El país que está contratando a diestro y siniestro y que tiene un salario mínimo de 3.000 euros: los empleados que buscan

La falta de trabajadores para cubrir puestos en más de 20 sectores empuja a estas pequeña nación europea con una población de tan solo 650.000 habitantes a buscar talento fuera de sus fronteras

Guardar
Vista de Luxemburgo. (Shutterstock)
Vista de Luxemburgo. (Shutterstock)

El mercado laboral de Luxemburgo se enfrenta a una crisis de personal. Ante esta situación, el país ha reforzado su atractivo para los trabajadores extranjeros con un salario mínimo legal que supera ya los 3.000 euros mensuales para trabajadores cualificados. Esta remuneración competitiva ha impulsado la llegada de numerosos empleados transfronterizos, pero el país continúa enfrentando una marcada escasez de mano de obra en sectores clave, situación que ha obligado a la Agencia para el Desarrollo del Empleo (Adem) a publicar de forma regular una lista de profesiones donde más se sienten estas tensiones.

En la primavera de 2025, Adem ha identificado 22 profesiones “muy en tensión”, cifra ligeramente inferior a las 24 del año anterior. Las necesidades abarcan ingeniería, enfermería, educación especializada, mecánica, conducción, contabilidad, gestión, cocina, construcción, banca, informática y otras áreas estratégicas. A esta lista se han unido nuevas incorporaciones como mantenimiento industrial, consultoría en gestión y agentes ferroviarios, mientras que han salido sectores como psicología, recursos humanos y mantenimiento de equipos industriales, reflejando así los cambios en la demanda laboral.

Los candidatos interesados en ocupar alguno de estos puestos pueden consultar y postular directamente a través del sitio web oficial de la Adem, donde se publica la información más actualizada sobre las oportunidades laborales en el mercado luxemburgués.

Los empleados más afectados

El análisis sectorial muestra que diez áreas han sido especialmente señaladas como “muy escasas” ante el verano, según señala el medio francés L’internaute. Entre ellas figuran actividades sociales, socioeducativas y socioculturales, producción culinaria, banca, contabilidad y gestión, derecho, construcción, sistemas de información y telecomunicaciones, secretariado, asistencia y servicios. La presencia reiterada de estos sectores en la lista remarca la dificultad que experimentan las empresas para cubrir vacantes, pese al crecimiento del empleo y la llegada de trabajadores del extranjero.

El paro registrado en las oficinas de los servicios públicos de empleo bajó en 1.357 personas en julio en relación con el mes anterior (-0,06%) hasta situarse en un total de 2.404.606, según datos publicados este lunes por el Ministerio de Trabajo y Economía Social (Fuente: Europa Press).

Luxemburgo, con un territorio y una población reducidos, ha dependido tradicionalmente de la mano de obra extranjera para mantener su tejido productivo. Esta dependencia se ha agudizado por las exigencias de ciertos oficios, como los relacionados con la hostelería, donde los horarios poco atractivos han dificultado la captación de personal. Además, la falta de candidatos calificados en áreas técnicas y financieras, como informática y mecánica, ha sido señalada por expertos locales como uno de los mayores retos para el país.

El déficit de trabajadores crece

Según las proyecciones demográficas y económicas, entre 2035 y 2040 Luxemburgo afrontará desafíos aún mayores. Solo para reemplazar a una plantilla que se jubilará, el país necesitará cubrir cerca de 250.000 puestos, según estima L’internaute. A ello se sumará la creación de unos 400.000 empleos adicionales para sostener el crecimiento económico. Atraer y mantener a estos profesionales, incluyendo a una parte importante de trabajadores fronterizos, será clave; más aún, si se considera la presión alcista de los precios inmobiliarios, que ha dificultado la movilidad y el asentamiento de nuevos empleados.

En enero de 2024, Luxemburgo ha registrado una cifra récord de empleo, superando los 515.000 trabajadores. En 2023, los empleados transfronterizos han ocupado cerca del 47% de los puestos asalariados, repartidos principalmente entre franceses, belgas y alemanes. Aunque el primer trimestre de 2025 ha visto un crecimiento modesto del 0,2% respecto al trimestre anterior y del 0,9% en términos interanuales, los datos confirman la relevancia del capital humano extranjero en la economía luxemburguesa y la continua necesidad de atraer nuevos perfiles profesionales para asegurar su futuro dinamismo.