Un farmacéutico advierte sobre el consumo de ibuprofeno o paracetamol caducado: “Puede no hacer efecto”

El uso de antibióticos caducados puede favorecer la resistencia bacteriana, señala la Agencia Española de Medicamentos

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Un farmacéutico advierte sobre el consumo de medicinas caducadas. (Imagen: Composición Infobae/TikTok)

No tomes medicamentos caducados”. Esta es la contundente recomendación que lanza la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), una advertencia que cobra especial relevancia con fármacos de uso tan común como el paracetamol y el ibuprofeno.

Aunque su consumo es cotidiano y no requiere receta médica, su almacenamiento prolongado en los botiquines domésticos genera dudas sobre su seguridad y eficacia cuando han superado la fecha límite.

“Lo que se ve es una eficacia reducida”

El farmacéutico Álvaro Fernández, conocido por su labor divulgativa en redes sociales, abordó este tema en el programa Herrera en COPE, destacando que el principal riesgo no es la toxicidad inmediata, sino la pérdida de efectividad del medicamento.

“Generalmente lo que pasa es que el efecto del fármaco será menor”, explicó Fernández. “Lo que se suele ver es reducida su eficacia. Entonces no podemos garantizar que si tú te tomas un antibiótico, lo estés tomando en la dosis necesaria”.

Esta advertencia resulta especialmente relevante en el caso de tratamientos con antibióticos, donde una dosis ineficaz puede comprometer la recuperación del paciente e incluso favorecer la aparición de resistencias bacterianas, un problema de salud pública creciente.

Más allá de la fecha de caducidad

La AEMPS recuerda que la fecha de caducidad de un medicamento no es arbitraria. Es el resultado de rigurosos estudios de estabilidad química y farmacológica realizados en distintas condiciones ambientales. Una vez superado ese plazo, el organismo alerta de tres posibles consecuencias:

  • Reducción de la eficacia terapéutica.
  • Pérdida de garantías de seguridad.
  • Aparición de impurezas potencialmente perjudiciales.

Por ello, el organismo insta a revisar siempre el envase antes de consumir cualquier medicamento y, ante la duda, consultar con un profesional sanitario.

El calor: un enemigo silencioso

Además de la fecha de caducidad, el modo de conservación juega un papel clave en la estabilidad del medicamento. Las altas temperaturas, especialmente durante el verano, pueden acelerar su degradación.

“Muchos medicamentos requieren condiciones específicas de almacenamiento, detalladas en el prospecto”, advierte la AEMPS. “Ignorar estas indicaciones puede hacer que se deterioren incluso antes de la fecha de caducidad”.

Se recomienda conservar los medicamentos en lugares frescos, secos y alejados de la luz directa. El clásico armario del baño, por ejemplo, no es el lugar más adecuado debido a la humedad y el calor que suelen concentrarse en ese espacio.

Diferencias entre paracetamol e ibuprofeno

Aunque tanto el paracetamol como el ibuprofeno se utilizan para aliviar el dolor y reducir la fiebre, presentan diferencias fundamentales en su acción terapéutica. El ibuprofeno actúa como antiinflamatorio, lo que lo hace más eficaz en casos de lesiones musculares, artritis o dolores menstruales. Por su parte, el paracetamol es más adecuado para tratar molestias que no implican inflamación, como ciertos tipos de cefalea o fiebre leve.

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Una práctica común, pero arriesgada

La facilidad de acceso a estos medicamentos (al ser de venta libre) hace que permanezcan durante largos periodos en los hogares españoles. Esta práctica, aunque habitual, incrementa el riesgo de consumirlos caducados, con la consiguiente disminución de su eficacia.

“La recomendación es clara: no tomes medicamentos caducados y asegúrate de conservarlos correctamente”, concluye Fernández.