Suplementos de vitamina D: qué sucede en la presión arterial cuando lo tomas

Los suplementos de vitamina D pueden ser útiles para ciertos grupos específicos de población

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Un hombre con hipertensión se
Un hombre con hipertensión se mide la presión arterial (Shutterstock España)

La vitamina D es una de las vitaminas cuyas funciones son ampliamente reconocidas, gracias a su papel en la salud ósea, el sistema inmunitario y la función muscular. Es por ello que su demanda como suplemento se ha acrecentado en los últimos años hasta captar la atención de la comunidad científica e investigar sobre sus posibles efectos en la salud.

Uno de los aspectos más reseñables sobre si la vitamina D puede ayudar a controlar la hipertensión. Son varios los estudios que han explorado el vínculo entre los niveles de vitamina D y la presión arterial. Las observaciones iniciales indican que las personas con deficiencia de esta vitamina tienden a registrar cifras más altas de presión arterial. Esta correlación encendió el interés por los suplementos de vitamina D como una estrategia potencial para combatir la hipertensión.

Sin embargo, al analizar lo que ocurre cuando se introducen suplementos de vitamina D en la rutina diaria, los resultados no son concluyentes, asegura la dietista Morgan Pearson para la revista especializada Verywell Health. Investigaciones clínicas muestran un panorama mixto: algunos estudios reportan beneficios modestos en la reducción de la presión arterial, mientras que otros no hallan ningún efecto significativo.

Lo más alentador proviene de ciertos subgrupos específicos. La evidencia más sólida apunta a que la suplementación podría ser útil, aunque de manera limitada, en personas que ya padecen hipertensión y presentan niveles bajos de vitamina D. En estos casos, tomar suplementos podría contribuir a un mejor control de la presión, pero no sustituye otras medidas fundamentales como la dieta, el ejercicio y la medicación prescrita.

Dentro de estos subgrupos, los adultos mayores con deficiencia de vitamina D e hipertensión parecen ser quienes más se beneficiarían. En ellos, la suplementación podría integrarse en un enfoque multifactorial para mejorar la salud cardiovascular. Pero incluso en estos casos, el efecto hipotensor no está garantizado ni es uniforme. Así lo advierte Pearson, que insisten en no ver en la vitamina D una solución milagrosa.

Episodio: Presión arterial.

La cantidad adecuada de vitamina D

La cantidad adecuada de vitamina D varía en función de la edad, el estado de salud y la exposición al sol. En los estudios clínicos, las dosis analizadas han oscilado entre 800 y 4,000 unidades internacionales (UI) diarias. Llama la atención que, según la evidencia disponible, las dosis más altas no siempre se traducen en mejores resultados para la presión arterial.

Las recomendaciones generales, establecidas por organismos de salud internacionales, son las siguientes:

  • Lactantes (0 a 12 meses): 400 UI/día
  • Niños y adultos hasta los 70 años: 600 UI/día
  • Mayores de 70 años: 800 UI/día

Para personas con mayor riesgo de déficit, como quienes tienen poca exposición solar, piel oscura, ciertas enfermedades crónicas o edad avanzada, algunos expertos sugieren dosis entre 1,000 y 2,000 UI al día. En todos los casos, se recomienda consultar con un profesional de la salud antes de iniciar la suplementación, especialmente si se busca controlar la presión arterial. Un simple análisis de sangre puede determinar si existe deficiencia y qué dosis sería la más adecuada.