El lugar más letal del Amazonas es un río que puede hervir a cualquier ser vivo en segundos: “A medida que el planeta se calienta, todo cambiará”

El “río hirviente” del Amazonas revela una drástica reducción de la diversidad vegetal por el calor extremo

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El río hirviente del Amazonas
El río hirviente del Amazonas que advierte sobre el futuro de la selva. (Imagen: X/@Curiotweet1)

En lo profundo de la selva peruana fluye el Shanay-timpishka, más conocido como el “río hirviente del Amazonas”, cuyas aguas alcanzan temperaturas de hasta 100 °C, equivalente a un café recién servido.

Este fenómeno, insólito y letal, elimina cualquier forma de vida animal que entre en contacto con su cauce, que se extiende por más de seis kilómetros entre la vegetación amazónica.

“He visto caer al agua desde aves hasta reptiles. No sobreviven. Nos cocemos los huesos”, relató el geólogo Andrés Ruzo, quien en 2011 inició el estudio sistemático del río para documentar científicamente un fenómeno que parecía sacado de otro mundo.

Lo sorprendente es que este calor extremo no proviene de actividad volcánica cercana. Según Ruzo, el fenómeno se debe a aguas de lluvia que se infiltran profundamente en la corteza terrestre, se recalientan por el gradiente geotérmico y emergen a través de fallas geológicas, formando un río donde el agua supera los 90 °C y permanece letal para la fauna local.

La temperatura del río se
La temperatura del río se debe a las aguas de lluvia que se absorben en la tierra y luego suben a través de fallas geotérmicas. (Imagen: X/@Curiotweet1)

Un laboratorio natural para la ciencia

El “río hirviente” ha servido como un laboratorio natural para estudiar los efectos del calor extremo sobre los ecosistemas tropicales. Investigadores de la Universidad de Miami, en colaboración con el Herbatorio Regional de Ucayali IVITA, la Universidad Nacional de San Marcos, el Hussman Institute of Human Genomics y la Southern Methodist University, analizaron durante más de un año 70 parcelas de inventario de plantas leñosas a lo largo del gradiente térmico del río.

Los resultados fueron contundentes: por cada 1 °C de aumento en la temperatura media anual, la diversidad de árboles disminuye en torno a un 11%.

En las zonas cálidas, el número promedio de especies pasó de 8,6 a 5,7, una reducción del 33,5%. “La comunidad de árboles es menos diversa, por lo que vemos menos especies en los lugares más cálidos”, señaló Riley Fortier, autor principal del estudio y científico de la Universidad de Miami.

El trabajo, publicado en Global Change Biology en octubre de 2024, muestra además que los bosques más calientes presentan una mayor proporción de especies termófilas, adaptadas a altas temperaturas, y que la composición vegetal cambia significativamente incluso en distancias menores a 2 kilómetros, evidenciando la sensibilidad de estos ecosistemas a variaciones térmicas.

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A medida que aumente la temperatura del planeta, la fauna y la flora disminuirá en más de un 10%. (Imagen: X/@Curiotweet1)

Microbios que desafían el calor

A pesar de letalidad para peces, anfibios y animales terrestres, algunas formas de vida han logrado adaptarse y sobrevivir. Se trata de microorganismos extremófilos, capaces de resistir temperaturas cercanas a los 100 °C. Estas especies se han convertido en un foco de investigación para la microbiología, la farmacología y la biotecnología.

El estudio descarta que la pérdida de diversidad vegetal se deba a otros factores como la composición del suelo o la humedad relativa, ya que estas permanecieron estables a lo largo del gradiente. La variable determinante es la temperatura del aire.

Turista española relata violento asalto en el río Amazonas. | Fuente Tiktok/ @ elisabetdelaalmudena

Una advertencia para la Amazonía y el planeta

“El Amazonas se calentará, nos guste o no”, advirtió Riley Fortier. El “río hirviente” se presenta como un modelo natural para anticipar cómo la selva tropical podría responder al calentamiento global. “Este río nos muestra qué especies sobrevivirán y cómo la selva podría transformarse en el futuro”, añadió el científico.

La Amazonía ya ha experimentado un aumento de temperatura de aproximadamente 0,25 °C por década desde la década de 1970, y se prevé que la región se caliente entre 3 °C y 6 °C antes de que termine el siglo.

Si las tendencias observadas en el estudio se replican a gran escala, la selva podría enfrentar una pérdida masiva de especies y una transformación profunda de sus comunidades vegetales.

A medida que el planeta se calienta, todo cambiará”, concluyen los investigadores, subrayando que este río es más que un fenómeno natural: una alerta temprana sobre el futuro de la biodiversidad amazónica y el planeta entero.