Una estadounidense descubre los “tampones europeos” y desata un debate global: “Es una locura”

“Quiero que vean esto porque es una locura. ¿Ven esto? ¿Les resulta familiar? Esto es un tampón. Es de tamaño normal, común. Esto es lo que usan las chicas aquí. Al principio pensé: ’¿Qué se supone que tengo que hacer con esto? ¿Cómo se usa? ¿Cuánto dura?’ Pero luego las chicas me mostraron cómo se usa. Y al parecer, funciona mucho mejor que lo que usamos en casa, esa es una. Dos, es más sostenible para el mundo porque no tiene aplicador de plástico“. Esta ha sido la reacción de una influencer estadounidense que vive en París y que ha redescubierto este formato de almohadillas para la menstruación.

Brenttany, que comparte su día a día en la capital francesa desde su cuenta de TikTok (@Brenttany), no solo destaca la funcionalidad y mayor sostenibilidad de este formato, también su precio. En el video, que ya acumula casi siete millones de visitas, detalla que un paquete de 24 unidades le costó 2,30 euros. “Entonces, ¿qué estamos haciendo en Estados Unidos que nos hace ser tan desperdiciadores? ¿Y por qué nuestros tampones y productos de higiene femenina son tan caros? No quería arruinarles el día, pero solo quería contarles que aquí ahorran dinero y cuidan el planeta", dice para terminar el video que ha encendido las redes.

En los comentarios, el video ha provocado el debate entre las usuarias de tampones con o sin aplicador. Algunas, como Brenttanye, parecen no haber visto nunca uno. “¿Cómo lo eliminamos?“, pregunta una. La respuesta: “Tirar de la cuerda“, al igual que los tampones con aplicadores, que parecen ser mucho más comunes en los Estados Unidos. Los más de 7.000 comentarios llegan desde todas partes del mundo a través de chicas que también explican qué es lo más común en su país. También las hay que llaman la atención sobre el precio: ”Dos euros sigue siendo demasiado caro, deberían ser gratis“.

La pobreza menstrual es una “forma invisible y devastadora de exclusión”, conforme denuncia la Fundación Madrina, que recuerda que la menstruación es una parte natural del ciclo femenino, pero que “se convierte en un calvario y una barrera laboral insalvable para miles de mujeres vulnerables, especialmente aquellas que sufren dismenorrea severa o endometriosis”.

Afecta al 13% de las mujeres en edad fértil en España, según el barómetro de salud menstrual FAD-DKV (2024). De hecho, un informe de Eurostat (2022) revela que el 12% de las mujeres españolas no puede afrontar gastos imprevistos relacionados con su higiene íntima. Más grave aún, el informe “Pobreza y Salud Menstrual en Europa” (2023) denuncia que 1 de cada 5 adolescentes españolas ha faltado a clase durante su periodo por no poder costear compresas o tampones.