“Le di al zoo el querido poni de mi hija para que se lo comieran los leones”: un zoológico causa polémica al pedir la donación de animales para convertirlos en carne

La madre recibirá una deducción fiscal de 0,67 euros por cada kilogramo del animal. Asegura no arrepentirse

Guardar
Imagen de archivo. Un poni
Imagen de archivo. Un poni pasea por un prado. (Pixabay)

Cuando Pernille Sohl decidió que el poni de su hija adolescente sufría demasiado por una enfermedad crónica, optó por un final poco común: entregarlo al zoológico de Aalborg para que fuera sacrificado y convertido en alimento para leones. “Puede sonar muy dramático y extraño que des tu mascota a los animales del zoológico, pero los van a sacrificar de todas formas, y no es como si estuvieran vivos cuando se los dan a los depredadores”, declaró Sohl a The Sunday Times.

El zoológico había publicado en Facebook un llamado para recibir donaciones de caballos, conejos, gallinas y cobayas que estuvieran al final de su vida. Según explicó el centro, los animales serían sacrificados por personal entrenado y utilizados para alimentar a depredadores como leones, tigres y linces europeos.

También puedes seguirnos en nuestro canal de WhatsApp y en Facebook

Sohl, de 44 años, vive en Assens, en el suroeste de Dinamarca, donde dirige una pequeña granja que recibe a niños con problemas de salud mental. Chicago 57, un poni alemán de 22 años, sufría un eczema agravado por las picaduras de mosquitos, que le provocaba irritaciones y heridas abiertas. Incluso con protecciones y chaquetas, el malestar persistía.

La decisión final la tomó su hija Angelina, entonces de 13 años. “Le presenté las distintas opciones y eligió la del zoológico porque era la más lógica”, contó Sohl a The Sunday Times. “Había vivido una mala experiencia cuando un veterinario se llevó a uno de mis caballos para sacrificarlo. Esta vez, aseguró que prefería que el animal siguiera formando parte de la cadena alimentaria. Quería que Chicago 57 beneficiara a otros animales”. El traslado al zoológico, a 240 kilómetros, no supuso estrés para el poni, acostumbrado a viajar en remolque, asegura Sohl.

Sohl presenció la eutanasia, realizada con una pistola de perno. “Había un cuidador del zoológico abrazándolo y besándolo, como si fuera yo quien estuviera con él. Pude despedirme por última vez”, relató a The Sunday Times. Poco después, le informaron de que el cuerpo había sido entregado a los leones.

El chalé zoológico que escondía canguros junto a una universidad de Madrid: uno se escapó y fue atropellado por un taxi.

Una práctica habitual en Dinamarca

Este año, el zoológico de Aalborg ha recibido 22 caballos, 137 conejos, 53 gallinas y 18 cobayas como donaciones para alimentar a sus carnívoros. Según la zoóloga jefe, Anette Sofie Warncke Nutzhorn, el centro acepta animales desde su apertura en 1935, siempre que cumplan criterios de salud. No se admiten perros ni gatos.

Sohl intentó donar otro caballo, Quantus, el año pasado, pero fue rechazado por superar la altura máxima que permite el refrigerador del zoológico. El animal pesaba 900 kilogramos. En ese caso, sus restos se destinaron a alimento para perros. La madre descubrió que los donantes obtienen una deducción fiscal de 100 coronas danesas (unos 13,40 euros) por cada animal pequeño y 5 coronas danesas (unos 0,67 euros) por cada kilogramo de caballo.

Helen Hjortholm Andersen, de Jutlandia, tomó una decisión similar con Paprika, su poni Shetland de 20 años. “Nos gusta la idea del ciclo de la vida y que un poni pueda ayudar a crear vida para otros animales”, declaró a The Sunday Times. Andersen lo entregó al zoológico Jyllands Park después de que el animal no pudiera caminar tras una convulsión.

Reacciones y debate internacional

La petición del zoológico de Aalborg provocó críticas en redes sociales y medios de comunicación. Algunos usuarios calificaron la práctica como “absolutamente inaceptable”, mientras que otros la defendieron y pidieron información para donar animales. Ante los mensajes hostiles, el zoológico cerró los comentarios de la publicación y pidió “mantener un buen tono”.

En su sitio web, la institución argumenta que los depredadores necesitan presas enteras, con pelaje, huesos y órganos, para su nutrición y bienestar. Afirma que esta alimentación imita la cadena trófica y evita el desperdicio.

Prácticas similares existen en otros países. El Zoológico de Copenhague recibe unos 50 caballos al año. En Alemania, el zoológico de Núremberg alimentó recientemente a leones y tigres con babuinos sacrificados por sobrepoblación. En el Reino Unido, el Zoológico de Colchester usa ciervos muntjac cazados para sus dragones de Komodo, mientras que el de Londres asegura que solo utiliza carne de proveedores autorizados y con historial sanitario verificado.

Pese a la controversia, Sohl dijo a The Sunday Times que no se arrepiente de su decisión.