El exceso de casas sin vender en California enciende alertas sobre precios, demanda y políticas de vivienda pública

Especialistas advierten que el fenómeno podría marcar un punto de inflexión en la dinámica inmobiliaria del estado, con implicaciones económicas y sociales que aún no se terminan de dimensionar

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La sobreoferta coincide con recortes
La sobreoferta coincide con recortes presupuestarios en programas públicos orientados a la vivienda. (Imagen Ilustrativa Infobae)

La oferta de viviendas sin vender en California ha alcanzado niveles no vistos desde 2018, lo que sugiere un cambio profundo en la dinámica del mercado inmobiliario del estado más poblado de Estados Unidos. Según datos recientes compartidos por Mike Simonsen, economista jefe de la plataforma inmobiliaria Compass, hay un 37% más de casas unifamiliares disponibles actualmente en comparación con el año anterior.

Este repunte de inventario ha llamado la atención de analistas y expertos, no solo por su magnitud, sino también por su inusual comportamiento frente al contexto demográfico de California. Aunque el estado ha registrado migración neta negativa desde hace años, el incremento abrupto de viviendas sin vender en 2025 marca una ruptura con las tendencias previas. Para Simonsen, este cambio repentino en el patrón merece un análisis más profundo.

“Lo que llama la atención no es que haya más casas en venta, sino que esto ocurra ahora, después de años de declive poblacional sin un impacto tan marcado en el inventario”, escribió Simonsen en una publicación en X.

El crecimiento del inventario supera por amplio margen al promedio nacional

De acuerdo con un informe publicado por Realtor.com en mayo, el número de viviendas activas en el mercado californiano superó las 64.900 unidades en abril, lo que representa un aumento del 50% respecto al mismo mes del año anterior. En contraste, a nivel nacional el inventario creció un 31%, lo que subraya la magnitud del fenómeno en California.

Las cifras reflejan que, a pesar de una demanda históricamente alta en muchas ciudades del estado, el desajuste entre precios y capacidad de compra estaría ralentizando las transacciones. Realtor.com identificó los precios elevados como un factor central: el costo medio de una vivienda equivale a ocho veces el ingreso anual promedio de un hogar californiano.

Este nivel de desproporción dificulta que muchas familias accedan a créditos hipotecarios o califiquen para pagos iniciales, lo que deja un amplio segmento del inventario sin movimiento durante meses.

Mientras los precios siguen siendo
Mientras los precios siguen siendo altos, miles de unidades permanecen sin comprador en todo el estado. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Factores posibles detrás del aumento de viviendas disponibles: ¿fin de programas y deterioro laboral?

Aunque Simonsen evitó especular sobre las causas, compartió dos teorías aportadas por usuarios y analistas que han ganado terreno en la discusión pública. Una de ellas apunta al fin de varios programas de ayuda al comprador, que durante los últimos años ofrecieron apoyo financiero en mercados de alto costo como el californiano.

En efecto, la propuesta presupuestaria del gobernador Gavin Newsom para el ejercicio 2024-25 contempla una reducción de 1.2 mil millones de dólares en fondos destinados a programas relacionados con la vivienda. Este recorte impacta directamente en iniciativas que ofrecían subsidios, asistencia para pagos iniciales y otras formas de alivio para compradores primerizos.

La segunda hipótesis sugiere que el mercado laboral de California podría estar deteriorándose más rápidamente que en otras regiones del país. Si bien el texto no detalla cifras de empleo, este cambio podría estar reduciendo la confianza de los consumidores e inhibiendo nuevas compras de vivienda.

Comparaciones con otros estados revelan contrastes en las causas del fenómeno inmobiliario

La tendencia al alza del inventario no es exclusiva de California. Simonsen señaló que estados como Florida, Texas y Arizona también han registrado aumentos, aunque en esos casos la causa es más visible: la caída de la migración interna. Estos estados, que hasta hace poco atraían población por sus menores costos de vida, ahora enfrentan un estancamiento en el flujo de nuevos residentes, lo que reduce la demanda de vivienda.

Sin embargo, a diferencia de esos estados, California ya sufría migración neta negativa desde hace tiempo. La pregunta central es por qué el aumento del inventario ocurrió solo recientemente. Para Simonsen y otros analistas, este desfase entre el cambio demográfico y el aumento de la oferta sin absorber requiere un análisis más estructural del mercado californiano.

El mercado inmobiliario de California
El mercado inmobiliario de California experimenta un repunte en la oferta sin precedentes desde 2018. (Crédito: X / @mikesimonsen)

Analistas anticipan una desaceleración en el crecimiento de los precios inmobiliarios

El crecimiento desmedido del inventario empieza a generar efectos secundarios. Según Nick Gerli, fundador y CEO de la firma de datos Reventure App, la oferta disponible en algunas regiones del estado ha subido más de un 50% respecto a 2024. “Es muy realista esperar que, con estos niveles de inventario, los precios de las viviendas se enfrenten a una fuerte desaceleración en los próximos 12 meses”, declaró Gerli a Realtor.com.

Otros analistas consultados por la misma fuente prevén que la sobreoferta podría incluso ejercer presión a la baja sobre los precios, en un mercado ya saturado y con menor apoyo institucional al comprador. Este cambio podría traducirse en una pausa, o incluso en una reversión, del alza sostenida de precios registrada en los últimos años.

Un panorama incierto con impactos más allá del mercado inmobiliario

A medida que el inventario crece y los programas de ayuda se reducen, California podría entrar en una nueva etapa de su ya complejo ecosistema habitacional. Lo que hoy aparece como una acumulación de listados sin comprador puede transformarse pronto en un fenómeno de ajuste de precios, con implicaciones para desarrolladores, compradores y gobiernos locales.

El caso californiano, observado de cerca por economistas y agentes inmobiliarios de todo el país, se convierte así en un laboratorio de estudio para entender cómo responden los mercados de vivienda cuando desaparecen los estímulos y se rompen las dinámicas tradicionales de oferta y demanda.