La DGT implantará en 2026 radares móviles con ruedas, inspirados en el modelo francés, para controlar tramos de riesgo

El Ministerio del Interior prevé reforzar la seguridad vial con nuevos dispositivos desplazables y la reducción de la tasa de alcohol al volante

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Estos radares tienen la apariencia
Estos radares tienen la apariencia de un vehículo de reducidas dimensiones (Vitronic)

La Dirección General de Tráfico (DGT) prepara una de las principales novedades para 2026: la incorporación de radares móviles con ruedas, similares a los que ya funcionan en Francia, con el objetivo de reforzar el control en tramos de riesgo, especialmente en zonas de obras.

El anuncio lo realizó este miércoles el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, durante la presentación del balance de siniestralidad vial del verano. El titular de Interior explicó que estos dispositivos permitirán vigilar lugares donde la reducción de velocidad resulta imprescindible para la seguridad de los conductores y de los trabajadores de carretera.

Grande-Marlaska detalló que el director general de Tráfico, Pere Navarro, viajará próximamente a Francia “con el fin de poder sacar una idea todavía más clara” sobre su funcionamiento. “Nuestro propósito es implantarlos el año que viene”, aseguró el ministro, convencido de que se trata de una herramienta eficaz para reducir los accidentes.

Estos radares, conocidos como “móviles sobre ruedas”, destacan por su facilidad de transporte. “Están sobre unos dispositivos con ruedas y pueden ser fácilmente desplazables a los tramos o lugares donde se necesite o se entienda preciso y poder ser utilizados”, explicó el ministro. Francia ya cuenta con más de un centenar de equipos de este tipo, que se utilizan habitualmente para “controlar tramos de riesgo”.

La tecnología que emplean estos
La tecnología que emplean estos radares para medir la velocidad se esconde debajo de una carcasa metálica (Vitronic)

Más radares y helicópteros en el aire

La DGT planea instalar en 2025 un total de 120 nuevos radares, de los que 72 ya estuvieron operativos durante este verano. Con esta estrategia, el organismo busca reforzar la red de vigilancia, en un contexto en el que los excesos de velocidad siguen siendo una de las principales causas de siniestros.

El anuncio coincidió con otra polémica en el ámbito de la seguridad vial: la paralización de los helicópteros de la DGT. Desde el 1 de septiembre, los nueve aparatos de la Unidad de Medios Aéreos permanecen en tierra tras expirar el contrato de mantenimiento. Grande-Marlaska quiso lanzar un mensaje de tranquilidad y garantizó que “en breve estarán de nuevo volando y también participando en la seguridad vial”.

A pesar de estas palabras, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) exigió depurar responsabilidades. El sindicato acusa a la DGT de haber permitido la caducidad del contrato sin convocar a tiempo un nuevo concurso público. A su juicio, la situación se debe “a la desidia de los responsables de convocar el nuevo concurso de mantenimiento, que han dejado pasar el tiempo hasta que la concesión actual concluyó sin un nuevo adjudicatario”.

Límite de alcohol más estricto

Durante su intervención, el ministro también insistió en otro de los grandes cambios que prepara el Gobierno: la reducción de la tasa máxima de alcohol permitida al volante. El plan del Ejecutivo es rebajar el límite de 0,5 gramos por litro de alcohol en sangre a 0,2. Grande-Marlaska pidió al Parlamento que agilice la tramitación para que la medida entre en vigor este mismo año.

Noticias del día 03 de septiembre del 2025

“Es un tema inaplazable, es un tema de salud pública, es un tema de seguridad y todos tenemos la responsabilidad de que sea una realidad ya”, recalcó. El ministro respaldó su propuesta con datos: “De las autopsias que se realizan a los conductores, el 48% ha bebido alcohol, consumido drogas o psicofármacos”.

Grande-Marlaska advirtió además sobre los falsos mitos en torno al consumo moderado de alcohol. “No le tengo que decir más a esa persona que dice que una cerveza no le supone nada. Quizás a él nada, pero cuando se suba al coche los reflejos no los tiene al 100% y quizás otra persona que no tiene nada que ver en esa ingesta pueda dejar de vivir”, concluyó.

*Con información de Europa Press