Un cazador muere en un safari en África ‘asesinado’ por el búfalo al que perseguía: “Fue un ataque no provocado”

Este tipo de caza ha cobrado gran popularidad en Sudáfrica

Guardar
Unos búfalos africanos. (EPA/NIC BOTHMA)
Unos búfalos africanos. (EPA/NIC BOTHMA)

En una región de Limpopo, Sudáfrica, un safari de caza terminó con consecuencias fatales después de que un cazador estadounidense de 59 años sufriera un ataque inesperado por parte del mismo animal al que seguía. La víctima, procedente de Texas, Estados Unidos, se encontraba persiguiendo a un búfalo africano cuando el incidente tuvo lugar el pasado 3 de agosto.

De acuerdo con la información difundida por Coenraad Vermaak Safaris (CVS), empresa organizadora del viaje, el cazador “resultó mortalmente herido en un ataque repentino y no provocado por un búfalo al que seguía junto a uno de nuestros cazadores profesionales y uno de nuestros rastreadores”. La declaración subraya el carácter inesperado del suceso y la peligrosidad de la especie, que forma parte de los denominados “big five”, los animales más buscados tanto por fotógrafos de naturaleza como por aficionados a la caza deportiva.

La empresa CVS evitó revelar detalles adicionales sobre el desarrollo del ataque o la condición del búfalo involucrado. Un portavoz del equipo mencionó al canal estadounidense CNN que “no se divulgarán más detalles por respeto a la privacidad de la familia del fallecido”. Además, según otro comunicado emitido por una asociación sudafricana de caza, “las circunstancias del accidente se encuentran bajo revisión”.

La práctica del safari de caza ha cobrado gran popularidad en Sudáfrica, donde los organizadores ofrecen recorridos en camión y posteriormente a pie para rastrear y avistar grandes mamíferos. El búfalo africano, que puede superar los 800 kilos, representa uno de los trofeos más codiciados y su observación llega a costar varios miles de dólares para los turistas internacionales. Pese al auge en el sector, eventos como este ponen en evidencia los riesgos asociados a enfrentar animales salvajes en su entorno natural.

España investiga el tráfico de especies en peligro de extinción

Este mismo mes, la Guardia Civil ha investigado a once personas por un delito de tráfico de especies silvestres en peligro de extinción, con daños a la fauna silvestre valorados entre 225.000 y 2.250.000 euros, en una operación que se ha desarrollado en una docena de ciudades españolas, según informó la Agencia EFE.

El operativo ha sido ejecutado por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Valladolid, y las investigaciones se han llevado a cabo en Barcelona, Sitges, Begur, Girona, Burgos, Marbella, Villaviciosa de Odón (Madrid), Madrid capital, Palma de Mallorca y Oviedo, ha informado el instituto armado en una nota de prensa.

La Guardia Civil incauta 32 animales potencialmente peligrosos en una vivienda de Gran Canaria.

La investigación se inició en abril de 2024 con el Ciberpatrullaje de redes y la recepción de información de la Unidad Central Operativa de Medio Ambiente (Ucoma) de la Jefatura de Protección de la Naturaleza de Madrid.

En la operación se aprehendieron, cautelarmente para su peritaje y valoración por parte de la Autoridad Administrativa y Científica CITES en España, obras de arte (esculturas con motivos chinos y japoneses) y objetos de joyería elaborados en marfil y oro (collares) y pelo de elefante y plata (pulseras), además de objetos decorativos, como una almeja gigante.

En todos los casos, especímenes protegidos de fauna silvestres, y tras analizar las pruebas, tratadas con técnicas de espectroscopia DXR Raman, se determinó que estaban elaboradas en marfil de colmillo de elefante, especie que se encuentra en peligro de extinción.