Después de un verano de intenso calor, un estudio revela cómo será el invierno en Europa: “Enero de 2026 será el mes más determinante”

El verano más cálido deja más de 1.100 muertos y anticipa un invierno extremo en España

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Europa se prepara para un
Europa se prepara para un invierno más frío e inestable tras un verano extremo. (Imagen de Archivo)

El verano de 2025 será recordado como uno de los más duros en la historia reciente de España y Europa. Con temperaturas extremas que llegaron a los 40 °C en Bilbao y rozaron los 50 °C en Córdoba, cerca 1.100 personas perdieron la vida de forma directa o indirecta por las olas de calor, según datos del Gobierno español.

A ello se suma una superficie arrasada por incendios equivalente a la isla de Mallorca (350.000 hectáreas), de acuerdo al Sistema Europeo de Información sobre Incendios.

En este contexto, la atención ahora se centra en prevenir los pronósticos invernales, que anticipan un escenario muy distinto a los anteriores: más frío, inestable y dinámico que los últimos años.

La Niña débil marcará la atmósfera

Los análisis de la plataforma Severe Weather Europa (SWE), basados en los modelos del Centro Europeo de Predicción a Medio Plazo (ECMWF) y el sistema canadiense (CanSIPS), apuntan a la influencia de una fase débil de La Niña.

Este fenómeno climático se caracteriza por el enfriamiento de las aguas del Pacífico, lo que altera la circulación atmosférica global. “No es un fenómeno intenso y, en el mejor de los casos, probablemente se convertirá en uno de débil a moderado”, explican los científicos de SWE.

Sin embargo, como se observará en los patrones de presión invernal, dejará huella en la posición de la corriente de chorro (fuertes vientos que se encuentran en la atmósfera superior y que van de oeste a este a gran velocidad).

El resultado: una mayor probabilidad de que masas de aire frío y húmedo alcancen latitudes medias, incrementando las posibilidades de inviernos con temperaturas más bajas y mayor frecuencia de nevadas.

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El vórtice polar, el gran protagonista

El factor clave será el vórtice polar, la gran corriente ciclónica que se forma sobre el Ártico y regula la distribución del aire frío. Los modelos sugieren que durante el invierno 2025/2026 estará más débil de lo habitual, lo que puede favorecer episodios extremos.

“Un vórtice polar más débil suele ser mucho más propenso a un colapso a gran escala debido al aumento de la presión y temperatura en la atmósfera. Puede ser un evento clave del invierno más adelante, provocando o prolongando días fríos y nevadas durante varias semanas”, advierten los expertos de la plataforma.

Cuando el vórtice polar se debilita, la corriente en chorro se fragmenta y permite que el aire gélido escapa del Ártico y se desplace hacia Europa y Norteamérica. Esto se traduce en inviernos más fríos, con irrupciones de aire polar y riesgo de nevadas.

Enero de 2026, bajo la lupa

El informe de SWE subraya que enero de 2026 será el mes más determinante en Europa. Los modelos prevén un “amplio patrón de bloqueo de altas presiones sobre el norte” y un anticiclón girando en sentido horario.

Esto favorecerá un flujo frío desde el noreste del continente, transportando aire polar hacia el centro y oeste de Europa. En la práctica, se esperan temperaturas normales o por debajo de la media en buena parte del continente.

Aunque el promedio estacional no necesariamente será extremo, la alternancia de olas de frío con periodos más templados marcará una diferencia respecto a los últimos inviernos, dominados por la estabilidad y las anomalías cálidas.

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Impacto en España

En España, los efectos podrían ser dispares. Mientras el norte y la meseta se verían más expuestos a irrupciones frías desde Europa central, el mediterráneo y el sur alternarían entradas de aire frío con episodios más templados procedentes del norte de África.

Sectores como la agricultura, la energía y el transporte deberán prepararse para posibles interrupciones causadas por nevadas o episodios puntuales de frío extremo. “Habitualmente las anomalías frías son subestimadas por los pronósticos, por lo que se puede descartar que España viva episodios más severos de lo esperado”, advierten los expertos de SWE.

Un invierno dinámico tras un verano insoportable

Los científicos insisten en que este tipo de predicciones a largo plazo deben interpretarse con cautela, pero coinciden en que el próximo invierno será menos monótono y más volátil.

“Los últimos pronósticos también indican un vórtice polar más débil, lo que implica patrones de presión más dinámicos, propiciando días de invierno más fríos en Estados Unidos, Canadá y Europa”, resume el informe.

Tras un verano que podría confirmarse como el más cálido de la historia en España, el invierno 2025/2026 podría traer el contraste radical, con un regreso del frío, la nieve y la inestabilidad atmosférica.