El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha afirmado que está decepcionado consigo mismo por haber confiado en sus dos exsecretarios de Organización, Santos Cerdán y José Luis Ábalos, pero asegurado que es "un político limpio".
Sánchez ha hecho estas declaraciones en una comparecencia ante el Pleno del Congreso de los Diputados para dar explicaciones tras la imputación de ambos dirigentes socialistas y la entrada en prisión preventiva de Cerdán, por un presunto caso de corrupción y cobro de mordidas.
"Subo a esta tribuna con una honda sensación de decepción, en primer lugar conmigo mismo y sobre todo con aquellos en quienes nunca debí confiar. Pero también subo con la seguridad señorías de ser un político limpio", ha indicado Sánchez al inicio de su intervención.
El líder del PSOE considera que estos casos no justifican el "torrente de insultos" que a su juicio están recibiendo los cargos socialistas en toda España, pero piensa que puede provocar "dudas legítimas" que deben ser contestadas.
Con su comparecencia pretende "recuperar la confianza de los grupos parlamentarios" y tratar de "despejar las dudas" que puedan tener los ciudadanos "legítimamente" tras las recientes informaciones sobre cargos socialistas y lo hará contando todo lo que sabe y dando cuenta de lo que va a hacer para superar la crisis actual.
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