
Los conductores de camiones que no dominan el inglés están encontrando mayor flexibilidad normativa en California durante sus recorridos. La diferencia en el tratamiento hacia los camioneros que no cumplen con los requisitos básicos del idioma se ha hecho notoria, especialmente si se la compara con estados fronterizos como Texas o Nuevo México.
Autoridades en California no retiran los permisos ni detienen a estos conductores, limitándose a advertencias verbales y recomendaciones para mejorar sus competencias lingüísticas, según confirmó Alfonso Millán Chávez, representante de la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga en Baja California, en declaraciones recogidas por KGET.
Estas medidas se están aplicando en medio de una actualización reglamentaria iniciada en abril, cuando el entonces presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva que exige a los conductores de camiones norteamericanos demostrar habilidades suficientes en inglés para leer señales de tránsito y comunicarse con las autoridades al cruzar la frontera. Mientras estados como Texas endurecieron sus procedimientos, California decidió ofrecer a los transportistas un margen de adaptación para adecuarse a la normativa federal.
Según explicó Millán Chávez, los controles de carretera aplicados por la Patrulla de Caminos de California (CHP, por sus siglas en inglés) incluyen evaluaciones verbales básicas de inglés. Quienes no superan esta prueba reciben una advertencia, pero pueden retomar su ruta sin sanción adicional. En palabras de Millán Chávez, “las autoridades en California no están siendo tan estrictas como las de Texas o Nuevo México”.

Contraste entre la política migratoria y la regulación californiana
La disposición de las autoridades de California marca un notable contraste con la actitud de sus vecinos del sur de Estados Unidos. En Texas y Nuevo México, los camioneros que enfrentan dificultades para comprender o responder en inglés pueden ser sancionados con la suspensión temporal o revocación de sus permisos de conducir. Estas acciones pretenden garantizar el cumplimiento inmediato de la orden federal y reducir posibles riesgos viales relacionados con las barreras idiomáticas.
En cambio, la tolerancia implementada en California se traduce en “advertencias y recomendaciones, no en sanciones directas ni retiros de licencia”, indicó Millán Chávez a KGET. El representante subrayó que los oficiales de la Patrulla de Caminos suelen impartir instrucciones claras y otorgan a los conductores la oportunidad de corregir su situación. Este enfoque, según los testimonios recogidos, permite a los transportistas regresar a sus actividades mientras adquieren los conocimientos de inglés requeridos.
Programas de apoyo e iniciativas educativas
Ante la exigencia federal y la respuesta flexible de las autoridades californianas, empresas transportistas y la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga en Tijuana colaboran activamente para capacitar a sus conductores. Según informó KGET, estos organismos están desarrollando programas formativos en fines de semana, enfocados en la enseñanza básica del inglés orientada a la labor en carretera. Los cursos buscan que los conductores adquieran competencias esenciales para entender señalización y comunicarse con fuerzas del orden durante inspecciones.
La propia Cámara ofrece asesoramiento y clases para choferes de todas las categorías. Millán Chávez expresó a KGET que “somos respetuosos y conscientes de las nuevas regulaciones, por lo que estamos trabajando estrechamente con las compañías y los conductores para solucionar el reto que representa la barrera del idioma”. Esta labor busca reducir los incidentes relacionados con la falta de comunicación y asegurar la continuidad del flujo comercial a través de la frontera.

El impacto inmediato para transportistas y flotas comerciales
La combinación de la norma federal, el enfoque flexible de California y la aplicación rigurosa en otros estados ha generado preocupación y ajustes logísticos en las empresas transportistas mexicanas. Mientras en Texas existe incertidumbre sobre el futuro laboral de muchos conductores, California se perfila como un corredor clave donde las empresas disponen de tiempo para preparar adecuadamente a su personal.
Millán Chávez enfatizó que la prioridad para su gremio es cumplir con la ley, por lo que se intensifican las acciones para que todos los operadores puedan aprobar los exámenes lingüísticos cuando se les exija. Empresas y sindicatos coinciden, según KGET, en que las capacitaciones semanales deben mantenerse hasta lograr que la totalidad de los conductores esté preparada para cualquier revisión, tanto en California como en los demás estados fronterizos.
La aplicación desigual de la orden ejecutiva, la coordinación entre organismos empresariales y las autoridades, y la adaptación educativa, están configurando un escenario particular en la actividad del transporte internacional en la frontera sur de Estados Unidos. Hasta el momento, la respuesta californiana está permitiendo una transición menos abrupta hacia el cumplimiento total de la normativa lingüística exigida por el gobierno federal.