La Aemet espera un cambio de tiempo ante el paso de una dana y una vaguada: dejarán lluvias, tormentas y una caída en los termómetros de hasta 10ºC

La previsión meteorológica plantea una última semana de agosto con precipitaciones y temperaturas que no superan los 38 grados en todo el país

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Una persona se protege con
Una persona se protege con una sombrilla de playa de la tormenta en Barcelona, a 20 de agosto de 2025. (EFE/ Quique García)

Hace una semana que terminaba la ola de calor, que ha resultado ser la más intensa desde que hay registros, y el escenario meteorológico es muy distinto. Buena parte de España ha amanecido bajo las nubes que amenazan con descargar lluvia donde aún no lo han hecho. El cambio de tiempo lo trae una dana, que está situada en el sudoeste de la península y que se irá desplazando hacia el extremo sur a lo largo de la jornada. A su paso, dejará un manto de lluvia y tormentas.

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) espera precipitaciones débiles que pueden ir acompañadas localmente de alguna tormenta a lo largo de la mañana en el este peninsular. Por la tarde, se desarrollará nubosidad de evolución en el interior del país, con chubascos más probables en la mitad este y que podrán ser fuertes en Pirineos y la Ibérica oriental. Por su parte, en Canarias se esperan cielos poco nubosos, excepto en el norte de las islas, donde habrá intervalos de nubes bajas con probables lluvias débiles al final del día. Respecto a los termómetros, los meteorólogos señalan que las temperaturas máximas caerán tanto en el este de la península como en Canarias. En el resto del país, el mercurio se mantendrá estable, de modo que podrían superarse los 35 grados en el valle del Guadalquivir, y localmente en el Guadiana, el Tajo y el Ebro.

Ante este escenario, la Aemet ha activado la alerta amarilla por lluvias y tormentas en el norte de Cataluña, el sur de Aragón y el norte de la Comunidad Valenciana. El mapa de alertas también se ha teñido de amantillo por temperaturas altas en el norte de Burgos y el sur de Lugo, donde se esperan máximas de hasta 36 grados; y en Jaén, donde el termómetro puede alcanzar los 38 grados.

Noticias del día 25 de agosto del 2025.

Una semana de respiro

La última semana de agosto estará marcada por la inestabilidad. La Aemet espera que el martes suban las máximas hasta los 38 grados en la mitad sur y el nordeste peninsular. Sin embargo, el miércoles se aproximará a la península una vaguada que provocará, de nuevo, un incremento de la inestabilidad en el norte del país. “En las comunidades cantábricas las precipitaciones serán persistentes y en el nordeste son probables las tormentas fuertes, sobre todo en los Pirineos, todo ello acompañado de un descenso de temperaturas en el oeste peninsular de hasta 5 °C con respecto al día anterior”, advierten en un comunicado. Aún así, se superarán los 36 grados en puntos del este y sur de la Península, al igual que en Baleares.

El jueves también estará marcado por las lluvias y los chubascos en la mitad norte, pero también en puntos del este y Baleares. Durante esta jornada, el termómetro caerá en picado. De hecho, en el norte, el descenso térmico podría ser de hasta 8 a 10 grados respecto al día anterior. En buena parte de la Península quedarán las máximas por debajo de los 30 °C, aunque en el Guadalquivir se superarán los 32 °C y el viento de poniente, que llegará cálido al sureste, hará que en el interior de la Comunidad Valenciana, la Región de Murcia y la Andalucía oriental puedan superarse los 38 grados.

De cara al viernes y fin de semana, tras el adiós definitivo a la vaguada, volverá el tiempo estable a la mayor parte del país, con las lluvias acotadas al extremo norte de la península. Así, agosto podrá despedirse con el mercurio rozando los 38 grados en el valle del Guadalquivir.

El descaso de la ola de calor

La inestabilidad atmosférica provocada por el paso de una dana dejará los termómetros, de forma generalizada, por debajo de los 35 grados, de manera que la última semana de agosto dará un respiro a los españoles y turistas que padecieron las temperaturas extremas durante 16 días seguidos de ola de calor. El episodio registró una anomalía de 4,6 grados respecto a los valores habituales para este periodo, una cifra que supera el récord previo de julio de 2022, cuando la anomalía fue de 4,5 grados.

La intensidad de estos episodios se mide mediante el parámetro “anomalía de la ola”, que cuantifica la desviación de las temperaturas máximas respecto a los umbrales establecidos para considerarse ola de calor. Desde 1975, se han contabilizado 77 olas de calor en la Península y Baleares, pero seis de las más intensas, con anomalías iguales o mayores a 4 grados, se registraron desde 2019. Pues bien, esta ola de calor se prolongó durante dieciséis días, un periodo que se tradujo en “el conjunto de diez días consecutivos más cálido desde, al menos, 1950”. De hecho, a lo largo del mes, las temperaturas alcanzaron y superaron los umbrales históricos tanto diurnos como nocturnos.