una frase: “Anímate y pruébalo”.
El tiburón zorro (Alopias vulpinus) es generalmente de color marrón, gris, o azul grisáceo habita en aguas templadas de todo el mundo. Su distribución en el Atlántico se extiende desde Terranova hasta Cuba, según especialistas de la NOAA.
Es necesario obtener permisos para poder pescarlo y solo existe un número limitado de ellos disponibles.