Un hombre ofrece cocaína a dos transeúntes, resultan ser policías y les ofrece 400 euros para que no le detengan

Enfrenta cargos por venta de drogas, corrupción activa y negativa a desbloquear su teléfono móvil durante la investigación

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Un gendarme de servicio. (Reuters/Manon
Un gendarme de servicio. (Reuters/Manon Cruz)

Un hombre de 19 años ha sido detenido en la ciudad francesa de Biarritz por tratar de vender cocaína a dos transeúntes que resultaron ser policías encubiertos. Los agentes se encontraban en medio de una operación policial tras haber detectado previamente movimientos sospechosos relacionados con el tráfico de estupefacientes en la zona.

Según relata una información del medio francés Sud Ouest, al recibir la oferta de droga, los policías revelaron su identidad mostrando el brazalete oficial y procedieron a la detención del sospechoso. En ese momento, el joven intentó negociar su liberación ofreciendo 200 euros a cada agente a cambio de no ser arrestado, lo que agravó su situación legal.

Tras la detención, el individuo fue puesto bajo custodia y posteriormente ingresó en prisión preventiva. El tribunal de Bayona ha decidido mantenerlo encarcelado hasta la audiencia fijada para el 29 de septiembre, donde enfrentará cargos por venta de drogas desde principios de año, corrupción activa y negativa a desbloquear su teléfono móvil durante la investigación.

20.000 euros en metálico y varios teléfonos

Durante el registro personal y domiciliario, las autoridades incautaron varios teléfonos y 20.000 euros en efectivo, una suma que, según los investigadores, no guarda relación con las actividades laborales declaradas por el joven, quien trabajaba como interino.

El perfil del acusado contrasta con los hechos que se le imputan. De nacionalidad española y con dominio fluido del francés, el joven relató a las autoridades que había cursado estudios hasta obtener el bachillerato y que inició un ciclo de formación técnica en comercio, aunque abandonó a comienzos de año.

Noticias del día 27 de agosto del 2025

Además, acababa de completar un servicio cívico de seis meses en una asociación dedicada a la atención de personas mayores. En unas declaraciones recogidas por este medio, su abogada, Marguerite Lartéguy, lo ha descrito como “un joven serio, exfutbolista de los Genêts d’Anglet y actualmente en el Aviron Bayonnais”.

La defensa sostiene que el intento de soborno fue fruto de un malentendido. Según Me Marguerite Lartéguy, “el caso requiere un examen minucioso de las circunstancias de la detención. Es necesario determinar qué pruebas presentaron los policías para acreditar su identidad y en qué momento lo hicieron”. La letrada ha argumentado que su cliente creyó estar resolviendo una multa y no enfrentando un proceso penal.

El delito de cohecho en España

Sobornar a un policía constituye un delito de cohecho y el Código Penal español establece rigurosas sanciones para las personas encontradas culpables de corrupción pública. Entre las sanciones figura la pena de prisión, que varía en función del tipo de cohecho y del papel desempeñado por el condenado. Por ejemplo, cuando el infractor es un funcionario público que recibe dádivas o promesas para realizar, omitir o retrasar alguna acción relacionada con sus funciones, puede enfrentarse a penas de varios años de cárcel, además de la inhabilitación para ejercer cargos públicos durante periodos determinados y multas económicas proporcionales a la cuantía del beneficio recibido o pactado. El grado de la pena puede incrementarse si el acto va acompañado de circunstancias agravantes, como la participación de altos cargos oficiales o reiteración en la comisión de la conducta.