Si tienes esta infección, no bebas café: estos son sus efectos secundarios

Un estudio ha mostrado que la cafeína puede interferir con la eficacia de ciertos antibióticos ante esta infección

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(Imagen ilustrativa infobae)
(Imagen ilustrativa infobae)

La resistencia bacteriana es una de las principales amenazas sanitarias de la actualidad y, para el año 2050, podría convertirse en la principal causa de muerte a nivel mundial. En España, su incidencia ya es reseñable: un estudio de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología (SEIMC) calcula que las superbacterias provocan más de 24.000 muertes al año.

El uso indebido de los antibióticos ha permitido que estos microbios sobrevivan incluso a los medicamentos más fuertes. Se trata de fármacos complejos que solo pueden tomarse bajo prescripción médica y siguiendo unas reglas muy concretas. Un reciente estudio ha descubierto que incluso el café puede interferir con su eficacia, al menos en el caso de la E.coli (Escherichia coli).

Esta bacteria está presente de forma natural en los intestinos de personas sanas y es normalmente inofensiva, pero algunas cepas pueden generar cuadros graves de intoxicación alimentaria. El ser humano puede contagiarse a través de la ingesta de alimentos en mal estado, agua contaminada o por el contacto con animales y sus heces. Tras un periodo de incubación de entre 2 a 10 días, esta bacteria provoca fuertes calambres abdominales, seguidos de diarrea acuosa que puede volverse sanguinolenta. En la mayoría de los adultos sanos, la recuperación dura aproximadamente una semana. No obstante, en niños pequeños y personas mayores, la infección puede derivar en complicaciones graves, como insuficiencia renal, con riesgo para la vida.

La investigación alemana, publicada en PLOS Biology, explica que esta bacteria posee una doble membrana que regula la entrada y saluda de moléculas, entre ellas los antibióticos. Estos sistemas están regulados por factores transcripcionales globales (proteínas que se unen a regiones específicas del ADN), principalmente MarA, SoxS y Rob. Los autores midieron la actividad de siete genes para evaluar su resistencia a antibióticos y descubrieron que el café afectaba a su funcionamiento.

El café y los antibióticos

El estudio demostró que la cafeína induce la expresión de la pequeña molécula reguladora MicF, un gen de respuesta al estrés que se encuentra en la bacteria E. coli. Esta interferencia reducía los niveles de la porina OmpF, una puerta de entrada para muchos antibióticos. Este efecto depende exclusivamente de Rob, proteína reguladora propia de la E.coli.

Los experimentos confirmaron que, en presencia de cafeína, la cantidad de OmpF disminuye y, como consecuencia, la eficacia de antibióticos como la ciprofloxacina y la amoxicilina se reduce hasta en un 40%. El fenómeno, conocido como antagonismo antibiótico, implica que la cafeína puede dificultar el tratamiento de infecciones bacterianas al limitar la entrada de los fármacos en la célula. El equipo lo resume así: “la cafeína es un nuevo y específico inductor de la actividad transcripcional de Rob, lo que explica completamente el mecanismo molecular del antagonismo entre cafeína y antibióticos en E. coli”.

El trabajo también exploró si este mecanismo se conserva en otras bacterias cercanas, como Salmonella Typhimurium. Aunque la cafeína también induce la expresión de MicF y reduce OmpF en Salmonella, no se observa el mismo antagonismo con los antibióticos, probablemente porque esta especie utiliza rutas alternativas para la entrada de los fármacos.

Antibióticos y ‘E.coli’

Según explica la Mayo Clinic, actualmente no hay tratamientos que curen la infección por E.coli, alivien sus síntomas ni eviten complicaciones. De hecho, no se suele recomendar tomar antibióticos ante enfermedades causadas por esta bacteria, pues puede aumentar el riesgo de complicaciones graves y no parecen ayudar a tratar la infección.