Unos excursionistas ‘domingueros’ destruyen el refugio de montaña tras volver de una ruta: “La pareja se equivocó de camino y la tomó con el empleado”

El gerente del refugio ha decidido hacer el caso público, a través de su cuenta de Facebook, ante el acto vergonzoso de los huéspedes

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Unos excursionistas ‘domingueros’ destruyen el
Unos excursionistas ‘domingueros’ destruyen el refugio de montaña tras volver de una ruta (Montaje Infobae, Zbyněk Zácha)

El Refugio Franco Cavazza, situado a 2.587 metros en el corazón del macizo del Sella, en las Dolomitas italianas, ha vivido un incidente insólito que ha conmocionado a quienes lo gestionan. Y es que, una pareja de turistas irlandeses, frustrados tras perderse durante una excursión, regresó al establecimiento y destrozó parte de sus instalaciones.

“Se equivocaron de camino y se desquitaron con el pobre camarero, que solo había intentado ayudarlos. Lo insultó, lo empujó y luego dio un portazo tan fuerte que la rompió“, ha descrito el gerente del refugio, Renato Costa. Pero según ha detallado, la puerta es muy “robusta”, por lo que no sabe “cómo lo hizo”: “Fue un desastre. Y menos mal que el camarero no estaba solo, porque estaba en serios problemas”, ha declarado, según ha recogido Il Corriere della Sera.

El ataque, que incluyó insultos y agresiones verbales, se produjo cuando Renato no se encontraba en el lugar. “Es increíble que ocurriera cuando yo no estaba. No podía creerlo. Ese hombre estaba loco”, explicó. El refugio, gestionado por el Club Alpino Italiano (CAI) de Bolonia, ha roto su habitual discreción para denunciar lo ocurrido en redes sociales: “No solemos publicar estas cosas, pero cuando es necesario, lo es”, ha comenzado. A continuación ha asegurado que “este señor, tras recibir indicaciones sobre el camino para bajar, regresó al refugio hecho un desastre y, además de dañar la puerta, nos insultó con palabrotas. ¡Una vergüenza!“.

El error que desató la furia

Unos excursionistas ‘domingueros’ destruyen el
Unos excursionistas ‘domingueros’ destruyen el refugio de montaña tras volver de una ruta (Montaje Infobae, Zbyněk Zácha)

Todo comenzó la mañana siguiente a la estancia de la pareja en el refugio. Siguiendo las recomendaciones del personal, iniciaron el descenso por una ruta de senderismo claramente señalizada. Sin embargo, la niebla los desorientó y, en lugar de continuar por el camino más sencillo, optaron por la vía ferrata Brigata Tridentina, una ruta mucho más técnica, con tramos verticales equipados con cables de acero. Exhaustos y desbordados al regresar, el hombre perdió por completo los papeles.

Este tipo de incidentes, aunque aislados, alertan sobre una tendencia creciente. Renato Costa, con más de cuatro décadas de experiencia en el refugio Pisciadù, observa un cambio preocupante en los visitantes de alta montaña: “Este año la gente no tiene paciencia. Quizás no saben adónde van: ven fotos en redes sociales y creen que todo es fácil de alcanzar. Pero aquí estamos en la montaña. No se puede llegar en coche, se sube a pie", ha anunciado.

Senderismo sin conciencia

Unos excursionistas ‘domingueros’ destruyen el
Unos excursionistas ‘domingueros’ destruyen el refugio de montaña tras volver de una ruta (Montaje Infobae, Zbyněk Zácha)

Además, los excursionistas que quieran llegar al refugio Franco Cavazza tienen que saber que deben hacer una caminata de al menos dos horas desde el Paso de Gardena, con un desnivel de 700 metros. No es una excursión para principiantes ni para familias sin preparación. Por eso, Costa subraya: “El camino para llegar hasta nosotros no es el más fácil. Y quienes llegan deben saberlo”.

A pesar del incidente, el guarda de montaña ha insistido en que el refugio mantiene su espíritu de acogida y orientación. Porque “aquí siempre explicamos todo con calma”, ha expresado el gerente. Aun así, reitera que “nunca había visto ciertas escenas”, como la ocurrida hace unos días. Por este motivo, el suceso ha impulsado conversaciones con el CAI para mejorar la información digital que reciben los excursionistas antes de iniciar su ascenso. “Ya he hablado con el presidente del CAI de Bolonia sobre cómo mejorar la información en línea: sería útil indicar claramente que el acceso no es para todos, que hay zonas difíciles y que no es pan comido para familias desprevenidas. Así quizá la gente llegue consciente y no enfadada”.