Una empleada de Carolina Herrera consigue ser indemnizada con 307.816 euros tras sufrir acoso por parte de sus jefas: “Era un ambiente castrante y humillante”

La empresa debe pagar 157.816,80 euros como indemnización equivalente a un despido improcedente más 150.000 adicionales por vulnerar sus derechos fundamentales

Guardar
Unos pintalabios entre bastidores en
Unos pintalabios entre bastidores en el desfile de la colección Otoño/Invierno 2024 de Carolina Herrera durante la Semana de la Moda de Nueva York, en Nueva York, Estados Unidos. (REUTERS/Andrew Kelly)

Una diseñadora que trabajó durante 21 años en Carolina Herrera ha conseguido una indemnización histórica de 307.816,80 euros por acoso laboral y vulneración de sus derechos fundamentales. Así lo ha sentenciado el Juzgado de lo Social n.º 1 de Ourense, que le ha dado la razón a la trabajadora, tras sufrir durante años acoso por parte de sus jefas, el llamado bossing (término acuñado en inglés boss, jefe en español).

La sentencia, fechada el pasado 15 de julio y a la que ha tenido acceso Laboral-social y ha recogido este medio, detalla la situación que vivió la trabajadora, empleada desde 2004 en el departamento de diseño de Carolina Herrera mujer, gestionado por la empresa Sociedad Textil Lonia. Según consta en el texto, en su departamento se comenzó a producir una “una situación de tensión, de ambiente laboral hostil, consistente en gritos, discusiones, humillaciones y broncas a las trabajadoras”. La sala señala que “se constata con toda claridad (...) la existencia de un ambiente hostil contra los trabajadores del departamento”, con además otras prácticas como “ocultación de trabajos, reuniones programadas fuera del horario normal, prohibición de que hablen entre los diseñadores y cooperen entre ellos”.

Esta situación provocó rotaciones constantes en el departamento. “Así hasta 10 personas han causado baja voluntaria en la empresa. Además, algunas personas al abandonar esta tuvieron que ser tratadas por dolencias psiquiátricas”, recoge la sentencia.

Una jefa lanzaba “sillas y burros”

Los hechos comenzaron a agravarse especialmente tras su reincorporación de un ERTE en 2021. La diseñadora, que ya arrastraba una carga laboral excesiva, sufrió un deterioro progresivo de su salud física y mental. La empresa, según el juez, “era perfectamente conocedora” y, sin embargo, no adoptó ninguna medida.

El Supremo pone límite a los despidos disciplinarios: no pueden realizarse sin que el trabajador tenga la posibilidad de defenderse.

El testimonio de compañeros fue clave. Una excompañera, que apenas trabajó nueve meses, aseguro que “el ambiente era muy castrante. No había ambiente colaborativo. Las reuniones de diseño muchas veces se realizaban fuera del horario normal. Los fittings eran muy tensos. Muchas broncas. Gente que acababa llorando”. Otros trabajadores hablaron incluso de “un clima de terror” e incluso una jefa lanzaba “sillas y burros” en ataques de ira.

El juzgado ha considerado que la trabajadora sufrió un acoso colectivo realizado por el personal directivo, también conocido como bossing, ejercido por directivas con poder jerárquico, lo que “vulnera el artículo 15 de la Constitución Española, al afectar a su integridad físico-psíquica”, en su derecho a la integridad moral y a la interdicción de tratos inhumanos o degradantes. La mujer estaba diagnosticada con trastorno depresivo ansioso, fibromialgia y estrés laboral crónico.

La sentencia declara extinguida la relación laboral con derecho a indemnización como si se tratase de un despido improcedente: 157.816,80 euros. A esa cifra se suman 150.000 euros adicionales, que en total la cifra asciende a 307.816,80 euros.

Además, el juez subraya que este caso no es aislado: “La conducta aquí enjuiciada afecta a todo el departamento de diseño Carolina Herrera mujer, habiendo afectado a la salud de otros trabajadores”. Entre los múltiples testimonios, algunos confesaron haber abandonado el puesto sin tener otro trabajo por delante, simplemente “priorizando su salud”.