Un médico explica los peligros de las pesas del gimnasio: “Es una incubadora de bacterias”

El doctor Kuaik también ha señalado varios objetos cotidianos que acumulan muchos gérmenes

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Un hombre haciendo ejercicios con
Un hombre haciendo ejercicios con mancuernas. (Imagen ilustrativa Infobae)

Los hábitos saludables son una de las claves para poder vivir durante más años y mejorar la calidad de estos. Uno de los puntos fundamentales que señalan la mayoría de los expertos es realizar ejercicio físico.

Bajo esta premisa, miles de personas deciden apuntarse al gimnasio. Pese a que esto sea una gran decisión, un médico ha advertido un peligro que la mayoría de personas pasan por alto. Se trata de las propias pesas.

“Es una incubadora de bacterias”

Su nombre en redes sociales es @doctorkuaik y apunta a las condiciones higiénicas de las mismas. “Es una incubadora de bacterias”, comenta en uno de sus últimos vídeos. Lo cierto es que son objetos que pueden llegar a coger cientos de personas al día, por lo que es normal que acumulen este tipo de microorganismos.

El sudor es un elemento favorable para la proliferación de bacterias y gérmenes sobre las superficies de las pesas, mancuernas y máquinas. Por lo que es importante que te laves las manos después de hacer ejercicio.

Si no se limpian adecuadamente, estos equipos pueden convertirse en un foco de transmisión de infecciones cutáneas y otras enfermedades. Por este motivo, resulta fundamental emplear una toalla personal, desinfectar las superficies antes y después de usarlas. Estas medidas ayudan a mantener el entorno del gimnasio seguro y reducen el riesgo de contagio entre los usuarios.

La resistencia de las bacterias a los antibióticos mata más que los accidentes de tráfico en España.

Otros objetos que usas de manera cotidiana y son una fuente de bacterias

La esponja que usas al bañarte también es otro de los objetos mencionados. Su estructura porosa retiene una gran cantidad de humedad, restos de piel y productos de baño. Este ambiente húmedo y cálido favorece la aparición y multiplicación de microorganismos, como bacterias y hongos.

Además, al frotar la piel, la esponja acumula células muertas que sirven de alimento para estos gérmenes. Para minimizar riesgos, se recomienda cambiar la esponja del baño cada dos a cuatro semanas.

Esta frecuencia ayuda a evitar una acumulación excesiva de bacterias y mantiene la higiene en la rutina diaria. También es aconsejable enjuagarla y dejarla secar completamente después de cada uso, ya que la humedad constante incrementa el riesgo de contaminación.

La tabla de cortar alimentos puede convertirse en una fuente de bacterias porque, al utilizarse para cortar carnes, verduras u otros productos, acumula restos de comida y humedad en su superficie y en las pequeñas hendiduras creadas por el cuchillo.

Para mantener la higiene, es recomendable utilizar tablas separadas para productos crudos y cocidos, lavarlas con agua caliente y detergente inmediatamente después de cada uso y dejarlas secar por completo antes de guardarlas.

Además, se sugiere reemplazar la tabla de cortar cada seis meses o antes si presenta cortes profundos o mal olor, ya que las grietas pueden alojar gérmenes difíciles de eliminar y ponen en riesgo la seguridad alimentaria.

Por último está el teclado de los ordenadores. Estos almacenan diferentes residuos, por lo que es fundamental lavarse bien las manos después de su uso.