La casa real de Noruega en jaque: la princesa Marta Luisa, envuelta en deudas e impagos tras su polémica boda con el chamán Durek Verret

La hija mayor del rey Harald V suma más problemas a la difícil situación que afronta la institución desde la detención de Marius Borg

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La princesa noruega Marta Luisa
La princesa noruega Marta Luisa y Durek Verrett llegan a su fiesta de boda en el Hotel Union en Geiranger, al oeste de Noruega, el 31 de agosto de 2024. (EFE/EPA/HEIKO JUNGE)

La familia real de Noruega no vive tiempos fáciles. A las sombras que proyecta el proceso judicial contra Marius Borg —hijo de la princesa Mette-Marit fruto de una relación anterior a su matrimonio con el príncipe heredero Haakon— se suma ahora un golpe inesperado en el núcleo más mediático de la corona: las dificultades financieras de la princesa Marta Luisa.

El caso de Marius Borg ha ocupado titulares durante meses. El joven se enfrenta a una lista de cargos que incluye cuatro violaciones, maltrato en el ámbito íntimo, amenazas, lesiones y hasta grabaciones sin consentimiento. Ante esta gravedad, el príncipe heredero Haakon y su esposa se vieron obligados a dar la cara. “Corresponde a los tribunales decidir. Seguiremos cumpliendo con nuestras tareas lo mejor que posible, como siempre. Es una situación desafiante y difícil para todos los implicados”, señaló Haakon en una declaración pública hace unos días. Su esposa, más reacia a hablar de cuestiones personales, comentó con ironía cuando le preguntaron por sus memorias: “Tengo suficiente con mi propia vida”.

Pero mientras el foco mediático parecía centrarse en la figura de Marius, la hermana del heredero, Marta Luisa, ha pasado a ocupar titulares por motivos igualmente turbulentos: un colapso económico que pone en duda su estabilidad financiera y su imagen pública.

Marius Borg el hijo mayor de la princesa de Noruega

Un matrimonio marcado por la controversia

Hace apenas un año, Marta Luisa sellaba su unión con el chamán Durek Verrett en Geiranger, en una boda que reunió a gran parte de la familia real y que se convirtió en un acontecimiento seguido por la prensa internacional. El enlace estuvo rodeado de una gran expectación, en parte por la personalidad excéntrica del novio, que desde el principio despertó curiosidad y recelo a partes iguales.

Sin embargo, poco después del matrimonio surgieron nuevas tensiones. Verrett fue señalado por un ciudadano sueco, Joakim Boström, quien lo acusó de tocamientos indebidos durante sesiones de supuesto tratamiento espiritual. El escándalo fue un mazazo para la pareja, que trataba de construir una nueva etapa de vida en común.

A esa polémica se añadió el descontento de los medios durante la boda tras descubrir que las imágenes habían sido vendidas en exclusiva a Netflix y a la revista Hello!. Muchos reporteros se encontraron con la extraña escena de una novia cubierta con sábanas blancas para evitar filtraciones. El acuerdo comercial generó críticas, incluso dentro de la propia casa real, que recordó en varias ocasiones que Marta Luisa no podía usar su título de princesa en contextos de carácter mercantil.

La princesa Marta Luisa de
La princesa Marta Luisa de Noruega y el chamán Durek Verrett en una imagen de redes sociales. (instagram.com/shamandurek)

Deudas impagadas y empresas fallidas

Según medios alemanes como Bunte, la pareja acumuló facturas impagadas relacionadas con los fastuosos gastos de la boda. Una agencia de cobro presentó una demanda contra Marta Luisa y Durek por deudas que no habían sido atendidas. El caso llegó a afectar a proveedores locales, como Jon Erlend Vinje, propietario de la finca donde se celebró parte de la ceremonia, que tras meses de insistencia solo pudo recuperar la mitad del dinero que se le debía.

Al mismo tiempo, la empresa fundada por la princesa en 2020, PML International AS, que pretendía ser una plataforma para conferencias y actividades de desarrollo personal, resultó un fracaso financiero. Según la revista noruega Se og Hør, la sociedad no ha registrado ingresos y, en cambio, acumula costes de más de 50.000 coronas, lo que ha contribuido al deterioro de la situación económica de la pareja.

Durek Verret y Marta Luisa
Durek Verret y Marta Luisa de Noruega (INSTAGRAM).

El contraste entre la precariedad financiera y el estilo de vida exhibido públicamente ha agudizado las críticas. La pareja disfrutó de una luna de miel de lujo en Turquía, alojándose en la exclusiva villa Maçakızı, con tarifas de cientos de miles de coronas por noche y comodidades como una bodega con más de 4.000 vinos, spa privado y servicio de más de cincuenta empleados. Allí, entre familiares y amigos, compartieron imágenes de yoga, cenas frente al mar y momentos de intimidad, mientras crecían las voces que cuestionaban cómo podían costear semejante despliegue.

Además, Netflix lleva más de un año grabando un documental sobre su relación, dirigido por Rebecca Chaiklin, conocida por Tiger King. Aunque la plataforma prometió un estreno en 2025, aún persisten dudas sobre si el título incumplirá otra vez las restricciones impuestas por palacio. Y es que, una primera versión del proyecto fue presentada bajo el nombre “Princesa y Chamán”, lo que provocó nuevas tensiones con la casa real.