Una cafetería obliga a la camarera a trabajar con la puerta abierta en invierno y la empleada denuncia a la empresa: gana una indemnización de 23.000 euros

La dependienta fue despedida por correo electrónico y no recibió el pago de sus salarios pendientes ni de sus vacaciones

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La cafetería cerró sus puertas
La cafetería cerró sus puertas después de pagarle a la empleada la indemnización (Pixabay)

Trabajar durante el invierno suele suponer hacerlo bajo temperaturas frías cuando se hace al aire libre pero, para los que trabajan en oficinas, tiendas o supermercados, la calefacción ayuda a hacer más llevaderos los días gélidos, salvo cuando en tu trabajo no disponen de calefacción y te obligan a tener siempre la puerta abierta, como le ocurrió a Leila Ayad, una trabajadora de la cafetería Whipped, en Covent Garden, Londres.

Durante los meses de invierno, el local registraba temperaturas por debajo de los 12 grados centígrados, lo que significa que era más fría que las recomendaciones del Departamento de Salud y Seguridad, que sugiere que esta debe de ser de un mínimo de 16 grados.

Después de hablar con su gerente, con quien la dependienta tenía una buena relación, Ayad decidió enviar un mensaje en el chat grupal de la empresa, que incluía a los propietarios y al personal, diciendo que la tienda se estaba enfriando mucho.

El 29 de noviembre de 2023, la trabajadora escribió: “Hola a todos. Les informo que la temperatura en la tienda está bajando mucho con el clima que hace afuera. He hablado con Elijah -el gerente- y me ha dicho que no nos pondrán calefacción y que podemos cerrar la puerta”.

Además, Ayad pidió que se reconsiderase la situación, ya que “hace mucho frío todo el día y es difícil trabajar así”, añadiendo que debía utilizar tres capas de ropa y un chaleco térmico para combatir las bajas temperaturas.

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Despedida por reclamar un calefactor

Tras este mensaje, la cofundadora de Whipped, Alice Churchill, respondió en el grupo explicando que la última vez que tuvieron calefacción un empleado la dejó encendida toda la noche, con un papel encima, y “la tienda casi se incendia”.

La trabajadora decidió insistir en que sería “responsable” y que, al estar la tienda a 12 grados, el personal constantemente tenía frío. Tras un mes sin respuesta, la empleada decidió escribir en el chat grupal del personal al gerente:, asegurándole que, en términos de salud y seguridad, el ambiente de trabajo debía estar por encima de los 16 grados, a lo que Churchill escribió que había pedido un calentador.

En enero, la empleada fue convocada por Churchill y su marido, quien era copropietario de la cafetería, quienes la acusaron de llegar tarde al trabajo, tener el almacén desordenado y criticar a la pareja en la fiesta de Navidad del personal. Tras la charla, los dueños decidieron reducirle el horario laboral alegando que se debía ala falta de horas disponibles.

Tres meses después, la dependienta fue despedida por correo electrónico y no recibió el pago de sus salarios pendientes ni de sus vacaciones. Los propietarios dijeron que se debía a que su trabajo no había mejorado tras la reunión que mantuvieron en enero y recibir varias advertencias formales sobre su mala puntualidad, su dejadez y la falta de respeto hacia sus compañeros y el entorno laboral.

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Una indemnización de 23.074 euros

La empleada decidió llevar su caso a la justicia, reclamando el dinero que le correspondía y alegando un despido improcedente. En el tribunal, el juez dictaminó que los comentarios de Ayad sobre las bajas temperaturas dentro de la cafetería eran “en beneficio de todos los empleados”.

Además, el magistrado declaró que la empleada fue despedida “injustamente” por haber hecho “divulgaciones protegidas por la ley” sobre la temperatura del local, con lo cual, sus otras demandas como despido improcedente e impago de la indemnización por preaviso también prosperaron.

Según la sentencia, la cafetería se vio obligada a pagar a Ayad 23.074 euros en motivo de indemnización. Tras ello, Whipped Café cerró y la empresa matriz, WL Retail, entró en liquidación.