Lo operan por cáncer de próstata pero está en el Caribe: un hospital emplea la realidad virtual para reducir el estrés de los pacientes

Una innovadora técnica en Turín combina cirugía mínimamente invasiva y experiencias inmersivas para mejorar el bienestar emocional de los pacientes

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Imagen recurso del interior de
Imagen recurso del interior de un quirófano (AdobeStock)

La escena parece sacada de una película futurista: un paciente se encuentra en quirófano, bajo anestesia local, pero en lugar de observar el techo de la sala o escuchar el instrumental médico, contempla un arrecife caribeño, el espacio o la selva amazónica, acompañado de música relajante. Todo gracias a un visor de realidad virtual que le permite “viajar” mientras los médicos realizan una intervención para tratar un cáncer de próstata.

Esta innovadora práctica está teniendo lugar en el hospital Molinette de Turín, en Italia, donde un equipo de especialistas ha puesto en marcha un proyecto pionero que busca reducir el estrés y la ansiedad durante las operaciones, a la vez que facilita los procedimientos mínimamente invasivos.

Un apoyo psicológico en el quirófano

El empleo de visores de realidad inmersiva durante la cirugía no es solo un recurso para entretener, sino un auténtico instrumento de apoyo psicológico. Tal y como destacan los médicos que lideran la iniciativa, la tecnología ayuda a gestionar el dolor, mitigar el miedo y ofrecer al paciente una mayor sensación de control en un contexto habitualmente marcado por la tensión emocional.

Gafas de realidad virtual (Meta)
Gafas de realidad virtual (Meta)

La experiencia es personalizada: cada persona puede escoger su entorno favorito, ya sea bajo el mar, en medio de un bosque tropical, flotando en el espacio o en una playa paradisíaca. A esto se suma un acompañamiento musical que refuerza la relajación. Si es necesario, los altavoces integrados se desconectan para permitir la interacción con el personal de quirófano, garantizando así que la comunicación médica no se vea interrumpida.

Cirugía mínimamente invasiva contra el cáncer de próstata

Los primeros pacientes tratados en el hospital Molinette se sometieron a intervenciones de terapia focal para el carcinoma de próstata mediante tecnología Echolaser y técnica TPLA (Transperineal Laser Ablation). Esta modalidad permite atacar de manera precisa las lesiones tumorales localizadas sin dañar el resto del órgano, lo que representa un avance significativo en términos de conservación de la función y calidad de vida.

El procedimiento, dirigido por el profesor Marco Oderda y el doctor Alessandro Marquis, forma parte de una línea de trabajo desarrollada en el área de urología universitaria de la Città della Salute e della Scienza de Turín, bajo la dirección del profesor Paolo Gontero. Según explican, la realidad virtual no sustituye la anestesia, pero sí disminuye el estrés emocional del paciente, lo que se traduce en una experiencia operatoria más llevadera y con menos riesgos asociados.

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Una ventana al futuro de la medicina

Más allá de su carácter innovador, la utilización de la realidad virtual en quirófano abre un debate sobre el papel de la tecnología en la humanización de la medicina. Si hasta hace unos años la prioridad era hacer los procedimientos menos invasivos desde el punto de vista físico, hoy la atención también se centra en el aspecto psicológico y emocional de quienes atraviesan una cirugía.

El objetivo no es únicamente curar, sino hacerlo preservando la integridad emocional y reduciendo los niveles de ansiedad que pueden afectar tanto a la recuperación como a la percepción del tratamiento. La posibilidad de “estar en el Caribe” mientras se combate un tumor ilustra cómo la tecnología puede ser una aliada en la lucha contra el cáncer, no solo desde el plano científico, sino también desde el humano.

Los responsables del proyecto confían en que este enfoque abra la puerta a su aplicación en otras áreas médicas y en diferentes tipos de operaciones. Lo que en un principio parece un simple visor se perfila como un recurso transformador en la forma en que los pacientes viven la experiencia de ser operados.