Estas son las señales que pueden indicar una deficiencia de vitaminas

La falta de vitaminas, compuestos orgánicos imprescindibles para el funcionamiento del cuerpo humano, puede manifestarse a través de una serie de síntomas que responden a las deficiencias concretas

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Estas son las señales que
Estas son las señales que pueden indicar una deficiencia de vitaminas (Montaje Infobae)

Las vitaminas son compuestos orgánicos imprescindibles para el funcionamiento del cuerpo humano. Aunque la cantidad necesaria es pequeña, su ausencia puede provocar problemas de salud en distintos órganos y sistemas. Existen trece vitaminas esenciales, de las cuales cuatro (A, D, E y K) son liposolubles (aquellas que se disuelven en grasas y aceites, y se almacenan en el cuerpo) y el resto hidrosolubles. Su papel abarca desde el crecimiento, el desarrollo neurológico, la regulación del metabolismo y la actividad celular, hasta la producción de sustancias fundamentales para el organismo. Esenciales, vamos.

La deficiencia de vitaminas puede tener diferentes causas. Cuando se produce por una dieta insuficiente, se trata de un déficit primario; si está relacionada con alguna enfermedad o un problema de absorción (por ejemplo, enfermedades intestinales), se habla de déficit secundario. Sea cual sea el origen, detectar que está pasando es clave para su tratamiento y para evitar complicaciones más serias. Según lo publicado en el portal web del laboratorio Vivo Labs (especializado en medicina predictiva, diagnóstico de enfermedades raras, nutrigenética y farmacogenética) estos son los principales síntomas que pueden indicar una deficiencia de vitaminas:

Los síntomas de una deficiencia de vitaminas

Entre las señales que pueden alertar sobre una deficiencia de vitaminas se encuentra la pérdida de cabello (superior a lo habitual). Lo normal es perder entre 50 y 100 cabellos al día, pero si de repente aparecen mechones en la almohada o en la ducha, el cuerpo puede estar advirtiendo de una carencia. La falta de riboflavina, biotina, folato y vitamina B12 se ha relacionado con este problema, aunque el envejecimiento también tiene su papel y la alopecia puede deberse a distintas causas.

Otro síntoma es la aparición recurrente de úlceras bucales. La deficiencia de vitamina B12 suele ser la causa más señalada, ya que este nutriente interviene en la producción de glóbulos rojos. Cuando hay un déficit, los glóbulos pueden formarse de manera anormal, lo que suele provocar anemia y, como consecuencia, llagas en la boca. También la carencia de otras vitaminas del grupo B, como la B1, B2 y B6, puede originar estos trastornos.

La falta de vitamina D
La falta de vitamina D puede manifestarse como dolor óseo, debilidad muscular y fatiga - crédito iStock

El sangrado de encías es otra manifestación muy conocida y se asocia con el déficit de vitamina C. El escorbuto es la enfermedad clásica relacionada con esta falta nutricional, que afecta el colágeno y debilita el soporte de dientes y encías. Además, la persona puede sufrir hemorragias en la piel, dificultad para cicatrizar y anemia.

La piel seca o apagada aparece ligada a la falta de vitaminas A, B, C y D. La palidez aparente se asocia al déficit de ácido fólico (B9) y B12, ambas necesarias para formar glóbulos rojos. La fatiga persistente y sin explicación es un signo común en distintas deficiencias, especialmente de hierro, magnesio, potasio, B12 y B9. Cuando estas carencias derivan en anemia, el cansancio se intensifica y pueden aparecer complicaciones neurológicas o afectar al embarazo.

Otra señal relevante es la dificultad para ver con poca luz, conocida como ceguera nocturna, que suele ser consecuencia de la falta de vitamina A, esencial para la función visual. En los casos graves, puede comprometer la visión de manera irreversible, sobre todo en la infancia.

El dolor de huesos puede deberse a un déficit de vitamina D, que juega un papel esencial en la absorción de calcio y fósforo. Esta carencia puede aumentar el riesgo de fracturas, debilidad muscular y caídas, sobre todo en personas mayores. Las alteraciones del estado de ánimo, como la depresión, también han sido relacionadas con niveles bajos de vitamina D.

La avitaminosis puede hacer que el diagnóstico se complique por la diversidad de síntomas menos específicos, como dificultad para respirar, mareos, inestabilidad, debilidad muscular, confusión, arritmias cardíacas, pérdida de peso o una mayor frecuencia de infecciones. Por tanto, ante la sospecha de una deficiencia de vitaminas (o simplemente por notar determinados síntomas), lo mejor será buscar atención médica para determinar su origen y, de ser necesario, aplicar el tratamiento adecuado.