Un niño salta desde el trampolín de la piscina y cae sobre la cabeza de un hombre de 67 años, que fallece: no será procesado al ser demasiado joven

El incidente tuvo lugar este pasado martes, alrededor de las 14:30 horas: en ese momento, en la piscina pública de Chaux-de-Fonds, en Suiza, un niño de 8 años saltó desde el trampolín de cinco metros, pero al caer impactó con el bañista que acababa de lanzarse previamente al agua, un hombre de 67 años que quedó gravemente herido. A pesar de la rápida movilización de los servicios de emergencia, el hombre murió a causa de las heridas sufridas.

El seguimiento psicológico se ha convertido en el enfoque principal para el niño suizo de 8 años implicado en el trágico suceso ocurrido en la piscina pública. El Ministerio Público de Neuchâtel ha descartado cualquier imputación penal contra el menor debido a su edad, y ha recalcado la importancia de atender sus necesidades emocionales tras el accidente. La noticia fue difundida por Le Temps y 24Heures, así como confirmada por la fiscalía local.

El fiscal Nicolas Feuz, encargadado del caso, aclaró la cronología de los hechos para desmentir especulaciones difundidas en redes sociales: “El hombre saltó primero, antes de que el niño cayera sobre él”, detalló, dejando fuera la hipótesis de un acceso indebido a la zona de recepción.

Según las fuentes citadas, la normativa suiza exime de responsabilidad penal a quienes no han cumplido los 10 años, lo que impide cualquier acción judicial contra el joven implicado. Las autoridades insisten en la necesidad de un acompañamiento psicológico, medida que ya se está organizando para apoyar al menor tras el incidente. Se espera la realización de una autopsia para esclarecer las causas precisas del fallecimiento, aunque los primeros indicios descartan cualquier fallo en las infraestructuras de la piscina o actuación incorrecta por parte de los socorristas.

Esta tragedia vuelve a poner en el foco de las noticias a las piscinas de Suiza, que llevan todo el verano de polémica en polémica. Y es que, en ese país, el Ayuntamiento de Porrentruy, en el cantón suizo del Jura, declaró el mes pasado que solo permitiría el acceso a la piscina municipal solo a nacionales suizos, residentes legales y titulares de un permiso de trabajo suizo en vigor, dejando fuera principalmente a los visitantes franceses, habituales en la localidad fronteriza. Tanto el Consejo municipal de Porrentruy como el comité del Sindicato intercomunal del distrito de Porrentruy (SIDP) comunicaron que la medida temporal estará en vigor desde este viernes hasta el 31 de agosto.

Según el comunicado de las autoridades, citado por Quotidien Jurassien, la decisión busca garantizar la seguridad de los usuarios y mantener un ambiente sereno y respetuoso, tras haberse registrado “actitudes consideradas inapropiadas y violaciones de las normas internas del recinto” por parte de algunos visitantes extranjeros.

Las reacciones, por supuesto, no se hicieron esperar, tanto en el lugar de los hechos como en Francia, donde la polémica ha llegado incluso al Parlamento, con acusaciones de xenofobia contra los suizos. “Me avergüenza que el nombre de mi ciudad salga en todos los medios y en las redes sociales por una decisión claramente xenófoba. Esta mañana incluso supe que la extrema derecha alemana utiliza el caso de nuestra piscina para difundir su odio a los extranjeros. Realmente, habríamos preferido evitar esta exposición”, declaró a los medios de su país una residente en esa localidad.