Las discusiones entre Scarlett Johansson y Adam Driver en ‘Historia de un matrimonio’, utilizadas por agricultores para asustar a los lobos y proteger al ganado

Las peleas de ambos actores en la película de Noah Baumbach han demostrado ser sumamente eficaces para ahuyentar a los depredadores

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Scarlett Johansson y Adam Driver
Scarlett Johansson y Adam Driver en 'Historia de un matrimonio'. (Netflix)

En 2019, la película Historia de un matrimonio emocionó a millones de espectadores profundizando física y emocionalmente en las heridas que puede provocar un divorcio. Con una Scarlett Johansson en estado de gracia (ese mismo año destacaría también con su papel secundario en Jojo Rabbit) y un descomunal Adam Driver, las discusiones de la pareja, genialmente puestas en escena por Noah Baumbach, pusieron la piel de gallina a más de uno frente a la gran pantalla.

Sin embargo, lo que nadie esperaba entonces era que las trifulcas de este matrimonio mal avenido iba a servir más allá del cine, y mucho menos para lo que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) ha decidido emplear algunas de sus escenas: asustar a los lobos que amenazan a los ganados de diferentes granjas del país.

El cineasta nominado al Óscar Noah Baumbach dirige esta mirada incisiva pero compasiva de una familia que lucha por mantenerse unida a pesar del divorcio.

Tres décadas con problemas con los lobos

Estados Unidos vive, desde hace años, una seria crisis respecto a las manadas cada vez más numerosas de lobos grises al oeste del país. De este modo, tal y como ha informado recientemente The Wall Street Journal, la última técnica para tratar de ahuyentar a estos cazadores con diferentes sonidos. En un reportaje publicado por el citado medio, se relata cómo los drones que utilizan los vaqueros que protegen a los animales llevan “cámaras térmicas que pueden revelar cualquier lobo que aceche en la oscuridad y lo iluminan con un foco. Un altavoz emite sonidos alarmantes como fuegos artificiales, disparos y gente discutiendo”. Más en concreto, la discusión no es otra que la pelea más tensa entre Scarlett Johansson y Adam Driver.

El objetivo de utilizar esta técnica es la de confundir y asustar a los lobos, asociando la presencia humana con el peligro, mientras los drones sobrevuelan y vigilan los pastizales durante la noche. Se trata, en cualquier caso, de una medida extraordinaria que pretende responder a una situación crítica. Al fin y al cabo, desde hace 30 años (cuando se reintrodujo la especie en el Parque Nacional Yellowstone) los granjeros han perdido decenas de animales a causa de los lobos, sin que los métodos tradicionales hayan servido de mucho... por no hablar de la prohibición de dañar a los lobos por su condición de especie protegida.

Un lobo gris mexicano en
Un lobo gris mexicano en la naturaleza. (Departamento de Pesca y Caza de Arizona vía AP /Archivo)

Los números no mienten

“Necesito que los lobos respondan y sepan que, bueno, los humanos son malos”, dice Paul Wolf, supervisor de distrito del USDA en Oregón, en el reportaje del Wall Street Journal. Así, con las discusiones esperan lograr que los lobos asocien a los humanos con experiencias desagradables y eviten el ganado. La estrategia parece funcionar: si antes de los drones habían muerto 11 vacas en 20 días en la zona de la cuenca de Klamath, al sur del estado, “durante los 85 días siguientes, cuando los drones patrullaban, solo dos fueron asesinadas”.

Además de escenas de discusiones cinematográficas, los operadores también utilizan música a gran volumen, por ejemplo Thunderstruck de AC/DC y Blue on Black de Five Finger Death Punch. En una de las operaciones relatadas por el diario, un biólogo logró empujar a dos lobos hacia el bosque reproduciendo esta última canción desde su dron. Habrá que ver si esta técnica sigue siendo útil en un tiempo, ya que los ganaderos estadounidenses han advertido cuán rápido se adapta el lobo a las diferentes estrategias planteadas contra él.

Aun así, la cooperación entre técnicos federales y ganaderos ha permitido reducir la incidencia de ataques, al menos temporalmente, y les brinda alivio. “Me permite dormir por la noche porque mi esposo y yo somos quienes principalmente cuidamos del ganado”, comenta una de las propietarias afectadas.