
En los últimos años, los videos de personas comprando en supermercados extranjeros se han convertido en una auténtica tendencia en redes sociales. No existen tramas complejas ni efectos especiales. Solo alguien recorriendo pasillos, mostrando productos y reaccionando con sorpresa o entusiasmo. Y, sin embargo, son millones quienes los ven. ¿Por qué?
En realidad despiertan la curiosidad de lo cotidiano en otras culturas, nos permiten “viajar” desde casa y generan una sensación de orden y calma. Ver alimentos, sobre todo si son exóticos o diferentes a los que encontramos en nuestro país, activa nuestros sentidos. Aunque no podamos oler ni saborear lo que aparece en pantalla, el cerebro reacciona como si estuviéramos ahí.
Es una experiencia visualmente placentera y casi terapéutica, comparable al ASMR. Según estudios de Rutgers University, ver rutinas como hacer la compra puede reducir el estrés y aportar sensación de estabilidad. El vídeo de Guillermo García, un joven español, es un ejemplo claro. En él documenta uno de los momentos más esperados de su vida. Su primera visita a uno de los supermercados más famosos de Estados Unidos.
El paraíso hecho supermercado
“Fue el mejor día de mi vida”, decía con una mezcla de emoción y humor, mientras recorría los interminables pasillos del Walmart. Lo que para los estadounidenses puede parecer un paseo rutinario, para él fue una auténtica aventura cultural. Desde hace años, Guillermo veía en clase vídeos de gente comprando en este supermercado. Esta vez, por fin, podía vivirlo en primera persona.
Nada más entrar, un paraíso de comida saludable: “Había todo tipo de galletas. ¡Y una pizza gigante de kilo y medio!”. A medida que avanzaba por el supermercado, no dejaba de sorprenderse por el tamaño de los productos y la exagerada variedad que había. “Los cereales eran más grandes que mi cuerpo”, bromeaba.
Uno de sus momentos favoritos fue al encontrar la famosa manteca de cacahuete americana: “Nada que ver con lo que tenemos en España, es un millón de veces mejor”, aseguró. También se topó con un invento que define perfectamente la cultura estadounidense. Un bote que ya mezcla manteca de cacahuete con mermelada, todo en uno. “Mira si son vagos que ya lo venden hecho”, comentó entre risas.
Cuánto más grande y más llamativo, más americano
Todos los estantes estaban llenos. En la zona de dulces desbordaban las Pop-Tarts, unas galletas tostadas muy populares en EE.UU., disponibles en decenas de sabores. Frambuesa, chocolate, mora, canela... y “birthday cake” (un sabor muy común de glaseado de vainilla y azúcar). Incluso había de otras marcas, por si no fuera suficiente.
Las patatas fritas venían en bolsas gigantes con envoltorios brillantes, de sabores que ni imaginaba. Y en un rincón, unas galletas con el nombre de Selena Gómez, fruto de una colaboración con la cantante, pusieron el broche a su experiencia.
Este tipo de contenido es consumido por millones de personas por su autenticidad y cercanía. Según los propios influencers. Guillermo no hizo más que lo que muchos desearían: entrar a un Walmart, abrir los ojos como platos y dejarse llevar. Ahora, muchas madres esperarán que vídeos como este despierten la curiosidad y la motivación de sus hijos por ir ellos mismos a comprar.
Últimas Noticias
Un padre con la custodia compartida incluye a los hijos en su hogar para pedir el Ingreso Mínimo Vital: lo rechazan porque están domiciliados con la madre
El Tribunal Supremo sienta un precedente para este tipo de casos

Condenado a 10 meses de cárcel un cabo del Ejército por insultos racistas: “Te voy a matar, indio de mierda”
La sentencia desestima el recurso tras la decisión tomada por el Tribunal Militar Territorial Segundo

Qué ver esta noche en Disney+ España
La guerra del streaming es brutal hoy en día y las series de televisión juegan un papel importante en Disney+ para estar a la altura de la competencia

5.500 euros: la ayuda (mínima) que recibirán los ganaderos y agricultores por los incendios
El sector agrícola y ganadero de Castilla y León dispondrá de un nuevo paquete de ayudas directas para recuperar la actividad en las zonas arrasadas por los incendios forestales de este verano
Un árbol prehistórico sorprende al dar semillas valoradas en más de 6.000 dólares. Sus dueños, una pareja jubilada, planean venderlas con fines solidarios
Pamela y Alistair Thompson compraron hace 14 años un pino Wollemi por 94 dólares y ahora preparan paquetes de semillas a un dólar cada una para recaudar dinero destinado a obras benéficas
