
La historia está llena de grandes fortunas que cambiaron la forma en que vivimos. Desde emperadores de épocas medievales, con extensas riquezas, hasta magnates de la industria que dieron forma al capitalismo moderno. Si nos centramos solo en el patrimonio acumulado, ChatGPT señala a mansa Musa I de Mali, emperador del Imperio de Mali en el siglo XIV, como la persona más rica del mundo.
En su reinado, Mali concentro gran parte de las minas de oro más importantes del planeta. Además, el siglo XIV, fue el mayor productor de oro del mundo, según la British Museum y Smithsonian Magazine. Las crónicas árabes de la época, como las de Al-Umari, describen su peregrinación a La Meca en 1324, como algo histórico, ya que distribuyó tanto oro en El Cairo que el metal perdió valor durante más de una década.
Los historiadores modernos señalan que es imposible calcular su riqueza exacta en dólares actuales porque era tan desproporcionada que desafía cualquier estimación. A diferencia de otros millonarios, Mansa Musa no acumulaba su fortuna en forma de acciones o empresas, sino en riqueza tangible, como oro, tierras o sal, y en el control de rutas comerciales estratégicas.
Sin embargo, si hay que elegir a la figura que dejó la huella más profunda y duradera en múltiples dimensiones, como la económica, el derecho, las instituciones y la filantropía, la respuesta más sólida de la inteligencia artificial es John D. Rockefeller, fundador de Standard Oil y considerado por muchos historiadores como el primer gran multimillonario moderno.
El hombre que convirtió al petróleo en el motor del mundo
Rockefeller nació en una familia humilde de Ohio en 1839. En 1870, fundó Standard Oil, una empresa que en apenas una década pasó a controlar entre el 90% y el 95% del refino de petróleo en Estados Unidos.
Su modelo de integración vertical, basado en control de todo el proceso, desde la extracción hasta la distribución, abaratando costes y estandarizando precios, convirtió al petróleo en el insumo energético por excelencia del siglo XX.
El dominio de su empresa en el sector fue tan importante que, en 1911, el Tribunas Supremo de Estados Unidos falló contra la compañía en en una sentencia considerada el punto de partida de la jurisprudencia moderna en materia de competencia. La disolución de Standard Oil no significó el final de su influencia en el sector petrolero. De esa fragmentación surgieron gigantes que hoy siguen entre las principales petroleras del planeta, como Exxon, Mobil o Chevron.
Más de 500 millones donados a universidades, ciencia y salud
Rockefeller también transformó la manera de pensar la filantropía. Según la Fundación Rockefeller, el magnate canalizó más de 500 millones de dólares hacia universidades, ciencia y salud pública. Además, fue el fundador de instituciones como la Universidad de Chicago, la Universidad Rockefeller y la propia Fundación Rockefeller.
Sus programas de salud pública fueron pioneros de su época. Por ejemplo, la campaña contra el anquilostoma en el sur de Estados Unidos y la financiación de investigaciones sobre la fiebre amarilla, demostraron que la filantropía podía ser científica, medible y global.
Últimas Noticias
Receta de polos de chocolate y plátano, el dulce sin azúcar ideal para una merienda de verano
Si te gusta el chocolate, este helado a base de fruta, leche vegetal y cacao puro te va a entusiasmar

Cuál es el efecto de la miel en la piel
Este alimento es mucho más que una fuente de energía, pues cuenta con propiedades medicinales y cosméticas

Por qué la nueva burbuja en el mercado inmobiliario puede ser muy distinta a la anterior de 2008, según un experto
Un analista de Funcas señala que el aumento de compraventas al contado y de las expectativas de rentabilidad aceleran este fenómeno

Qué pasa si mezclo ibuprofeno con alcohol
Los efectos del medicamento en el organismo varían en función de la cantidad de alcohol consumida

Kick, la plataforma ‘del morbo’ que desafía a Twitch pero no despega en España: “Si un día me estoy muriendo, conectad la cámara”
La muerte del streamer francés Jean Pormanove o casos como el del español Simón Pérez ilustran que la plataforma no conoce apenas límites
