El FC Barcelona se levanta para sellar a cañonazos el partido ante el Real Madrid y deja vista para sentencia LaLiga

Eric García, Lamine Yamal y Raphinha fueron los autores de los goles azulgranas que certificaron la victoria de los culés

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Los jugadores del FC Barcelona
Los jugadores del FC Barcelona celebrando un gol ante el Real Madrid (REUTERS/Albert Gea)

El FC Barcelona volvió a hundir a los blancos. El Clásico llegaba con una distancia de tan solo cuatro puntos entre FC Barcelona y los de Carlo Ancelotti, un duelo que decantaría la liga si ganaban los primeros y dejaba en el aire la competición si lo hacían los segundos. Como viene ocurriendo desde el inicio de la temporada, los culés se impusieron en el marcador tras levantarse de la lona a la que les había mandado el Real Madrid con los dos primeros goles de Mbappé. Lejos de bajar los brazos, los de Hansi Flick se lanzaron al ataque para intentar dar la vuelta al resultado. Los jóvenes azulgranas tiraron de coraje y corazón para reponerse de los golpes del eterno rival y ponerse por delante. Mbappé trató de recortar distancias en la segunda mitad, pero no fue suficiente para arrebatar la victoria al FC Barcelona, quien deja LaLiga vista para sentencia

El Clásico llegaba en la recta final de la temporada, con los azulgranas a la cabeza, seguidos de cerca por el eterno rival, de quien le separaban cuatro puntos. El duelo marcaría el final de una temporada donde los blancos han tenido más sombras que luces, y donde la falta de sintonía y entendimiento entre sus jugadores han marcado la campaña. En el lado opuesto, los azulgranas, que recibían en Montjuic al Real Madrid tras registrar un año impecable en el que no caben los peros. Una temporada donde solo la eliminación en semifinales de Champions podía imprimir un sabor agridulce. Sin embargo, perder los tres puntos ante los blancos podía complicarse el título liguero, ese que ya pueden casi rozar con los dedos.

Los de Carlo Ancelotti soñaban con rascar esos tres puntos y quedarse a un punto del FC Barcelona, elevando las esperanzas e ilusiones de llevarse la Liga y maquillar la temporada. Con este sentir arrancaron el partido. No necesitaron más de cinco minutos para adelantarse en el marcador. En el minuto tres, el portero azulgrana arrollaba a Mbappé y el colegiado señalaba la pena máxima. Era el propio francés quien mandaba el balón al fondo de la red y hacía subir el primer tanto para los suyos.

Los jugadores del Real Madrid
Los jugadores del Real Madrid celebrando un gol ante el FC Barcelona (REUTERS/Albert Gea)

Tan solo diez minutos más tarde, de nuevo Mbappé hacía el segundo para el Real Madrid gracias a un balón largo de Vinicius. Los blancos soñaban con aplacar la hegemonía azulgrana a la vez que los aficionados vibraban en las gradas. Pero un 0-2 en el marcador no es suficiente para sellar un partido ante el FC Barcelona, quien todavía no había dicho la última palabra. En el minuto 19, Eric García recortaba distancias gracias a un remate de cabeza que nació de un saque de esquina. A partir de ese momento, los azulgranas se hicieron los duelos y señores del balón y del encuentro, creando ocasión tras ocasión.

Los de Hansi Flick avisaban en la portería de Courtois y en el minuto 32 llegó el segundo. Los azulgranas aterrizaron en el área blanca en tres pases. Ahí le cayó el balón a Ferran, quien nada más ver a su compañero, decidió cederle la bola. Lamine Yamal fijó la mira del cañón y entre todos los jugadores del área pasó el disparo para aterrizar al fondo de la red de la portería de Courtois. La joven estrella azulgrana ponía el marcador en tablas de nuevo. El FC Barcelona había conseguido levantarse de la lona, pero todavía querían más y restaba mucho tiempo para ello.

Raphinha celebrando un gol ante
Raphinha celebrando un gol ante el Real Madrid (REUTERS/Albert Gea)

Dos minutos después, cuando los aficionados todavía estaban celebrando el tanto del empate, llegaba el tercero. Raphinha volvía a vestirse héroe para adelantar al FC Barcelona gracias al maestro del centro del campo, Pedri. Con la batuta de director y el mono de trabajo, el ocho azulgrana puso un balón largo a la espalda de la defensa blanca, para que el delantero brasileño batiera al guardameta belga. Los culés ya estaban por delante en un partido que había comenzado con el Real Madrid ganando por 0-2. Hubo espacio para un tercero antes del descanso, que nuevamente llegaba de los pies de Raphinha. El brasileño certificó el gol que ampliaba distancia sobre el eterno rival.

Mbappé busca un imposible, pero se choca contra el muro azulgrana

Los primeros 45 minutos acabaron con el FC Barcelona por delante por 4-2. El sentir era que el Clásico ya tenía ganador, pero si de algo sabe el club blanco de remontadas, de imposibles, de conseguir el éxito cuando nadie más cree. Modric y Brahim saltaron al terreno de juego para tratar de salvar los trastos, mientras los azulgranas acaparaban la posesión y continuaban evidenciando su hegemonía. Fue en el 70, cuando Vinicius volvió a mandar un balón largo a Mbappé, quien en dos pasos se plantó en el área para batir a Szczęsny, recortar distancias y dar alas a los aficionados madridistas.

El discurso de Mbappé en su presentación en el Real Madrid.

Todavía había tiempo para remontada, todavía había cabida para soñar con una victoria. Sin embargo, el ataque blanco era protagonizado únicamente por un Mbappé en solitario que tiró todo lo que pudo del equipo. Se echó a los suyos a la espalda para tratar de batir al eterno rival. A punto estuvo de conseguirlo con el hat-trick que firmó, pero no fue suficiente para superar al FC Barcelona, que cerca estuvo de hacer el quinto en varios ocasiones, incluso en los últimos minutos de partido. Pero no acabaron de certificarlo. Con el pitido final, sí que certificaron la victoria, una ventaja de siete puntos frente al Real Madrid y dejaron LaLiga vista para sentencia.