La postura del delfín: el ejercicio de yoga que reduce las jaquecas y mejora la digestión

Estos son los pasos que debes seguir para realizarla correctamente

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Una mujer haciendo la postura
Una mujer haciendo la postura del delfín. (Imagen creada con IA)

El yoga se ha convertido en una de las disciplinas más populares en los últimos años. Su auge se explica, entre otros factores, por los múltiples beneficios que aporta, tanto a nivel físico como mental.

Además, en una época en la que las saturación y el estrés están ganando espacio, es importante elegir una actividad con la que poder desconectar. Bajo esta premisa, muchas personas acuden al yoga como vía de escape.

Una de sus ventajas es que, al existir tantos ejercicios y estiramiento, es fácil encontrar una rutina que se adapte a tus necesidades. Una de las que puedes añadir es la postura del delfín.

El yoga combina ejercicio físico y meditación para mejorar fuerza, postura y flexibilidad. Favorece la respiración consciente, reduce ansiedad, fortalece huesos y articulaciones, mejora el sueño, la inmunidad y la salud cardiovascular, aportando equilibrio emocional y bienestar integral.

Beneficios de la postura del delfín

Los beneficios del shishulasana son muy diversos. En primer lugar, ayuda a reducir los dolores de espalda y la frecuencia de las jaquecas, ya que fortalece tanto la musculatura de la columna como la zona de los hombros. Por otra parte, favorece a una mejor alineación corporal, lo que alivia las zonas con más tensión.

Además, contribuye a mejorar la digestión, gracias al trabajo sobre la zona abdominal y al estímulo suave de los órganos internos que se produce con esta asana. Si se realiza de manera regular, contribuirá a un mejor estado de ánimo y contribuye a tener una mejor concentración.

Cómo hacer la postura del delfín

Para realizar la postura del delfín, comienza apoyando las manos y rodillas en el suelo, asegurando que las palmas queden alineadas con los hombros y las rodillas con las caderas. Después, baja los antebrazos al suelo hasta que los codos queden justo debajo de los hombros y los antebrazos permanezcan paralelos.

Es importante no forzar el cuello y evitar acercarlo demasiado a los hombros. Una vez colocados los brazos, eleva las rodillas del suelo y sube los glúteos, de modo que el peso del cuerpo se distribuya entre los pies y los antebrazos, manteniendo las piernas estiradas.

Si resulta necesario, puedes elevar los talones; si te es posible, mantenlos apoyados en la esterilla. La mirada debe dirigirse hacia las manos y la respiración mantenerse uniforme y siempre por la nariz durante toda la postura.

La correcta alineación es esencial para obtener los beneficios y preparar el cuerpo para asanas más exigentes. Al finalizar, conviene pasar a la postura del niño (balasana), que ayuda a recuperar el equilibrio y a relajarse tras el esfuerzo.

Contraindicaciones

No obstante, existen algunas contraindicaciones importantes que deben considerarse antes de incorporar la postura del delfín a tu rutina diaria. Esta asana no está recomendada para personas que sufren de hipertensión arterial, ya que la posición puede provocar una elevación de la presión sanguínea que resulta contraproducente en estos casos.

Del mismo modo, quienes padecen problemas cervicales o lesiones en los hombros corren el riesgo de agravar su situación debido al esfuerzo que recae sobre estas zonas. Es conveniente evitar la postura si existe una otitis, ya que la presión podría provocar molestias adicionales.