La pesadilla tras el trasplante capilar de un hombre en Turquía, que ahora debe empezar de cero: “Incluso dañé la zona donante”

Los trasplantes capilares se han incrementado en los últimos años como solución contra la calvicie

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Marca de línea de puntos
Marca de línea de puntos para trasplante capilar (Shutterstock)

Se estima que alrededor del 50% de la población española tiene algún tipo de alopecia, un problema de salud que afecta especialmente a los hombres, produciéndoles una pérdida anormal del cabello. El país encabeza los rankings mundiales de alopecia, por delante de Italia, Francia o Estados Unidos.

No es de extrañar, por tanto, que muchos decidan intentar revertir o solucionar el problema. Los tratamientos contra la calvicie proliferan, pero el injerto capilar parece el más efectivo y popular. Según datos de la clínica Medihair de 2021, se realizan alrededor de 3,4 millones de trasplantes capilares en el mundo cada año y Turquía es el destino principal para ello, con 1,05 millones de trasplantes anuales.

Los injertos capilares se consideran una intervención mínimamente invasiva y de poco riesgo, pero las cosas no siempre salen de forma correcta y existen verdaderas historias de terror respecto a los resultados finales que puede dejar. El diario 20 minutos ha contado en su versión francesa la historia de Clément Coadou, un hombre galo que viajó hasta Turquía para intentar recuperar su pelo, con resultados bastante desafortunados.

“Me tocó con los aprendices”

Clément asegura que eligió una clínica muy buena para realizar el procedimiento, pero los resultados para él fueron terribles. “Pienso que son tan conocidos en las redes sociales que simplemente tienen demasiada gente”, valoró para el 20 minutos, explica. “Hay personas que son tratadas muy bien, a mí, desafortunadamente, creo que me tocó con los aprendices, pero no me di cuenta enseguida”, recuerda. Después de una operación dolorosa y fallida, el francés tiene que rehacer todo. Le dejaron “una línea capilar que no estaba recta, demasiado baja, no era armoniosa, ni simétrica, ni natural“. ”Incluso dañé mi zona donante", asegura, tras un proceso que le costó 18.000 euros.

“Tengo que hacerme láser para volver a dibujar la línea frontal, rehacer una operación de injerto y, como ya no tengo suficiente cabello en mi zona donante, tengo que hacerme dermopigmentación”, lamenta el afectado.

Cómo elegir la clínica adecuada: “Cuando el precio es demasiado atractivo...”

Los expertos aconsejan desconfiar de
Los expertos aconsejan desconfiar de precios demasiado bajos y priorizar la cercanía a casa.

Clément ha acudido ahora a una nueva clínica, esta vez francesa, que promete poder ayudarlo. “El 30% de nuestra actividad hoy consiste en corregir estos injertos de cabello fallidos”, explica Nathanaël Aknine, presidente de la clínica Maison Lutétia, encargada de arreglar la situación de Clément, a 20 minutos. “Es muy triste porque no todos los injertos fallidos se pueden corregir. La zona donante, que es la parte trasera y los lados de la cabeza, no se regenera. Es un recurso precioso”, agrega el especialista.

Para evitar este tipo de situaciones, Aknine aconseja desconfiar de los resultados que se ven en redes sociales, muchas veces irreales. “Ahora, con la llegada de la inteligencia artificial, se nos muestran resultados que no son posibles”, advierte. El especialista entiende que “es muy difícil para una persona detectar si una clínica es buena o mala”, pero da un truco para poder entreverlo: “Cuando el precio es demasiado atractivo, hay probabilidades de que la calidad no sea buena”, avisa. Además, pide priorizar la cercanía de la clínica frente al precio, “porque uno no sabe qué puede pasar después de una intervención médica”.

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