Cuándo saber que una amistad es buena, según un experto en desarrollo personal: “Aunque te diga algo que duele, te lo está diciendo desde la buena intención”

El especialista apunta un enfoque sobre la amistad que no se basa como un simple sentimiento pasajero, sino como un proceso consciente basado en la confianza absoluta

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Cuándo saber que una amistad
Cuándo saber que una amistad es buena, según un experto en desarrollo personal (Pexels)

La búsqueda de vínculos auténticos se ha intensificado ante el auge de las relaciones digitales y las conexiones superficiales, una tendencia que, según el escritor y conferencista en desarrollo personal Álex Rovira, no deja de elevar la importancia de la amistad verdadera. De acuerdo con una intervención de Rovira difundida en redes y recogida por La Vanguardia, los lazos genuinos no se fundamentan en la complicidad casual ni en el simple afecto, sino en niveles elevados de reconocimiento, aprecio y desarme emocional.

De esta manera, el especialista apunta un enfoque sobre la amistad que no se basa como un simple sentimiento pasajero, sino como un proceso consciente basado en la confianza absoluta. Según ha descrito, el primer paso para identificar un vínculo auténtico reside en el modo en que valoramos a la otra persona: “Tú quieres mucho a alguien porque lo aprecias, lo admiras, lo valoras y consideras que esa persona es justa, es buena, es noble”, ha afirmado.

La base de esta relación, de este modo, descansa en la valoración de la integridad ajena, una condición que, de acuerdo con el experto, facilita la apertura total y la confianza mutua. En palabras de Rovira, en este proceso: “Sueltas la espada y el escudo y la capa”. Para el autor, el acto de dejar de lado estas defensas internas refleja la decisión consciente de exponerse ante el otro sin temor, confiando plenamente en su nobleza.

“Al no haber defensa, no hay conflicto”

Cuándo saber que una amistad
Cuándo saber que una amistad es buena, según un experto en desarrollo personal (Pexels)

No obstante, para Álex Rovira, la calidad real de una amistad no se verifica durante los momentos de afinidad, sino cuando surgen tensiones o comentarios incómodos. El experto sostiene que un vínculo genuino se pone a prueba cuando el amigo plantea “algo que te duele a tu ego”. En ese instante, la reacción ofrece pistas sobre la solidez del lazo: si prima el afecto o la defensa personal, esa amistad puede resultar superficial; si, en cambio, se logra interpretar el comentario desde la confianza, el vínculo se fortalece.

Así, el factor diferencial descansa en la interpretación de la intención del otro. Rovira subraya que en una amistad auténtica, “sabes que el otro, aunque te diga algo que te duele, te lo está diciendo desde un lugar de buena intención y de buen amor”. Por lo que, identificar ese propósito permite diferenciar la crítica constructiva del ataque y conduce a una comunicación más honesta. Asimismo, frente a los conflictos, el especialista plantea un camino alternativo al enfrentamiento. Su consejo es contundente: “No hay nada que defender, simplemente hay que escuchar, dialogar, analizar”, sentencia. Esta propuesta sugiere reemplazar la respuesta defensiva por una actitud abierta ante la crítica, transformando así el potencial conflicto en un espacio de aprendizaje mutuo.

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“Al no haber defensa, no hay conflicto”, ha resumido Rovira. De este modo, el entorno entre amigos ya no se percibe amenazante; aunque surjan desacuerdos, estos no degeneran en rupturas ni en animosidad, siempre que persista la base de confianza forjada a lo largo del tiempo. De esta manera, el experto explica que la amistad debe ser un terreno seguro en el que la honestidad se interprete como un signo de lealtad y respeto.