
Esta historia comenzó en 2014, cuando Richard Guilford, un empleado de Ford en Wayne, Michigan, perdió su cartera durante una jornada laboral. Tras buscar en más de 30 vehículos y recibir ayuda de sus colegas, sin éxito, el trabajador asumió que su pertenencia se había perdido para siempre. “No pude tomarme demasiado tiempo para buscarla porque tenía que trabajar. Estaba en horario laboral”, recuerda el trabajador en una entrevista concedida a la agencia AP. Y ahí terminó la cosa. O eso creía él.
Pero todo cambió una noche reciente cuando recibió por Facebook el mensaje de un desconocido: “¿Perdiste tu cartera hace algunos años? Si es así, estaba en el motor de un coche”. El remitente, un hombre de Minnesota, acompañó el mensaje con una fotografía de la billetera e incluyó el carnet de conducir que se encontraba en ella, dejando perplejo a Guilford. “La parte asombrosa para mí fue lo protegida que estaba”, señaló el exobrero.
La cartera de cuero, un obsequio navideño de sus hijos, fue hallada por Chad Volk, mecánico de un taller en Lake Crystal, Minnesota, cuando este trataba de reparar la caja del filtro de aire de un Ford Edge 2015. “Una locura”, expresó Volk ante el hallazgo, explicando que la billetera apareció sobre una pequeña repisa entre la transmisión y la caja del filtro de aire, donde debía encajar una pieza. Desde entonces, el vehículo había recorrido 243.000 kilómetros, atravesando varios estados. “Imagínate: 11 años. La lluvia, la nieve. Estaba en Minnesota, por Dios. El coche estaba en Arizona cuando fue comprado. Piensa en el calor que puede alcanzar una transmisión en Arizona cuando se conduce por la carretera. Es increíble”, relató Guilford.
Dentro de la cartera todavía permanecían intactos 15 dólares, su carnet, credenciales laborales, billetes de lotería y tarjetas de regalo por 275 dólares. Cabela’s, la tienda de artículos para actividades al aire libre, confirmó que las tarjetas de regalo seguían siendo válidas.
“Esto te devuelve la fe en la humanidad”
La familia de Guilford celebró la recuperación, y el afectado describió sus sentimientos como un acto de confianza restaurada en las personas: “Esto te devuelve la fe en la humanidad, que la gente diga: ‘Oye, perdiste esto, lo encontré, te lo voy a devolver’”. Desde Ford, su portavoz Said Deep consideró el desenlace como una “reparación perfecta” y añadió: “¿Te imaginas las probabilidades?”
El objeto, que hoy se conserva intacto como testimonio de una peculiar travesía a través de Estados Unidos, servirá como anécdota y símbolo familiar, tal y como relató el propio Guilford: “Ellos podrán contárselo a mis bisnietos. Nos gustan mucho las historias. Me gusta contar historias. Así soy yo”. La cartera se exhibirá en casa como legado familiar. “Voy a poner todo de nuevo en ella y dejarla tal como está, y se va a quedar en casa, en la vitrina, y eso es para mis hijos”, afirmó Guilford, quien dijo también que espera que sus descendientes continúen relatando esta peculiar historia, según recogió la agencia estadounidense AP.
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