Perico Delgado opina sobre las manifestaciones pro Palestina en la Vuelta a España: “Es un problema político, no deportivo”

El exciclista considera que los actos reivindicativos representan una dificultad tanto para la organización como para los participantes

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El exciclista español Perico Delgado
El exciclista español Perico Delgado (Europa Press)

El exciclista y actual comentarista de Televisión Española, Perico Delgado, compartió su opinión acerca de las manifestaciones pro Palestina que han afectado el desarrollo de la Vuelta a España. Para el ganador del Tour de Francia 1988, las protestas que interrumpen la carrera por la presencia del equipo Israel-Premier Tech exceden el ámbito deportivo y corresponden, en sus palabras, “a un problema político”.

Durante su análisis en la retransmisión, Delgado considera que los actos reivindicativos representan una dificultad tanto para la organización como para los participantes. “No resultan favorables ni para la prueba ni para los ciclistas, especialmente por el esfuerzo que hacen”, afirmó, subrayando que esperaría otras formas de protesta que no alteren el transcurso de la competición. El exciclista insistió en que “es un problema político, no deportivo” y tildó de desafortunados los episodios en los que la carrera debió ser interrumpida.

Al referirse a la situación en Gaza y el conflicto entre Israel y Palestina, Delgado sostuvo que la Vuelta a España carece de capacidad para resolver un conflicto internacional. “La Vuelta no puede arreglar el conflicto israelo-palestino, ni los organizadores ni los participantes tienen esa potestad”, expresó durante la emisión, añadiendo que los manifestantes deberían tener esto en consideración. Desde su perspectiva, la presencia del equipo Israel-Premier Tech responde a las normativas de las grandes vueltas ciclistas y excluirlo generaría problemas de organización. “No se puede expulsar al equipo de Israel porque acarrearía complicaciones grandes para la propia carrera”, sostuvo Perico en su intervención.

Los manifestantes pro Palestina en
Los manifestantes pro Palestina en la Vuelta a España (Europa Press)

Respecto al impacto de las manifestaciones, el comentarista indicó que, aunque la protesta pacífica le parece legítima, no puede aceptarse que el desarrollo del evento se vea alterado continuamente. “Protestar es un derecho, pero cuando las acciones interrumpen la vida normal de quienes participan y trabajan, esa frontera marca un riesgo y afecta tanto la percepción internacional de nuestra competición como la imagen del país”, explicó.

Según apuntó el exciclista, la búsqueda de notoriedad parece ser el verdadero objetivo de quienes eligen el marco de la Vuelta a España para manifestarse. “Pienso que lo único que buscan es visibilidad; son protestas muy organizadas, no espontáneas”, aseguró. Perico advirtió sobre la posibilidad de que la solidaridad con las víctimas derive en sensaciones de enfrentamiento, si la protesta invade sistemáticamente el plano deportivo.

Además, Perico formuló una crítica directa a la falta de respuesta de la clase política para canalizar este tipo de demandas y reclamó que el deporte no puede suplantar la gestión institucional de un conflicto internacional. “Si los políticos no actúan, se corre el riesgo de trasladar el problema a escenarios fuera de su contexto, donde solo se consigue perjudicar al deporte”, dijo. Y concluyó que su postura es que el recorrido de la prueba ciclista no debe convertirse en plataforma de reivindicación y que los organizadores y deportistas no pueden asumir la responsabilidad de resolver disputas diplomáticas. “Resulta comprensible el deseo de expresar solidaridad, pero no es la competición el espacio donde deben resolverse estos conflictos”, concluyó.

Nuevas detenciones por las protestas en la Vuelta contra la participación del equipo Israel.

Los ciclistas dicen basta

El sindicato de corredores (CPA), formado por un integrante de cada equipo, ha mantenido una reunión, donde han decidido llevar a votación varias cuestiones. El resultado fue continuar con el desarrollo de la Vuelta. Sin embargo, también decidieron que en caso de que siguieran produciéndose incidentes que pusieran en peligro su integridad, pararán y darán por concluida la etapa correspondiente.

Hasta el momento, el pelotón no había actuado de forma unida ante los sucesivos episodios registrados en la Vuelta a España. En la primera etapa celebrada en Figueras, un grupo intentó cortar la carretera durante el paso del equipo Israel-Premier Tech, objetivo central de las protestas, y el suceso provocó una interrupción peligrosa durante la contrarreloj por equipos. Una situación similar se produjo durante la décima etapa, cuando el ciclista italiano Simone Petilli, del Intermarché-Wanty, sufrió una caída tras la irrupción de activistas en la carretera, en el paso por Lumbier. En Bilbao, la etapa tuvo que acortarse por motivos de seguridad, mientras que otro manifestante provocó la caída de Javier Romo. Un cúmulo de protestas ante las que los corredores han puesto un límite.