Esta costumbre típica en fiestas podría terminar en una multa de hasta USD 50,000

Durante las celebraciones del 4 de julio y en otras fechas señaladas en California, el uso de fuegos artificiales se encuentra bajo estricta vigilancia de las autoridades estatales y municipales debido al potencial de estos productos para generar incendios y daños materiales. Las agencias gubernamentales han delineado políticas y estrategias destinadas a minimizar el impacto de la pirotecnia ilegal, estableciendo multas económicas y sanciones administrativas para quienes violen las normativas. La legislación vigente contempla sanciones considerables, con multas máximas de hasta 50,000 dólares en los casos más severos según la gravedad de la infracción y la cantidad de material incautado.

La regulación estatal no solamente define los artículos que están prohibidos, sino que especifica los montos de las sanciones. Las infracciones pueden significar para el infractor sanciones que oscilan entre montos menores y la penalización máxima establecida a nivel estatal. Las instituciones de emergencia y protección civil advierten que el incumplimiento puede acarrear consecuencias económicas y legales graves.

La coordinación entre la California Governor’s Office of Emergency Services (Cal OES), la Oficina Estatal de Bomberos y el Departamento de Bosques y Protección contra Incendios (CalFire) resulta fundamental en la implementación tanto de campañas preventivas como de mecanismos de vigilancia y denuncia. Estas agencias, de manera conjunta, proporcionan información clara sobre la situación normativa y lanzan advertencias periódicas actualizadas en sus portales.

En California, se consideran fuegos artificiales ilegales todos aquellos dispositivos que se elevan al aire, explotan o se desplazan de forma imprevista. Ejemplos incluyen los cohetes de botella, carcasas aéreas y petardos, junto a cualquier otro artículo similar que pueda incrementar el riesgo de incendio o lesiones. Solo los productos etiquetados como “safe and sane” y aprobados por la autoridad pueden venderse y usarse legalmente, limitados a fechas y zonas específicas conforme a las restricciones locales.

Algunas ciudades y condados pueden prohibir cualquier tipo de pirotecnia, incluidos los dispositivos considerados seguros por el estado. Las listas de artículos aprobados o restringidos se pueden consultar en los sitios oficiales de las agencias estatales. Cada ciudadano es responsable de conocer y aplicar la regulación vigente en su lugar de residencia.

La ley estatal aplica sanciones monetarias y, en algunos casos, de cárcel para quienes violen las disposiciones sobre fuegos artificiales peligrosos:

• Por posesión de menos de 11,3 kg (25 libras): multa entre 1,000 y 2,000 dólares.
• Por posesión de entre 11,3 kg y 45,3 kg (25 a 100 libras): multa entre 2,000 y 10,000 dólares.
• Por posesión de entre 45,3 kg y 2,268 kg (100 a 5,000 libras): multa entre 10,000 y 20,000 dólares.
• Por posesión de más de 2,268 kg (5,000 libras): multa de 20,000 a 100,000 dólares.

Además, el infractor puede recibir hasta un año de prisión en el condado, según la gravedad y la reincidencia.

Las sanciones menores (menos de 11,3 kg) se aplican habitualmente a casos personales o domésticos, mientras que los mayores corresponden a actividades de tráfico, almacenamiento o distribución en gran escala.

La normativa y las ordenanzas locales establecen que la responsabilidad por posesión o uso de pirotecnia ilegal puede recaer sobre cualquier persona involucrada, incluyendo a propietarios de inmuebles donde se realice la infracción. Esto permite a las autoridades sancionar de manera más efectiva, particularmente en casos en que los responsables no son identificados directamente pero existe evidencia de que la infracción ocurrió en una propiedad determinada.

Los operativos especiales durante festividades incluyen inspecciones, decomisos y la ejecución inmediata de las sanciones. Las autoridades también promueven la denuncia ciudadana mediante plataformas oficiales y líneas telefónicas para reportar usos irregulares.

Las restricciones obedecen fundamentalmente a la prevención de incendios forestales y daños a la propiedad, además de reducir riesgos de lesiones entre la población. La combinación de condiciones climáticas como altas temperaturas y sequías recurrentes incrementa el riesgo de emergencias ante el uso irresponsable de fuegos artificiales. Las campañas educativas, los avisos de prohibición temporal y los controles aumentados durante el verano se actualizan periódicamente en los portales oficiales.

El marco legal responde a la necesidad de proteger la vida, el medio ambiente y el patrimonio frente a incidentes que pueden escalar rápidamente cuando se utilizan estas sustancias sin autorización ni supervisión. La ciudadanía puede informarse sobre la normativa local y consultar estados de alerta a través de las plataformas estatales habilitadas durante todo el año.

Las agencias estatales mantienen canales oficiales para la denuncia anónima y el reporte de actividades sospechosas. Tanto Cal OES como CalFire y la Oficina Estatal de Bomberos publican en sus páginas los teléfonos y formularios a utilizar para avisar sobre el uso, venta o almacenamiento no autorizado de pirotecnia. Las denuncias ciudadanas permiten reforzar la respuesta de las autoridades y disminuir de manera efectiva los puntos de riesgo en las distintas comunidades.

Estas herramientas están a disposición del público durante todo el año, con campañas de refuerzo en los meses de mayor incidencia. El material confiscado es destruido de manera segura bajo supervisión oficial, siguiendo la normativa detallada en el Código de Salud y Seguridad de California.