Un vendedor de coches prueba un Nissan Rogue y recibe una multa de 140 euros por no llevar la matrícula en su sitio: “Le dije que la llevaba en el lateral”

La evolución del diseño y los materiales en los coches modernos provoca situaciones inverosímiles

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Robb le explicó al policía
Robb le explicó al policía que la llevaba en la puerta lateral. (Fuente: TikTok / @robbthecarguy)

Los coches modernos cada vez son más sofisticados y vanguardistas. Los fabricantes buscan todas las formas posibles de reducir peso, mejorar la eficiencia y cumplir con las exigentes normativas medioambientales. La solución que más utilizan es cambiar los materiales de la carrocería.

El metal ha empezado a ser sustituido por materiales compuestos y plásticos en muchas partes del vehículo, especialmente en portones traseros. Estos cambios, aunque beneficiosos a nivel técnico, están empezando a generar problemas inesperados para quienes trabajan con estos vehículos a diario.

Los que más comprueban los fallos técnicos son los vendedores y técnicos de concesionarios, que durante las pruebas de conducción se enfrentan a retos tan insólitos como no tener un sitio donde colocar la matrícula temporal. RobbTheCarGuy, un influencer estadounidense fue multado por llevar la matrícula imantada en la puerta lateral de un Nissan Rogue. El motivo: no se pegaba en ningún otro sitio.

Un problema moderno: ¿dónde poner la matrícula?

Mientras realizaba una prueba de conducción con un modelo Nissan Rogue, Robb fue detenido por un agente de policía que afirmaba que el coche no llevaba la matrícula visible. Robb trató de explicar que se trataba de un vehículo en fase de preparación y que la etiqueta temporal magnética estaba colocada en el lateral del coche.

La parte posterior del vehículo estaba fabricada completamente de plástico, y no permitía adherir nada con imán. Pero, según relata el propio Robb en su cuenta de TikTok, el oficial ignoró sus explicaciones y le preguntó por qué no había puesto la placa en el parabrisas.

A continuación, tomó la matrícula imantada y trató de pegarla al cristal trasero, como si fuera una superficie metálica. Al ver que no se adhería, simplemente le dijo que estaba infringiendo la ley y le puso la multa.

“No puedes irte hasta que esté fijada”

Por si fuera poco, el agente no le permitió marcharse hasta que la matrícula estuviera correctamente instalada en la parte trasera del vehículo, como dicta la normativa local. “Mi tienda está al otro lado de la calle. Se podía ver desde aquí”, relata indignado. Aun así, tuvo que bajar del coche, caminar hasta una ferretería, comprar tornillos y fijar la placa en un lugar donde técnicamente no debía perforar la carrocería.

La legislación en EE. UU. varía en función del estado. En Florida, exige que una etiqueta temporal esté firmemente colocada en el lugar donde normalmente se colocaría una matrícula permanente. Lo que no contempla esa norma es que muchos vehículos nuevos no tienen ese espacio fabricado en metal, y, por tanto, no admiten sistemas de fijación magnéticos.

En España esto no pasaría

En cambio, en nuestro país, este problema ni siquiera tendría margen de interpretación. La normativa española exige que la matrícula trasera sea fija, visible, homologada y colocada en el lugar previsto por el fabricante. Además, las placas magnéticas no están permitidas en circulación y, durante las pruebas de conducción, es obligatorio el uso de placas temporales verdes.

La tendencia de los fabricantes hacia carrocerías más ligeras responde a la necesidad de reducir el peso para reducir el gasto de combustible. Sin embargo, este enfoque ignora por completo ciertos aspectos prácticos como este. En modelos como el Nissan Rogue, desde 2014, el portón trasero suele ser de material compuesto, lo cual imposibilita el uso de imanes.

En la práctica, esto significa que los trabajadores de concesionarios que testean los nuevos modelos deben elegir entre infringir la ley o dañar el coche. Un dilema que debería contemplar la normativa de cada lugar y adecuarla a los nuevos cambios.