El perro que trabaja en un hospital de cuidados paliativos visitando a enfermos: “Es una pequeña bestia buena”

Este acercamiento consigue disminuir la ansiedad y el sentimiento de soledad

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El perro que trabaja en un hospital de cuidados paliativos visitando a los moribundos (Pexels)

Apenas tiene cuatro meses, pero Atlas, un golden retriever de pelaje suave y mirada atenta, ya recorre los pasillos del hospital Léonard De Vinci en Montigny-le-Tilleul, cerca de Charleroi, Bélgica. Su misión es muy particular: visitar a los pacientes de la unidad de cuidados paliativos para llevar un poco de felicidad y acompañamiento en sus jornadas más difíciles, un hecho que ha transformado la rutina del centro y el ánimo de quienes lo reciben.

Y es que, como confirma la Escuela de Post Grado de Veterinaria del Grupo Esneca, este acercamiento consigue disminuir la ansiedad y el sentimiento de soledad, así como mejorar el estado físico debido a que nos hace estar más activos.

De este modo, la compañía de Atlas no solo reconforta, sino que, arranca una sonrisa incluso en los días más torcidos, algo que ha comprobado RTL info. Porque con solo unas semanas de vida, Atlas ya se ha instalado como una figura conocida dentro de la unidad de cuidados paliativos después de sus tres visitas semanales.

“Actúa como mediador para los pacientes”

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El perro que trabaja en un hospital de cuidados paliativos visitando a los moribundos (Pexels)

Atlas va hasta el hospital con su dueña y se deja acariciar por los pacientes, quienes encuentran en su presencia una fuente de consuelo emocional. Jocelyne, una de las pacientes habituales, ha descrito la experiencia para RTL info: "Es una dulzura, es cierto, es genial tener un perro así visitando las habitaciones". Pero, su entusiasmo por la llegada de Atlas es tal que suele preguntar si el perro se encuentra en el hospital al iniciar el día y la simple expectativa mejora su ánimo.

Como no podía ser de otra manera, esta iniciativa cuenta con el respaldo profesional del equipo médico del hospital. Así, Perle Delsinne, psicóloga del Hospital Universitario Charleroi-Chimay, ha relatado cómo el cachorro ha generado efectos palpables en el bienestar de los pacientes. “El perro interactúa y también ayuda a reducir un poco la ansiedad del paciente. También ayuda a reducir el estrés, a crear una dinámica relacional y a romper el aislamiento”. En su opinión, Atlas no solo constituye un recurso lúdico, sino que fomenta la creación de vínculos y estimula la interacción social en un entorno donde suelen predominar el silencio y la preocupación.

Por este motivo, la actividad de Atlas ha sido especialmente valorada por quienes echan de menos la compañía de sus mascotas. En este sentido, Marie-Madeleine, otra paciente del hospital, ha declarado que “es fácil de acariciar, pero es un buen animalito”. Y, aunque “extraño a mis mascotas, él me da satisfacción". Y es que, la relación que se genera con el perro es inmediata y directa, y permite evocar recuerdos positivos que facilitan la recuperación y la estabilidad emocional.

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Por su parte, Barbara Plehiers, oncóloga del Hospital Universitario Charleroi-Chimay, atribuye a Atlas un rol facilitador en la comunicación con pacientes en situaciones de vulnerabilidad. “Actúa como mediador para los pacientes y facilita la expresión de sus emociones”, afirma. Pero sin duda, una de las cosas más importantes es que “nos permite comunicarnos con ellos cuando a veces es difícil porque están centrados en sus problemas, que en realidad son sus problemas de salud, que están en el centro de todo”.

De esta manera, “el perro nos permite crear un poco de distracción y comunicarnos con ellos de una manera diferente. Y nos permite iniciar conversaciones sobre ciertos temas en los que los pacientes a veces se cierran”, ha indicado la doctora. Así, caracterizado por su docilidad, la oncóloga lo ha calificado como “una pequeña bestia buena”.