El director de ‘Los 4 Fantásticos’ confirma que no habrá más montajes: estas son las escenas que se quedaron fuera de la versión final

El estreno de Los 4 Fantásticos ha generado un intenso debate entre los seguidores de Marvel Studios, no solo por la introducción de un nuevo equipo de superhéroes y un universo inédito, sino por las escenas eliminadas que han salido a la luz y la confirmación de que no existirá un Director’s Cut. Según confirmaba el director Matt Shakman, a pesar de la presión de los fans y la existencia de material inédito, las limitaciones técnicas y narrativas impiden la creación de una versión extendida de la película.

La expectación en torno a Los 4 Fantásticos se intensificó cuando, antes del estreno, se supo que John Malkovich, quien interpretó al villano Red Ghost y apareció en el tráiler oficial, no formaría parte del montaje final. De acuerdo con Variety, Shakman reveló que la presencia de Malkovich fue completamente suprimida en la edición definitiva. “Es desgarrador no tenerlo en la película final”, lamentaba el director. La ausencia de Red Ghost no fue la única omisión significativa. Durante la San Diego Comic-Con 2024, Marvel Studios presentó a los asistentes varios clips de prueba que nunca llegaron a la pantalla grande. Entre ellos, se encontraba una secuencia en la que Reed Richards conducía su propio programa de ciencia y ofrecía un recorrido por el edificio Baxter, así como una aparición de Ben Grimm en la versión de Tierra 828 del popular programa The Dating Game. Estas escenas, según detalló Shakman, fueron descartadas para mantener el ritmo narrativo y evitar una sobrecarga de información en un tiempo limitado.

El director explicó que, al tratarse de una película que introduce tanto a un nuevo equipo como a un universo alternativo, el desafío consistía en proporcionar suficiente contexto sin recurrir a la tradicional historia de origen. “Estábamos omitiendo una historia de origen, pero también intentando dar toda la información necesaria para que el público entendiera quiénes eran estos personajes”, señalaba Shakman en la entrevista. Esta decisión llevó a que elementos clásicos de la estructura narrativa, como los “relojes en cuenta regresiva”, tuvieran que ser relegados o eliminados.

La petición de los fans por una versión extendida o Director’s Cut se hizo sentir apenas días después de la premiere mundial en el Dorothy Chandler Pavilion. Sin embargo, Matt Shakman fue tajante al respecto. “Hay tantos efectos visuales involucrados que esas escenas permanecen sin terminar, así que eso no es posible”. Esta explicación técnica responde a la naturaleza de las escenas eliminadas, muchas de las cuales requerían un trabajo de postproducción que nunca se completó.

Shakman defendió la edición final de la película, argumentando que cada corte obedeció a una necesidad narrativa y al objetivo de servir al conjunto de la obra. “Cuando terminas cortando algo, lo haces por una razón”, explicó a Collider. “Estás viendo el panorama general y puedes hacer esos cortes porque tienen sentido y, en última instancia, es por el bien mayor”. Esta postura busca justificar la ausencia de un nuevo montaje, una práctica que en otras franquicias ha servido para satisfacer la curiosidad de los seguidores y ofrecer una visión alternativa del relato.

La imposibilidad de un montaje alternativo no solo se debe a la falta de efectos visuales terminados, sino también a la convicción del director de que la versión estrenada es la más coherente y efectiva para la historia que se quería contar. “Había muchas cosas que equilibrar en esta película, y algunas tuvieron que quedar fuera”, reconoció Shakman, subrayando la complejidad de manejar múltiples líneas argumentales y personajes en un tiempo limitado.

Entre los elementos que no lograron desarrollarse plenamente en Los 4 Fantásticos destaca la subtrama romántica entre Ben Grimm y Rachel Rozman, interpretada por Natasha Lyonne. La participación de Rozman en la historia resultó limitada y abrupta. Su personaje se presenta ante la escuela, Ben la observa en la calle y, de manera repentina, la narrativa avanza hasta una escena en la sinagoga en medio de una crisis global.

La falta de desarrollo de esta relación se atribuye a la necesidad de priorizar el ritmo y la claridad en la presentación de los nuevos personajes y el universo alternativo. La omisión de escenas adicionales que habrían profundizado en la conexión entre Ben y Rachel responde a la misma lógica que llevó a descartar otras secuencias: la búsqueda de un equilibrio entre información, emoción y tiempo disponible.