La razón del Ayuntamiento de Madrid para justificar el cierre de los parques por el calor: “Es uno de los factores que provoca desprendimientos”

El protocolo se activa cuando se superan determinados umbrales de velocidad del viento, humedad del suelo, temperatura y nevadas

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Una cinta anuncia zona restringida
Una cinta anuncia zona restringida tras cerrar el parque de El Retiro y cancelarse la primera jornada de la 84ª Feria del Libro de Madrid por viento y calor.(Gustavo Valiente / Europa Press)

Llega el verano y con él, el tórrido calor de Madrid, donde las altas temperaturas convierten la urbe en un hervidero. A primera vista, existen varias opciones para luchar contra los mínimos 40º grados que puede alcanzar la ciudad: ir a la piscina, refugiarse en un centro comercial con aire acondicionado -o incluso buscar la sombra en uno de los toldos de la Puerta del Sol, quien sabe-. Otra de las medidas más lógicas parece acudir a un parque. Zonas verdes y frondosas, un pequeño lago; un punto y aparte en el calor que da las inmediaciones de la ciudad, con un asfalto que quema. Uno de ellos, por ejemplo, es el de El Retiro, que con más de 17 mil árboles y 118 hectáreas es uno de los pulmones de Madrid. Sin embargo, puede ser que al llegar esté cerrado.

El problema no solo está en que cierre uno de los parques de la ciudad, es que lo hacen otros ocho, aquellos que tienen puertas de acceso y cerramiento perimetral (cuando sea alerta roja): Capricho, la Rosaleda del parque del Oeste, Juan Carlos I, Juan Pablo II, Fuente del Berro, la Quinta de los Molinos, Torre Arias y el Lineal del Manzanares. Esto se debe al protocolo del Ayuntamiento de Madrid, dirigido por el popular José Luis Martínez-Almeida, que muchos han tachado de ir “contra el sentido común”.

El último cierre ocurrió hace unos días, el pasado lunes. “Este lunes 7 de julio, a partir de las 21: 00 horas, el Retiro y varios parques de la ciudad permanecerán cerrados por condiciones meteorológicas adversas, según AEMET”, publicó en X el Ayuntamiento de la capital.

En junio de 2019 se aprobó el Protocolo de actuación en los jardines del Buen Retiro ante situaciones meteorológicas adversas. Como apunta el consistorio, esto llegó tras producirse dos fallecimientos en el interior del retiro en 2014 y 2018 lo que llevó a cerrar el parque. Según Público, ese mismo año, un hombre de 38 años falleció tras caerle encima una rama y una niña resultó herida un mes más tarde tras caer un árbol junto a un banco. Sin embargo, lo que llegó a endurecer el protocolo vigente fue a raíz del fallecimiento de un niño en 2018 tras caerle encima un árbol en El Retiro.

El calor extremo en verano aumenta en España, con riesgos como golpes de calor y cáncer de piel. Sanidad recomienda hidratación, protección solar y prevención para evitar complicaciones, especialmente en vulnerables.

En qué consiste el protocolo de actuación de El Retiro

El protocolo del Ayuntamiento establece cuatro niveles de alerta, en función de las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET):

  1. Verde. Situación de normalidad. No se superan los umbrales de riesgo, y no se prevén incidentes. En este caso, se cumplen los siguientes criterios: rachas de viento máximas de 40 km/h con temperaturas inferiores a 35°C y un porcentaje de agua disponible en el suelo menor al 75%. El otro caso es el siguiente: rachas de viento inferiores a 30 km/h con temperaturas superiores a 35°C o un porcentaje de agua disponible en el suelo superior al 75%.
  2. Amarillo: No hay riesgo significativo para la población, pero existe cierta probabilidad de caída de ramas o arbolado.
  3. Naranja: Hay un riesgo importante con mayor probabilidad de caída de ramas o árboles.
  4. Roja: El riesgo es muy alto, con una probabilidad elevada de caída de ramas y árboles, lo que justifica el cierre de parques.

En los días en que se activa la alerta roja, el riesgo de desprendimiento de ramas es considerablemente alto, especialmente si se combinan altas temperaturas con vientos fuertes. Además, factores como la humedad relativa del suelo y la acumulación de nieve también influyen en la caída de ramas y árboles. “El calor intenso por encima de los 35 grados es uno de los factores que provoca estos desprendimientos, especialmente en combinación con una velocidad del viento por encima de 55 kilómetros/hora”, ha explicado el Ayuntamiento en un vídeo informativo publicado en LinkedIn.

Como se detalla en el documento de 160 páginas, una vez se restablecen las condiciones mínimas imprescindibles para la vuelta a la normalidad en el parque se hará una inspección visual que situará las incidencias producidas durante la alerta, para posteriormente proceder a “la retirada de ramas y árboles caídos, la eliminación de aquellos árboles y ramas que sean considerados inestables y la reparación de los daños más relevantes en el resto de los elementos del parque”.