Madrid, 8 dic (EFE).- Los grupos parlamentarios en la oposición en la Comisión de Cultura del Congreso abordan 2025 con crispación ante la falta de avances en leyes en proceso que no acaban de materializarse. Es el caso de la ley del Cine y la Cultura Audiovisual, pero también del Estatuto del Artista que temen no vea la luz hasta fin de legislatura.
En declaraciones a EFE, la diputada del PP Soledad Cruz-Guzmán ha considerado que la Comisión de Cultura "está muerta a nivel legislativo" con leyes culturales "estancadas", pero también desde Vox, el diputado Joaquín Robles critica que desde el Ministerio de Cultura haya más interés en "publicitar la agenda ideológica que la política cultural".
Para el diputado de Vox, los mayores escollos en la ley de Cine son "las subvenciones y la ideología".
También hay tensión con los socios de investidura. ERC admite que la ley del Cine está "bastante parada". Este grupo parlamentario ha trasladado al Ministerio sus "líneas rojas" que pasan por protección, fomento y promoción del catalán y no invasión competencial, una vez que la difusión del patrimonio cinematográfico y audiovisual es competencia exclusiva de Cataluña.
En la misma línea la diputada de Bildu Maite Aizpurua dice desconocer por qué la tramitación va tan lenta: "Es inexplicable" si bien considera que puede tener relación con la "inestabilidad" del Gobierno.
Por su parte, Junts y PNV están en proceso de preparación de enmiendas y prefieren no avanzar el sentido de sus correcciones.
Este clima de crispación, creciendo en los últimos meses, también lo detecta el grupo parlamentario socialista.
"Durante mucho tiempo nos habíamos sentido orgullosos, la mayoría de portavoces, de generar un ambiente de respeto y trabajo colectivo en favor de la cultura, incluso en periodos muy complicados" señala el portavoz de Cultura del grupo socialista, Marc Lamuà.
"Hoy, por desgracia, hay partidos más centrados en la batalla cultural y en cómo mandar mensajes de trinchera a sus espacios políticos, que en hacer una tarea política más generosa pero menos vistosa mediáticamente", explica.
Esta confrontación, que ralentiza el proceso de sacar adelante unas leyes, "desdibuja el trabajo de la comisión", dice este diputado.
Los socialistas reprochan a quienes confrontan porque "acaban frenando debates" que, con un poco de esfuerzo, podrían estar consensuados: "El ruido nada aporta a la política en general ni a la cultura en particular".
Y es que la ley del Cine y la ley de Oficina de Autor no han conseguido salir del cajón de leyes del Congreso en 2024 pese a estar anunciada su aprobación.
No es un texto nuevo de Sumar, ya que viene de 2022 cuando el titular del Ministerio era el socialista Miquel Iceta.
Toca ahora que en 2025 tome impulso, sea enmendada por los grupos y recoja las aportaciones del sector.
El proyecto de ley del Cine y de la Cultura Audiovisual se encuentra publicado en el BOE. Se trata de un proyecto que busca fortalecer la industria audiovisual, incluidas plataformas y series de televisión, que podrán ser objeto de ayudas públicas.
Contempla como novedad dar prioridad a los productores independientes y ayudas públicas en todas las fases de la creación.
En lo que concierne a las plataformas se incluye la obligación de declarar los datos de visionado, igual que las salas de exhibición. También da especial atención a las salas de exhibición independientes y de núcleos rurales y al fomento de las lenguas estatutarias.
Otro asunto pendiente es el Estatuto del Artista, cuyo compromiso de sacarlo adelante con la unanimidad del Congreso se remonta a 2018.
Pese a esa unanimidad y sumar avances en los últimos meses, la posibilidad de tenerlo aprobado en 2025 se percibe como muy baja por los grupos parlamentarios consultados por EFE.
Respecto a este Estatuto, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, se ha congratulado recientemente de los últimos avances conseguidos como la aprobación de un IRPF adaptado a la intermitencia de los ingresos de los artistas.
Se trata de una medida clave, demandada por el sector cultural, como paso previo en el camino hacia un trato fiscal más justo y equitativo para el colectivo de artistas.
No obstante y dado que las 75 medidas del documento tienen que poner de acuerdo a varios ministerios, la negociación se complica, según reconoce la mayoría.
La ley para la creación de una Oficina de Derechos de Autor es la más avanzada, pendiente de la celebración de la ponencia, debate en comisión y paso por el pleno.
Esta ley, que refuerza la capacidad administrativa del Estado en propiedad intelectual, debería estar aprobada en los próximos meses. EFE
(Recursos de archivo en www.lafototeca.com. Código 22086935 y otros)